Mi mente estalló, puedo compararlo con la metáfora donde el huevo es lanzado de un segundo piso e impacta contra el pavimento, siendo quebrado y destrozado en fracciones de segundos. Pensé que la materia gris se me iba a escurrir por los oídos cuando releí el mensaje y empecé a conectar los puntos, intentando hallar el confort en una respuesta razonable y simple para la citación de Todoroki, porque sí, es demasiado sospechoso y sibilino. Vernos en la cocina, solos, a la medianoche y sabiendo perfectamente que nadie nos interrumpirá porque mañana es día de escuela, suponiendo que todos estarían dormidos; rondando el quinto sueño en los brazos de Morfeo.
Me di cuenta que Kirishima estaba en línea hacía unos breves instantes, abriendo la burbuja de conversación para comentarle lo que está por suceder. Sin embargo, mi dedo se queda suspendido en el aire antes de pulsar el icono de enviar y respiró hondo, la familiar sensación de obstrucción en mis vías respiratorias apareciendo en la solitaria estancia de mi habitación. Eso sería desacato a lo que me pidió el bicolor, si era por eso debía poseer una explicación comprensible y luego él me la daría, así que borré los dígitos escritos, colocando el dispositivo en mi almohada. De repente los nervios me dieron una sacudida vehemente, si ya me extravío en la intensidad de su mirada en medio de la multitud no quiero imaginarme como será cuando estemos cara a cara y se torna inevitable no atisbar las constelaciones que resplandecen en sus tiernos orbes de distintos colores, para muchos estos transmiten frialdad y estoicismo, cuando la verdad es que hay un montón de sentimientos burbujeando, sin saber como mostrarlos en el exterior.
—Okay, suficiente de reflexiones —hablé en voz alta para mí misma, colocándome un suéter amarillo pastel por la decadente temperatura.
Eché un vistazo a los números rojos del reloj, corroborando que faltaban cinco minutos para que diera la hora exacta y armada de valor emprendí el corto camino hacia el sitio, mordisqueándo mi labio inferior cuando estaba en las escaleras. Todo el edificio yacía en penumbra, por las ventanas se colaban vagos rayos de luz platinada que servía al orientarme, deslizándome sigilosa por los pasillos sin hacer el mínimo ruido y que éste pudiese alertar a cualquiera de mis compañeros. Cuando me asomé vislumbré la bombilla prendida, además de una sombra que se mecía con ansiedad por los alrededores y me contagió de esa sensación. No obstante, dudo que esté tan expectante como yo ya que no tengo ni la más remota idea de que dirá... esto ya parece novela dramática, que angustia.
Me di ánimos mentalmente, entrando al lugar y observando la fisionomía de Shoto, podía notar lo turbio teñido en su semblante. Este me analizó de hito a hito, pasándose una mano por el rostro y soltando exhalaciones cargadas de lo que pude identificar como frustración. Llevaba una pijama de All Might, en otro panorama me hubiese reído a carcajadas al toparme con él vistiendo de esa manera, pero la silenciosa seriedad es inmensamente aplastante como para desviarme del tema primordial.
¿Por qué estoy aquí?
—Lo siento por ese suspenso superfluo, pero estaba demasiado enajenado que no me percaté de lo que escribí con exactitud —se disculpó, recostado a la pared y de brazos cruzados. Podría jurar que está escuadriñando mi frágil alma con sus iris—. Me deja un poco más tranquilo el hecho de que hayas podido venir sin ningún problema.
—¿Por qué no habría de hacerlo? Digo, estoy bastante bien —contesté, la incertidumbre danzando en esa atmósfera y la tensión correteando alrededor de ella.
Él pareció titubear unos momentos, tal vez demasiado concentrado en sus propios divagues que le hacían perder el hilo del diálogo y ahí una sensación de vértigo me incitó a sujetarme de la encimera. En ningún instante despegó sus deslumbrantes ojos de mí y me asusté cuando percibí la hinchazón de la planta, el cosquilleo en mi tráquea y el sabor metálico.
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Pétalos Congelados ❀ Todoroki Shoto
FanfictionContadas son las personas que conocen la vieja historia sobre la planta que habita en los pulmones del individuo y crece a medida que aumenta el amor hacia su alma gemela, por lo que era como un rumor vago; casi fantasmal que apesar de los años que...