Capítulo 15: Sentimientos y familia

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La familia no se traiciona ni se abandona.

La familia es para siempre.

¿O no?

Narra Ángel

—Cata, cálmate. —Dije preocupado. —Por favor, Cata.— Sollozaba fuertemente, las lágrimas salían de sus ojos, se deslizaban por su rostro y caían al suelo. Parecía lluvia. 

>>Cata, mírame a los ojos, por favor.—Sus ojos negros se posaron sobre los míos. —Estoy aquí Cata. Siempre lo he estado y siempre lo estaré.

Bajó su cabeza un momento, volvió a mirarme a los ojos. Su mirada era triste, incluso así me parece tan hermosa, tan perfecta. 

—Prometo estar contigo por... —Mi voz empezó a temblar. Las palabras parecían no querer salir de mi boca. ¿Qué pretendía decir? ¿Qué la quería? Mierda, claro que lo hacía. Lo hago desde la primera vez que vi su hermosa sonrisa, había querido decírselo desde hacía mucho. Se lo habría dicho pero llegó... Tom. Mierda, Tom siempre había arruinado las cosas y lo seguía arruinando todo.

>>Estaré siempre contigo Cata. —Fue lo que pude decir. Recostó su cabeza sobre mí pecho y sollozó. —Estaré siempre contigo, pase lo que pase. —Le susurré al oído.

—Papá... —Le temblaba la voz. Sollozaba y se limpió unas lágrimas de la parte izquierda de su cara. Seguíamos de pie en el parque. La luna llena se alzaba en el cielo nocturno y se podían ver algunas estrellas y la luz de las farolas del parque se iluminaban todo alrededor.

>> Papá... murió...

Hubo un fuerte sollozo. La abracé más fuerte. Creo que sintió los latidos de mi corazón por qué pareció relajarse lo suficiente como para poder hablar. Pero le seguía temblando. Miraba hacía el suelo.

—Papá fue asesinado... —Hablaba en tono muy bajo, parecía casi un susurro —...Fue asesinado por The Kokodriles. 

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Narra Justin  

Salí de mi hogar al despedirme de mi mujer, no pude despedirme de James y Jhon ya que seguían durmiendo en sus camas. Ambos se parecen a mí físicamente, heredaron casi todos mis rasgos y eran chicos muy buenos e inteligentes, al igual que mí hija mayor Lindsey, estaba tan orgulloso de ella; había logrado llegar a la universidad y ya había empezado el tercer semestre de antropología.

Subí al auto, un Kia río de color negro. Salí del garaje y emprendí rumbo a la estación de policía. Se encontraba ubicada en Bellmourt a unos veinte minutos en auto de donde vivíamos. Conduje y pasé por las casas de dos barrios importantes y pudientes de la ciudad Clemonad y Greych, en este último se encontraba la estación de policía. 

Las casas eran más grandes y espaciosas que las del barrio en el que nosotros vivíamos; en Crudge. Estoy ahorrando con parte de lo que gano como abogado para poder mudarnos de allí, buscar al menos una casa más grande y espaciosa y en un barrio más tranquilo, para evitar cualquier incidente como el de la nota. No quiero que mi familia viva en riesgo.

Llegué a la estación de policía, un edificio de cinco pisos de alto del ancho de una cuadra y en el centro sobresalía una parte con seis pisos, allí quedaba la entrada. Aparqué el auto y me paré en la la puerta. Es de mármol y tiene un poco más de dos metros de alto y cerca metro y medio de ancho. Entré, la estancia era grande y abundaban las personas con su traje policial y gente del común.

¿Por qué no la maté?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora