Capítulo quince, pt II: "Apariencias que engañan y vestidos para los machitos."

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—Recuerdame por qué simplemente no los encaras como siempre—gritó Logan, con cansancio, quien se había unido al igual que Dylan, Adam y Oliver a la persecución ya que, casualmente se los habían conseguido en su camino.

O como el pelinegro pensaba, más bien por desgracia. El solo quería un recorrido tranquilo de regreso a su habitación, pero al parecer ni siquiera eso era posible con sus amigos cerca.

— ¿Aún no lo notas, cierto?—burló Blake—. No eres tan inteligente como crees, Jones.

Continuaron corriendo alrededor de veinte metros más, esquivando a las personas lo mejor que podían. A diferencia del pasillo donde accidentalmente—o más bien, por culpa de Connor y Jayden—casi los atrapaban, el campus de Philips Exeter estaba muchísimo más frecuentado tanto por estudiantes del mismo, como por chicas de Winchester.

Hecho de esperarse, considerando que era viernes después de clase y gran parte solía reunirse en la plaza ya que, rodeando a esta, se encontraban la mayoría de los mejores establecimientos de comida.

— ¡Frente a la fuente!—señaló, luego de volver la vista por algunos segundos y notar que los jugadores de fútbol apenas venían por la reja de separación, es decir, bastante separados de ellos—. ¡Apresurense!

Sin chistar, los otros seis se dirigieron al mencionado lugar. La mayoría de los estudiantes al apenas toparselos prácticamente habían decidido ir tras ellos de manera discreta pues sabían que detrás de esa improvisada carrera, algo bueno se avecinaba.

Todos, a excepción de Adam llegaron jadeantes por el cansancio a la fuente, el rubio aprovechaba de estirarse mientras sus amigos recomponían fuerzas con las manos apoyadas sobre sus rodillas. Después de todo, habían corrido durante al menos media hora, haciendo el camino más largo zigzagueando por los pasillos de Winchester.

—Deberíamos hacer estas cosas más seguido—mencionó el rubio, radiante.

— ¿Aún más?—cuestionó Logan con sarcasmo.

—Díganme que luego de esto no tendremos que ir al gimnasio—Dylan se sentó a la orilla de la fuente completamente pálido—, creo que todo lo que he comido en la clase se ha revuelto en mi estómago.

Una arcada que supo controlar vino al castaño, Connor que a diferencia del resto había recordado el poder que tenía sobre las chicas, se había acercado a un grupo de ellas que les observaban entre cuchicheos y pedido un poco de agua, a lo cual, evidentemente no se negaron y entregaron una botella completa.

Se la extendió a su amigo mientras colocaba una mano en su hombro, esperando se recuperara pronto.

—Creo que ya puedes explicarnos por qué tanta carrera—mencionó Oliver, con más fuerzas.

—Es sencillo—Ethan, que también se había sentado al borde de la fuente sonrió mientras arreglaba la camisa de mangas largas del uniforme a la altura de sus codos —, solo miren a su alrededor.

Los seis hicieron lo que les pidió con confusión. Después de algunos segundos observando, no encontraron nada.

—¿Hay... gente?—cuestionó Jayden con una mueca, desajustando la corbata.

Después de tremenda actividad física, tanta cosa encima les molestaba.

—Touche.

Andy y su séquito que había frenado la marcha en cuanto notaron que los chicos habían simplemente decidido parar frente a la fuente, finalmente les enfrentaron.

—Oh, hasta que decidieron dejar de correr como cobardes—burló Andy, con desgano.

Las personas alrededor, comenzaron a amontonarse con sus celulares en alto formando un semicírculo que encerraba a ambos grupos, entre risitas y comentarios.

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