Capitulo 4

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Capítulo 4

La invitación

Era miércoles y ya casi hora de salir, Judy estaba guardando unos expedientes en su bolsa que leería en su casa. Miró de reojo a Nick, quien estaba escribiendo en su escritorio sin prestarle atención. Si la semana pasada fue difícil, esa semana se estaba volviendo insostenible. Cuando ella decidió no escuchar las explicaciones de Nick pensó que era buena idea, pero se arrepintió justo después de decirlo, viendo la reacción herida del zorro.

Cualquier cosa que ella mencionara después no sirvió de mucho, era evidente que él estaba enfadado y ella herida, y por más que buscaran ignorarlo apenas podían estar juntos sin que volaran chispas de tensión. A eso había que agregarle la ausencia de casos interesantes en los que pudieran concentrarse. La ciudad estaba paralizada y expectante del debate por la reforma y hasta el crimen parecía haberse sentado a admirarlo.

El que las noticias y la radio transmitieran día y noche cada avance o retroceso del caso Tigerwild y las reacciones de activistas y conservadores no mejoraba el humor de los dos, pues esa tensa situación política era la causante de todos los problemas que Judy y Nick tenían últimamente. Parecía que el universo estaba conspirando para que ellos se enfrentaran, pero ¿Por qué? ¿Qué debían enfrentar?

Judy pensó que pasaría esa noche viendo películas… otra vez. Extrañaba tanto las conversaciones nocturnas con Nick, pero qué se le podía hacer, aunque ella siempre se consideraba la más madura era consciente que estaba siendo igual de infantil sobre la situación, y es que no entendía ni porqué él estaba molesto, ni porqué ella se sentía ofendida… la verdad no entendía nada ¿Qué estaba pasando entre los dos que estaba alejándolos tanto?

Su celular sonó, eran sus padres, Judy respingó y contestó, viendo de reojo las orejas de Nick moverse escuchando la situación "Bueno, parece que le sigo importando".

—¡Hola Judy-dudy!—era su padre—¿Cómo estás tesoro?—Y en esta ocasión también su madre.

—¡Hola, mamá y papá!—intentó sonar alegre, pero estaba cansada física y emocionalmente, si sus padres lo notaron no comentaron nada.

—¿Lista para la boda?

—Oh.. em, sí. Llegaré el viernes por la noche, tomaré el tren saliendo de trabajar. Ya tengo maletas listas y hasta compré un regalo—esa boda era lo único interesante que había pasado esos días.

—¡Que bien, hija! Tus hermanos están ansiosos por verte y nosotros también. Prepararé sopa de calabaza, tu favorita.

—Oh, gracias mamá, no es necesario…

—¡Tonterías! Debes comer bien, nunca me han gustado esas comidas congeladas de la ciudad, no te nutren y…

—Mamá, sigo en el trabajo—lo que menos quería era una interminable lección maternal sobre cómo alimentarse sanamente.

Escuchó la risa de Nick a su lado, el muy tonto y desconsiderado zorro que supuestamente era su amigo se divertía a expensas suya ¡Qué grosero!

—¡Cierto, perdona linda! No te molestamos más, pero antes de colgar queríamos hacerte una pregunta—dijo su madre—De hecho llamábamos por eso originalmente…

—Díganme.

—¿Traerás a un amigo de Zootopia a la boda? Ya que la invitación es para dos…

—¿Y por qué esa pregunta?

Judy no lo vio, pero Nick se inclinó poniéndole más atención a la conversación. Con lo alejados que estaban no le sorprendió que Judy no le comentara sobre un evento familiar que sonaba importante, pero el tema del acompañante sí era mucho más interesante.

Someone To Leane OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora