¿Quien diría que Ainara Morgan de tan solo 18 años, la cual pensaba la vida de color de rosa y felicidad, llegará asumirse en un oscuro mundo donde dejará de ser ella?
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Ya estaba dentro del avión, y tenía mucho miedo ya que nunca me había montado en uno. Lo que más me extrañó es que el billete de avión no era uno normal sino uno de clase y me quede pensando de donde habrá sacado el dinero papá.
10 horas después.
Estoy cansadísima, ya estoy por fuera del aeropuerto esperando a papá. A lo lejos veo una cartulina que pone Anaira Morgan bienvenida, voy hasta el señor de traje que yo sepa el no es papá porque aunque lleve 7 años sin verlo me acuerdo perfectamente de él. Cuando llegué donde estaba el hombre de traje me dijo:
- Hola buenas tardes, ¿Usted es la señorita Morgan?- Asentí ante su pregunta- pues bueno yo me llamo Luis, encantado de conocerla señorita Morgan, yo seré su chófer y si necesita algo no dude en decírmelo.- asentí nuevamente sin ganas
- Luis no quiero ser inoportuna pero, ¿Y mi padre?
- Ahora mismo está trabajando en la empresa y no a podido venir- tenía la ilusión de que al menos, viniera a recogerme- pero, no se preocupe cuando lleguemos a la casa lo podrá ver.
- Gracias Luis, y por favor llámeme Anaira- Luis asintió ante lo que le dije
Después de una hora aproximadamente llegué al que ahora se llamará mi hogar.
Cuando vi la casa me quedé en shock, eso no era una casa, eso era una mansión gigantesca, rodeamos unos muros de mármol por el cuál salían unas mangueras con agua pequeñas. La casa era hermosa tenía un toque clásico con un toque moderno.
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Foto de la mansión la entrada y la parte trasera.
En ese momento, salió un hombre de traje por la gran puerta y se me quedó mirando con una mirada muy rara que no pude descifrar.
- ¡Hola!, encantado de conocerte señorita Morgan, soy la mano derecha de tu padre- Asentí no muy convencida, no podía confiar en nadie tan rápido.
- Igualmente- le dije- y por favor llámeme Anaira- Él asintió
Entonces se volvió a abrir la puerta y salió la persona que tanto quería ver.
