—De seguro esto es un efecto colateral de tu particularidad, (T/N)-chan —planteó Kirishima, quien me había hecho el favor de traer una botella de agua y me la extendía.
Luego del segundo ataque ocurrido en el mismo día me encontraba sentada en una banca, los codos recargados en mis rodillas y me cubro el rostro, los cabellos tapando la imagen de mi visiblemente afectadas expresiones. Aún mis dedos estaban manchados y mis uñas ensangrentadas por intentar limpiarlas de forma apresurada, aunque no importaba ocultar mi malestar, Katsuki y Eijirou se percataron de esto, el pelirrojo no dejaba de hacer preguntas, sacar sus propias hipótesis pero el rubio se limitó a permanecer sigiloso, con su faz turbia y estrujaba la tela de su pantalón entre sus gruesos dedos.
Me tendió un pañuelo para que eliminara los rastros del líquido en mis palmas y exhaló, como si buscara serenarse por más que quisiera tener un arranque histérico y agresivo en ese mismo instante. Bakugou resultaba alguien fácil de leer, cual libro abierto al menos para mí pero no quise indagar en lo que sea que estuviese taladrando su mente suspicaz.
—Chicos, de verdad no se preocupen. Estoy bien, solo fue una tos fuerte y mi garganta sangró por el forcejeo, generando eso —insistí, bebiendo un sorbo y sintiendo alivio por el frío en mi adolorida cavidad.
—Ni una mierda, eso no es algo que te ocurra todos los días —musitó el de iris carmesí, arqueando una ceja y volteándome a ver—. Ahora iremos a donde la vieja besucona para que te haga unos exámenes y no aceptaré un no como respuesta.
Supe que no podría rechistar, la determinación teñida en su semblante y es que en esos casos no existía manera de frenar al rubio ceniza. Para ese instante la presencia del chico de dentadura puntiaguda pasó a un tercer plano, todo por la mirada penetrante y capaz de derretir al más duro témpano de hielo que expresaba, un foráneo vaivén alertó mi intuición cuando analicé su comportamiento. Sin embargo, no quería pensar tanto, aquello sin duda me estaba pasando factura.
Estaba siendo arrastrada literalmente por la brusquedad repentina de él, sus ojos fijos al frente sin pararse a dirigirme la palabra en el trayecto. Escuchaba los gritos de Uraraka incitando a Deku para que subiera a la taza de té que daba la vuelta suspendida en los aires, las quejas de Kaminari porque Jirou no le prestaba atención y para rematar la visión de Yaoyorozu arremangada del brazo de Todoroki, el cual no expresaba ninguna emoción aparente por su cara estoica, incluso podría darme el lujo de llamarla indiferente tomando en cuenta que ella parecía un tomate y él ni siquiera se mostraba interesado en lo que sea que estuviese diciendo.
Un sabor amargo me inundó el paladar, alejando mis orbes de la escena antes de que pudiese demostrar una expresión decaída o desilusionada que me delatara frente al rubio. Digo, si me atrevía a contarle que me gusta su enemigo éste probablemente me ahorcaría mientras duermo, por lo que discrepo de esa opción.
—No necesito esto, Katsuki. Ya me siento como nueva, aunque tenga picazón y quiera hacer onomatopeyas para poder rascarme la garganta —aclaré, encogiendo mis hombros pero lo distinguí demasiado decidido y necio como para hacerle cambiar de parecer.
—Te haz estado comportado bastante chocante estos días, (T/N). A mí no me puedes engañar, ni ocultar cosas —reprochó con sorna, sonriendo de manera soberbia—. De la misma forma en la que tú me conoces y sabes como me afectan algunas situaciones, yo lo hago contigo.
Tragué saliva, sintiéndome instantáneamente más pequeña en comparación a su altura y complexión dura. No quería que éste se diera cuenta de lo que me estaba costando un montón desaparecer, acarrearía más complicaciones de lo que me imagino y lo posible es que termine gritando una serie de insultos, negándolo todo y enterrando el tema junto a los sentimientos que se unían en mis entrañas; es casi igual a la idea de que comieras mariposas y éstas revolotearan con frecuencia en tu estómago pero poco a poco van falleciendo, haciéndote vomitar hasta la última parte de amor, admiración, fascinación y lo que sea por la persona en cuestión.
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Pétalos Congelados ❀ Todoroki Shoto
FanfictionContadas son las personas que conocen la vieja historia sobre la planta que habita en los pulmones del individuo y crece a medida que aumenta el amor hacia su alma gemela, por lo que era como un rumor vago; casi fantasmal que apesar de los años que...