Tres días más tarde, la muchacha entregó su trabajo a domicilio porque la señora que la había contactado por correo electrónico así se lo pidió. La zona era residencial también y estaba bastante alejada de donde su padre y ella vivían. Cuando llegó, aparcó el coche, tomó la cartera y el trabajo en un cilindro de acrílico de color azul eléctrico, salió del vehículo y caminó hacia la entrada principal. Un solo toque en el timbre le bastó para que la mujer del otro lado le abriera la puerta y con una enorme sonrisa la invitó a pasar al interior de su casa.
―Hola, encantada en conocerte ―la señora le dio dos besos en las mejillas.
―Hola, el gusto es mío señora ―sonrió con amabilidad.
―Ven, pasa por favor, iremos a la sala así me muestras el retrato. Puedo verlo, ¿verdad?
―Sí, por supuesto.
Fiorella destapó el cilindro y extendió el papel sobre la mesa de la sala.
―Es perfecto ―respondió con sinceridad―, a mi ahijado le encantará, se lo regalaré junto con otros regalos más en su cumpleaños ―expresó demasiado satisfecha.
―Me alegro mucho que le guste ―dijo con respeto―, ojalá que a su ahijado le agrade también ―comentó.
―Ay por favor, te pido que me llames Gianna. ¿Te puedo ofrecer un refresco? Hace bastante calor para ésta época del año.
―Sí, me vendría bien un refresco, muchas gracias.
Cuando la señora caminó hacia la cocina, ella se quedó mirando las fotografías que estaban en portarretratos sobre el mueble contra la ventana que daba al jardín trasero. Hasta que una de ellas le llamó la atención porque se encontraban abrazados la mujer, su marido, una hija y dos hijos, uno de ellos era Luka. Quedó de piedra cuando se dio cuenta de aquello.
Gianna volvió y le entregó el vaso en sus manos.
―Gracias.
―No puedo creer la precisión con que detallaste las expresiones de su rostro y la mirada, es increíble ―dijo una vez más muy contenta.
―Te lo agradezco. Antes de arruinar el trabajo, decidí probar otros bocetos con detalles de color, creo que el resultado final quedó lindo ―emitió la joven.
―Es un encanto, todos quedarán fascinados ―replicó Gianna con alegría.
―Espero que sí ―rió la joven estando satisfecha con su obra―. Perdón mi indiscreción, ¿son tus hijos los de la fotografía? ―preguntó algo incómoda.
―Así es, ¿y tú? ―inquirió―, Fiorella, la novia de mi hijo ―contestó con una sonrisa tan genuina y cariñosa que la hizo sentir mal por lo que él y ella estaban atravesando.
―Sí, supongo que sí ―fue lo único que pudo decirle seguido de una sutil sonrisa.
La joven a partir de allí se sintió entre cómoda y que estaba en un engorro por saber que aquella mujer era la madre de su ex, o quizás todavía novio, ya no sabía aún qué era Luka para ella.
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Noches de Tormenta ©
RomanceErnesto Tassone es el ingeniero jefe de carrera de la gran prestigiosa MS1. Por cuestiones externas a él cae en su propia trampa y trunca su labor y desempeño en una de las escuderías más importantes, lo que lleva a poner en peligro la vida de un pi...