Epílogo.

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«Y la voz del británico resonó en la cabeza de la ahora adulta, entonando su canción favorita:

"A love like ours
Could never die
As long as I
Have you near me

Bright are the stars that shine
Dark is the sky
I know this love of mine
Will never die
And I love her."»

Cinco años transcurrieron rápidamente,  los cambios de las estaciones se vieron manifestados en la evidente madurez que cosecharon los personajes de esta historia y ahora se les vislumbraba caminando por un parque; justo donde florecen los árboles de cerezo, que desembocan un río de pétalos rosados alrededor de la pareja. Van tomados de la mano o más bien del corazón como diría un difunto escritor, disfrutando de la compañía del contrario en silencio y siendo capaces de percibir sus latidos rítmicos en la misma sintonía, armando una sinfonía que es fácil de atisbar si tocas el pecho. Después de los infortunios acontecidos en ese turbia temporada, todo fue evolucionando y hallando un sentimiento más fuerte, resistente y resplandeciente que prosperó en sus entrañas. Ese largo sendero —que aún no finaliza— tuvo sucesos hilarantes, dificultades y un sinfín de escenarios en los que creyeron caer a un risco, pero vencieron a los gigantes que se alzaron en contra de ellos; luchando mano a mano, cubriéndose las espladas y formando el equipo ideal para defender sus ideales respecto a la justicia.

Su relación se fomentó encima de unos cimientos repletos de valores, estrechando un lazo que para esta época se sostenía todavía más recio, sólido y sagaz. Avanzando paulatinamente en cuanto a confianza se concierne, desestimando malos hábitos que podían separarlos y descartando temores que ya no tenían sitio en el libre espacio de sus mentes. Es sorprendente oír dichas buenas noticias que se esparcieron por el numeroso grupo de ex alumnos de la U.A, de aquella problemática y talentosa generación que obsequió a la sociedad héroes y heroínas que desempeñan con inteligencia, honradez y humildad sus cargos. Posteriormente del hanahaki disease de (T/N) el efecto dominó desencadenó muchas metamorfosis en su vida, estas por supuesto, fueron necesarias. Mientras que por otro lado, Todoroki aprendió un montón de cosas que jamás olvidaría puesto que ellas lo habían traído hasta aquí, depositando en sus manos importantes lecciones que se grabaron con fuego en su espíritu.

Suspiró enternecido aunque le costaba admitirlo a la par que observó la faz de su amada, ésta destilaba una paz indescriptible y sintió la brisa mover sus hebras. Se convirtió en la mejor versión de sí misma, por lo que no se cohibió de estar muy orgullosa de lo que logró a pesar de los diversos percances, inconvenientes y baches en la vía por su traumático pasado. Él tampoco permitió cerrarse a la posibilidad de palpar ese amor que expresaban en los libros, en ese preciso momento se encuentra sin aliento; fascinado, extasiado y aletargado por la atmósfera dulce que fluctúa en el entorno. Se mantiene ajeno a emociones distintas o antónimas, percatándose del tenue bermellón que decora las mejillas de la mujer a su lado y sonríe con naturalidad, un gesto que perdura cuando está con ella.

—Gracias (T/N) —murmuró el de iris heterocrómaticos, acariciando el pómulo de la fémina que no tardó en clavar sus orbes sobre el varón—, gracias porque te haz quedado sin importar lo lento e inexpresivo que puedo llegar a ser respecto a temas sentimentales.

La aludida parpadeó; entre confundida y asombrada por tal declaración. Su risueño semblante demostró lo que pululó en su imaginación, coloreando casi por completo sus facciones de rubor. La verdad era que Shoto seguía sorprendiéndola cada día que podía con palabras y hechos, estos guardándose en el álbum fotográfico de sus memorias, en los cortos párrafos que escribió en su libreta de notas... Le gustaría utilizar una palabra en concreto para definir lo que siente por el de cabellos rojizos y blancos, pero no existe alguna para profesar lo que dictamina su corazón al observarlo.

—No tienes porqué agradecer, sabes que para mí es un placer estar aquí y compartir este vínculo inquebrantable contigo —musitó, sonriéndole con el fulgor desprendiendo de sus gráciles rasgos. Delineó los labios del héroe profesional, encantada por la bonita forma que estos poseen y recordando que son los únicos que la besan—. Tú quisiste aprender a amar y yo solo te mostré lo que para mí significa, aún cuando somos imperfectas y estamos sujetos a la inmundicia. No me arrepiento de esperar para poder hallarte y que pronunciaras eso en voz alta.

—Te lo dije una vez y te lo repetiré las veces que sean necesarias; —contestó, el sol iluminando la escena con sus rayos dorados. Una fragancia acogedora les invadió el sentido del olfato— recurriré a todas las maneras posibles para que siempre tengas claro lo que he estado cosechando estos años.

»No importa si te vas y debo aguardar por ti un millón de años más, o si el cielo se oscurece tal punto en que no veo rastro alguno de tu presencia. Este sentimiento que llevo adentro no morirá, porque te amo a ti y las estrellas allá arriba son testigos de ello.

(T/N) se lanzó a sus musculosos brazos, quedando atrapada en el contacto que le infundió calidez y enterró su nariz en la clavícula del hombre, deleitándose con el peculiar aroma que tiene su alma gemela. Este revolvió su cabellera, sumergiendo sus gruesos dedos en las hebras oscuras y sonriendo por lo sensible que se ha vuelto la fémina; ablandando su dura fisionomía, sus labiales que saben a chocolate lo volvieron adicto desde el primer momento y así destruyeron la coraza que le rodeaba, encontrando su parte más tierna y risueña encerrada en una torre, custodiada por un perro de tres cabezas.

Él la liberó, pero fue porque ella lo consintió y pronto se rindió el fantasma que la torturó. Puesto que la protagonista triunfó sobre los demás, salvándose así misma y al bicolor de un triste final.

«I give her all my love
That's all I do
And if you saw my love
You'd love her too
I love her

She gives me everything
And tenderly
The kiss my lover brings
She brings to me
And I love her.»

¡Ahora sí! Este es el final

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¡Ahora sí! Este es el final.

Espero que hayan disfrutado de esta historia; que apesar de no ser la mejor, la más espectacular y toda la cosa.

Me encantó escribirla y me siento alegre conmigo misma por lo que hice esta vez.

—Stormy.

Pétalos Congelados ❀ Todoroki ShotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora