Milán, Italia
Academia de Bellas Artes de Brera
Su amiga y ella caminaron hacia el estudio para los esbozos de modelo vivo, mientras iban charlando.
―¿Supiste que hoy habrá modelo nuevo? ―le preguntó.
―Para nada, no me fijé en la página ―acotó sin ánimos de nada.
―No había nada en la web, me acabo de enterar ―le respondió entre risas.
―¿Y cómo me iba a enterar entonces? ―le inquirió con burla.
―Creí que viste algún folleto en el tablero principal de la universidad o lo escuchaste por ahí ―sugirió.
―No tenía idea que hubiera modelo nuevo hoy, ¿y es hombre o mujer? ―cuestionó con intriga.
―No lo sé ―dijo levantando los hombros sin tener idea.
Diez minutos después, el profesor se presentó ante la clase, explicando el tema de ese día. Iban a realizar un boceto de torso desnudo y rostro. Cuando llamó al modelo que posaría, este caminó hacia el estudio para presentarse delante de los alumnos. Fiorella quedó petrificada cuando lo vio allí.
―Creo que no necesita presentación o que les diga quién es ―comentó el profesor a sus estudiantes―. El señor Cassiragghi se ofreció amablemente a ser modelo por un día.
―Buenas tardes a todos ―les emitió con simpatía y una sonrisa.
Las chicas estaban enloquecidas aunque intentaban no demostrarlo.
Tener a Luka allí para Fiorella fue lo peor.
Los alumnos se prepararon y el profesor le habló al hombre;
―Cuando guste puede sentarse para posar ―le ofreció a que avanzara.
―Gracias ―le respondió amable.
La clase duraba dos horas y fueron dos horas de tortura para la joven, porque él no desviaba la vista de encima de ella. Lo más terrible era que debía estar sentado y apoyando las manos a los costados sobre el cubo blanco. Luka no sabía cómo pero presentía que la muchacha la estaba pasando incómodo y mal por el dolor que le estaba provocando el hombro, se lo veía en la cara. Ella tuvo que realizar los sombreados con la mano izquierda porque sentía que no podía más con la diestra.
Cassiragghi miró atentamente el boceto de la joven que estaba dibujando de él y se sorprendió con la exactitud con la que lo estaba plasmando, tenía un increíble don en sus manos y quedó aún más sorprendido con los detalles que lo estaba esbozando.
Una hora después, el profesor dio un receso de veinte minutos y ella aprovechó en tomar la botella de agua y un analgésico para que el dolor se le pasara un poco. Él había ido a colocarse de nuevo la camisa mientras bebía un café.
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Noches de Tormenta ©
RomanceErnesto Tassone es el ingeniero jefe de carrera de la gran prestigiosa MS1. Por cuestiones externas a él cae en su propia trampa y trunca su labor y desempeño en una de las escuderías más importantes, lo que lleva a poner en peligro la vida de un pi...