No me dejes (juliantina)

Capítulo 38 pt. 1

Juliana

Salí del cuartel respirando hondo para reprimir las emociones, lo último en lo que quería pensar era por qué Val se comportaba así, me estaba alejando era obvio ¿Pero por qué? Todo lo que se me ocurría era cuando Johny dijo que se iría con ellos de buena gana, no quería creerle pero ¿por qué otra razón me alejaría si no se iba pronto?

"Buenos días señora" saludó un soldado, le di un pequeño asentimiento si ganas de hablar "¿Todo bien?"

"Si" murmuré, miré a ambos lados sin saber realmente que hacer, todo había estado muy tranquilo últimamente "¿A dónde vas?"

"A la sala de radio" dijo sonriente.

No lo pensé mucho antes de responder "Te acompaño" el poco tiempo que duró caminamos en un agradable silencio hasta llegar al pequeño edificio, aún así quizá notó mi frustración.

"¿De verdad estás bien?"

No lo conocía mucho porque anteriormente no formaba parte de mi escuadrón, aún así fue un gesto bastante lindo, puse una mano en su hombro para calmarlo "En serio, lo estoy" cerré la puerta de una de las oficinas dejando caer mi mochila cerca del escritorio y me desplomé en la silla acolchada.

Suspiré apoyando la frente en el mueble, no debí haberme ido pero no sabía que más hacer. Aún dolía escucharla decir que no podía amarla, que la odiara. Ya era vulnerable sin que ella viera lo mal que me sentía.

Debía volver, decirle que no tenía que hablar sobre lo que la estaba molestando, pero mostrarle que no estaba sola. Lo único que logré hacer fue sentarme ahí tratando de decidir si ir buscarla u ocuparme de Johny porque finalmente se iba.

"¿Señora?" alguien tocó la puerta.

Me enderecé frotándome la cara con las manos para volver a la realidad "Está abierto".

Un par de soldados entraron seguidos de una joven, me puse de pie ante la inesperada sorpresa de un recién llegado. Nunca la había visto antes y el soldado a su lado sostenía un arco con flechas que podían ser de ella. Tenía el pelo corto y castaño con un pañuelo atado alrededor de la frente, las pecas abundaban debajo de sus ojos marrones y no tenía cicatrices. No era una asaltante.

"Eres mucho más joven de lo que esperaba" habló.

"¿Quién eres?"

"La encontramos en la puerta principal" respondió el soldado pasándome el arma, la examiné antes de dejarla sobre el escritorio.

"Soy Ivonne, tengo algo importante que decirte"

Miré a los soldados confundida, ambos se encogieron de hombros "¿Te conozco?" negó "¿Qué tienes que decirme?"

Giró para ver a los hombres "Prefiero no hacerlo con audiencia".

Sin tener idea de quien era o que quería decirme, les indiqué a los soldados que se retiraran, solo porque ella no se sentía como una amenaza.

La puerta apenas se cerró cuando preguntó "¿Qué opinas de Johny?"

"No puedo soportarlo, es un-" me detuve sorprendida "¿Cómo sabes su nombre?"

"Sé mucho de él, me han enviado para advertirte"

"¿Quién te envió? ¿Por qué?"

"Gente...con la que viajaba. Johny nos robó hace unos meses y los mató, logré escapar y desde entonces los seguí a distancia hasta que acabé aquí".

Saqué mi radio "Lucho, Val los necesito en la sala de radio ahora" iba a hacer que aumentaran la seguridad hasta que Johny se fuera pero ninguno respondió, miré a la castaña "En verdad te lo agradezco pero él ya se va hoy".