Capitulo 4: Criá de Dragón

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En cuanto el dragón me miro desde el suelo lanzo un pequeño grito como si llamara a su madre yo no entendía muy bien lo que pasaba, pero si sabia que esos llamados eran para mi.

el pequeño dragón se inquieto un poco, así que le llame la atención.

-Oye pequeñín, calmate yo estoy aquí- el dragón me miro y se calmo pero por una extraña razón sentí algo raro en mi pecho... era como una emoción raro pero no le tome mucha importancia y seguí mirándolo y se tumbo en el piso agachando la cabeza como si estuviera triste, así que lo anime con una sonrisa e inmediatamente se paro en sus patas abalansandose sobre si nuevamente gruñendo de una forma feliz.

En eso recordé - como tendré un dragón acá en mi casa, que pasara cuando tenga hambre - en eso junto a mi pensamiento el dragón se acerco a su huevo ya rota y comenzó a comérselo

-Que haces- le dije, pero me di cuenta que era una tonta ya que el huevo era su primer fuente de alimento pero... que es lo que come un dragón bebe? El dragón comía como loco y mi desesperación aumentaba por el hecho de saber que comía ese dragón pero para empeorar las cosas me había olvidado de mis clases de esgrima que tanto amaba.

-Maldición, ahora si que estoy muerta como pude olvidar algo tan importante como eso... pequeñín quiero que por nada del mundo salgas que aquí me entendiste- le dije al dragón y seguido de eso salio corriendo, cerrando bien la puerta y tomando mi espada junto a mi estoque.

Rápidamente me dirijo a las afueras del pueblo cerca de donde llego el dragon en un centro de entrenamiento, ahí me esperaba mi instructor.

- Por que llegas tan tarde ashley?!-

-i... in... instructor, h... hola lo siento tuve un inconveniente ese drag- no alcance a terminar ya que mi instructor me interrumpió.

-Nada de instructor ashley, como es que llegas tan tarde a tus clases de esgrima, ya el dragón esta muerto y no hizo mayores daños a tu casa!-

-Lo siento señor, de verdad no volverá a pasar... (espero)-

-Lo bueno es que ya paso todo, tu y tu familia están bien?-

-He, ah si, si ellos en ese momento estaban en un pequeño vieja vendiendo sus productos y mi casa solo tiene un lado con hielo, pero eso lo resuelve el sol- le dije sonriendo.

-Por lo menos, que bueno que mataron a ese dragón lo único que hacen es destruir todo lo que ven y roban todo el oro que puedan-

-Cielos de verdad que odia a los dragones instructor- le respondí.

-No es que los odie, es lo que hacen son unas maquinas de mata, han matado a miles de humanos solo por diversión o por alimentarse-

-No hacemos lo mismo? hace un rato matamos a una mad... dijo a un dragón como alimento y confeccionar cosas con sus huesos- mi instructor se quedo callado y sus mejillas se pusieron un poco rojas.

-Basta de charla y comencemos de una vez con tu entrenamiento- dijo él.

-Vale- asentí con la cabeza y comenzó el entrenamiento.

Paso una hora aproximadamente y ya estaba muy cansada, tal vez era solo el entrenamiento o por el dragón que ya vivía en mi casa.

-Pareces mas cansada de lo normal, que te sucede eres mas que eso-

-Lo siento tengo la mente en otro lado... tal vez no es mi día-

-Te entiendo, estuviste a punto de morir congelada por un dragón... sera mejor que te vayas a casa y descanses... es todo por hoy!-

-Que?! esta hablando enserió señor?-

-Si, debes estar afectada por el dragón así que te daré el día libre ashley, disfrutalo-

No supe que decir solo... -gracias, muchas gracias- me despedí de los demás y fui directo a mi casa cuando de la nada salio mi gran amiga.

-Ashley, hola!- salte del gran susto que me dio ella y gritando a la vez.

-Maldición Dianna, deja de haces eso maldita loca-

-Lo sieeentooo ashley, pero no te he visto en un buen rato y te vi tan pensativa corriendo que no evite asustarte-

-Maldita loca, siempre que pasa el tiempo y no nos vemos me asustas-

-Lo sientooo, pero quería ver como estabas con lo del dragón y ya que eres mi amiga de toda la vida voy a ir junto a ti para tu casa-

-QUE!? e...es...estas hablando enserió?!-

-Claro, a pasado un tiempo desde que no nos vemos y tenemos que hablar de tu experiencia con ese terrorífico dragón de hace un rato-

No sabia que decir -e... esta bien jaja- dije con una risa nerviosa, que podía hacer, ahora tengo un dragón en mi casa y voy junto a Dianna.

-Jaja, Dianna que piensas de los dragones?- le pregunte nerviosa.

-No lo se, dan miedo pero no creo que sean malos, solo quieren un lugar donde vivir tranquilos y no pueden por que estamos nosotros- Dianna había dicho esto con un tono de tristeza.

-Dianna? Por casualidad te gustan lo dragones?- pregunte sin pensarlo.

-Q... Que?! N... no es eso solo que... Si, esta bien me gustan los dragones... no me veas como un bicho raro por favor ashley me deprimí-

-No te preocupes que a mi igual me gustan- la interrumpí ya que comenzaron a salirme lagrimas de sus ojos-

-Estas hablando enserió ashley?!- pregunto con una gran sonrisa en su rostro.

-Si, de hecho tengo algo muy importante que mostrarte cuando lleguemos a mi casa, pero quiero que guardes el secreto con tu vida... me entiendes?-

-Tan importante es tu secreto ashley, como para prometer mi vida jajaja-

La mire seriamente y le respondí -pues claro que si esto te gustara Dianna-

llegamos a mi casa y abrí la puerta muy despacio para no hacer ruido y esperando que el dragón siguiera en el sótano.

Por suerte todo estaba bien arriba así que procedí a llevar a Dianna al sótano, con algo de miedo ya que sabia como reaccionaria el dragón.

-Oh... dios... mio, que diablos es eso ashley?!-

-Bueno... este es... mi dragón aja-dije con una risa nerviosa, el dragón estaba dentro del horno de hielo que le había hecho hace un buen rato.

-Aah, pero que lindo es!- dijo Dianna locamente.

-No te da miedo Dianna?-

-Claro que no, es muy pequeñín como para temerle-

-Pero es un dragón, algún día podría comerte fácilmente y tu... Lo tomas como si nada (?!)

Dianna tomo al dragón y lo levanto como si se tratara de un bebe humano o una mascota.

-Como no quieres que lo levante si es precioso, como lo atrapaste?-

-Estaba su huevo al lado del dragón que mataron hace poco, ella era su madre...-

-Ouh, pobrecito y ahora como sobrevivirá este dragón, sus madres lo cuidan por lo menos un año antes de dejarlos por su cuenta-

-Cielos Dianna no sabia que supieras tanto de ellos- dije asombrada-

-Los he estudiado en secreto, ya sabes por ese estúpido "tabú", no me sorprendería que los dragones nos odiaran por todos los que hemos matado-

-Tienes razón, ahora que sabes mi secreto tendrás que ayudarme con NUESTRO dragón y que crezca y podamos demostrarle a los demás que los dragones no son malos.-

Una historia de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora