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Hoy es día de bicicleta, así que cuando salgo de trabajar regreso a casa en ella, el trabajo me a distraído de mi verdadera preocupación: Max.
¿Cual es el primer paso que debo dar para acercarme a él?, la verdad no lo sé, ¿Por que cuando eres adulto las cosas se complican mas?, cuando eramos unos adolescentes fue más sencillo entablar una amistad con él, bueno, al principio para mi era eso, solo una amistad ya que no tenía conocimiento de lo que él sentía por mi.

Quizá el primer paso que debería dar sería invitarlo a salir, claro, en plan de amigos. El sonido de un claxon me saca de mis pensamientos haciendo que me detenga, una camioneta se detiene junto a mi, por la ventana Jason me saluda con un asentimiento de cabeza, como siempre, yo hago lo mismo.

–¡Ám, hola!– el pequeño cuerpo de Emma se inclina hacia delante para poderme ver

–Hola Emma– sonrió, ella se gira al interior

–Saluda Max– la sangre se me hiela con tan solo escuchar su nombre, luego su cuerpo y cara aparecen en mi campo de visión

–Hola Ámbar– la sonrisa que me dedica hace que mi corazón se acelere

–Hola– intento hacer otra sonrisa –Max– termino el saludo.

–Oye Ám, íbamos a comer una pizza, ¿Quieres venir?– dijo Emma

–Mm… yo– mire mi bici –Traigo bici–

–Puedes ponerla en la parte trasera de la camioneta– habla Jason y yo le miro con cara de "por que no te callas"

–Por favor Ámbar, me harías muy feliz si vienes con nosotros–

–No quiero interrumpir su momento familiar– digo

–Para mi hermana y para Jason eres como de su familia así que no tengo problema alguno en que vengas– dice Max y ahora me e quedado sin excusas

–Esta bien– termino aceptando, dirijo mi bicicleta hacia la parte trasera de la camioneta

–Dejame te ayudo con eso– dice Jason, por suerte la calle esta desierta.

Baja y me ayuda a subir la bicicleta con cuidado. Luego me dedica una sonrisa de "ya quedo, vámonos", la cual no logro imitar y en su lugar me sale una mueca, así que antes de que los dos nos subamos a la camioneta me detiene.

–Escucha, se que te sientes incómoda al estar cerca de Max, pero evitarlo no resolverá nada–

–Solo no quiero hacerlo sentir incómodo a él–

–Pues con tu actitud lo estas logrando– agacho la mirada –Mira, tan solo tratalo normal, así tendrás la oportunidad de acercarte más a él– respondo con asentimiento y los dos nos vamos a nuestros respectivos lugares.

Durante todo el camino no dije nada, solo me límite a sonreír cuando alguien decía mi nombre o me miraba, estaba nerviosa, no podía evitarlo, menos teniendo a Max a un lado de mi. Cuando llegamos a la pizzería Emma eligió una mesa cerca de la ventana en la que justo ahora tan solo estamos sentados Max y yo, pues Jay y ella han ido a ordenar. Hay un silencio incómodo entre nosotros a pesar de el ruido del lugar, lo observo mientras el juega con sus dedos hasta que alza la cabeza y sus ojos se encuentran con los míos lo que me hace sentir una descarga eléctrica por todo mi cuerpo

Te extraño, chico clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora