Su nombre es ashley una pelirroja, de ojos azules, delgada, ya con 20 años un dragón se situó en su pueblo y dejando un huevo esta decide cuidar de el por su cuenta y esto dará un giro para que pueda salir a una gran aventura
Ashley al escuchar esto se puso contenta de poder aprender tanto la magia como el combate cuerpo a cuerpo, y para mas remate tenia a la gran belleza escarlata como maestra de magia.
-A ti también se puedo enseñar algunas cosas.- Le comenta Irene a Dianna, la cual por su comentario le molesto un poco, pero en el fondo estaba algo agradecida ya que Irene era la maga mas fuerte de todos los tiempos, pero no se la daría fácil, al darse cuenta estaba roja como un tomate y volteo su cara para que no la viera haciendo que la maga solo sonriera por la poca sinceridad de la pequeña maga.
-No necesito que me enseñes.- Dice Dianna de brazos cruzados molesta.
-Ooh, vamos Dianna, la sabiduría es poder como tu dices.- Comenta Ashley, al escuchar esas palabras estas se ruborizo mas que antes lo cual era ya mas complicado.
-Ya callate Ashley, no me ayudas.- Le grita esta a su amiga con enojo.
-No tienes por que avergonzarte de recibir ayuda de los demás niña, eso es lo que te hace más fuerte para seguir... Además eso de "La sabiduría es poder" si que me gusto... niña- Dice Irene mirando cariñosamente a Dianna. Pero antes de que pudiera responder a eso llega Edward junto a Elioth, este ultimo serio como siempre.
-Te encuentras bien Irene? Lamento que todos hallan visto eso, pero Irene es una muy buena persona, y por supuesto amante de los dragones- Dice el gran caballero.
-Pero una vez mas que hagas eso Irene y yo...- No pudo terminar con su sermón por un abrazo de esta ya con lagrimas en sus ojos.
-Lo lamento, o lamento mucho Elioth, pero tenia que ayudar a esta chica... Y lo que quiera ahora es poder ser su In... Para que no pase por lo mismo que yo.- Dice Irene decidida por lo que le estaba diciendo al Capitán.
-Espero no me decepciones belleza escarlata...- Al decir esto Irene se ruboriza y evita la mirada del caballero mirando hacia abajo.
-Ha... Haré lo... Lo mejor Elioth- Comenta avergonzada por alguna razón, Las chicas quedan extrañadas por la escena ya que Irene había demostrado que era una mujer muy fuerte, pero ahora era eso... Solo una mujer, en tanto Edward solo los miraba con una sonrisa.
-Esta bien chicos, quiero que ahora descansen por que mañana van a dirigirse a a ciudad de Venore, Edward les contara el resto... Tengan una buena noche.- Dice alejándose para ir a dormir... O eso pensaban el grupo.
-No creo que vaya a dormir...- Dice Edward seriamente.
-Tienes razón, el va por AarAaz (Sirviente Misericordioso)- Dice Irene con una sonrisa en su rostro.
-Un dragón?- Pregunto Ashley con curiosidad.
-Si, es su gran aliado y amigo desde hace años, es como su extensión en los cielos.- Irene responde a a duda de Ashley.
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De las lejanías sale un gran dragón son majestuoso como su jinete, un dragón Celestial, estos dragones tienden a dividirse en dos grupos, el primero eran los dragones celestiales comunes, estos eran de una contextura delgada y refinada, de cuatro patas delanteras y traseras, con dos grandes alas. Y el otro tipo con los colosales, tan grandes como una montaña en el caso de que vivan lo suficiente de contextura mas robusta y mas tosca, pero ambos tipos de dragones amaban lo mismo, volar a grandes alturas más allá de mas nubes para que no los vean a simple vista, camuflándose con el cielo, por eso su nombre.
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Rápidamente Irene dejo de admirar al dragón par centrarse en sus nuevas estudiantes, aunque una no quisiera nada con ella, pero al voltear vio que las dos, incluido Edward la miraban con una pequeña sonrisa en su rostro. Esta al entender por que la miraban nuevamente se ruborizo.
-No me miren de esa manera!- Les grita a los tres avergonzada.
-Mirar de que manera? A que se refiere?- Pregunta Edward con un tono de burla y una mirada coqueta. Irene se sentía acorralada, luego miro a sus nuevas estudiantes.
-Claramente le gus...- No alcanzo a decir Dianna algo ya que Edward se tapo su boca con ambas manos poniéndose claramente nervioso.
Irene se encontraba con su mirada baja y su gran sombrero tapaba sus ojos, los tres amigos no podían verla, esta se encontraba roja como un tomate pero no quería que sus nuevas alumnas la vieran así, pero alguien interrumpió.
-Lady Irene, tenemos que ir a Venore.- dice Edward seriamente, al escuchar esto la maga levanta su cabeza para mirarlos seria y severamente a los tres, estos al ver su cambio repentino solo tienen un escalofrió en todo su cuerpo.
-Esta bien, sera un viaje largo, mañana por la mañana comenzaremos una nueva aventura... juntos- les sonríe a los tres amigos. Estos al verla solo piensan en lo bipolar que puede ser su nueva compañera de viaje, y viendo el poder que les demostró antes tienen que procurar no hacer o decir algo que la haga enojar, ya que su temperamento es algo... explosivo.
Los aventureros fueron a hacer sus respectivas campañas, Dianna y Ashley en una carpa, y los dragones se acurrucaron juntos a la fogata que previamente se hizo. Mientras tanto Edward se encontraba mirando las estrellas pensante.
-Por que no les dijiste de lo muestro pequeño dragón.- Desde los arboles salio Irene con una mirada preocupada.
-No es el momento para decirlo, ademas... Es fácil darse cuenta que Dianna no confiá en ti... No plenamente como yo.- Dice confiado de Irene.
-Vamos, si eres realmente un amor de dragoncillo.- Dice Irene de manera cariñosa hacia el caballero que estaba todavia con su armadura puesta.
-N... No digas tonterías Lady Irene.- Dice el caballero sonrojado por los comentarios de la maga.
-Vamos no te pongas así... Veo que a final sigues siendo el mismo niño de antes de conocer a Elioth.- Comenta Irene riendo por la vergüenza del caballero.
-N... No te burles de mi madre!- Dice Edward claramente avergonzado...
Irene solo al escuchar el apodo de "madre", se siente realmente alagado y quería, ya que esta abraza al jinete por su espalda con gran calidez.
-Gracias por todo... Mi dragoncillo...- Finaliza diciendo esas palabras Irene para luego ir a dormir, ya que al día siguiente comenzarían una buena aventura...
