Las hienas de Mark
Nick llegó muy temprano por la mañana a la comisaría, como todos los días se hizo un café, le preparó una taza a Judy y se fue esta vez a su oficina, al tener ya un caso asignado no tenía que ir a la sala de juntas para recibir noticias del jefe Bogo. Su oficina era más bien un cubículo con escritorio, computadora y un pequeño archivero, al lado del cubículo de Judy. Nick tomó asiento, prendió la computadora y le dio un sorbo a su amargo café, esperando a que arrancara el procesador.
Pocos minutos después llegó Lobezno, uno de sus compañeros policías cuyo cubículo estaba cruzando el pasillo. Le saludó con un ademán y "buenos días" que hicieron reaccionar a Wilde (además del café, que estaba surtiendo efecto).
—¡Buenos días!—dijo efusivamente—Oye, me estaba preguntando si podías ayudarme con algo.
Lobezno se recargó en su asiento, mirando a Nick con una pequeña mueca y alzando la ceja.
—¿Qué es lo que quieres, Wilde?—todos en la comisaría sabían que Nick era un excelente policía… tanto como sabían que era un gran manipulador y siempre estaban al pendiente de sus jugadas.
—No mucho ¿Tú y McCuernos son quienes llevan a cabo los registros del narcotraficante Mark, no es cierto?
—Pues, sí—respondió—Aunque no hemos encontrado información nueva en mucho tiempo….
—Eso está bien, me preguntaba ¿Podrías prestármelo?
—¿Y tú para qué quieres ese archivo?
—Tengo una pista que relaciona el caso Tigerwild con Mike. Sólo quiero información para ver si debo seguir esa pista o desecharla.
Lobezno meditó, ciertamente no podía negarle a otro oficial el archivo y aunque Nick era de cuidado también era un excelente investigador, se encogió de hombros y se paró, buscando en su archivero un legajo de color celeste.
—Devuélvemelo cuando acabes, por favor.
—¡Por supuesto que sí!
Nick se sentó en su escritorio, tomó otro sorbo de café y abrió en su computadora documentos que tenía guardados en una carpeta digital sobre Mark y sus hienas. Abrió el legajo celeste y comenzó a leer todo con detalle, buscando palabras, conceptos, fechas, nombres, cualquier cosa que relacionara lo escrito en ese archivo con sus propias fuentes en la investigación.
—¡Buenos días!—saludó Judy, asustando al zorro quien estaba demasiado concentrado como para escucharla llegar.
—¡Zanahorias!—respingó—Buenos días, no te oí…
Le dio su taza de café amarilla, Judy sonrió y bebió con emoción.
—¿Qué es eso?—preguntó, asomándose para leer en el legajo celeste.
—Un expediente sobre las hienas de Mark.—respondió sin mirarla, todavía leyendo uno de los reportes.
—¿Has encontrado algo nuevo?
—Todavía no.
La conejita suspiró, Nick no le estaba prestando casi nada de atención. Se fue a su cubículo, tomó asiento y siguió bebiendo de su café, esperando que su computadora prendiera. Cuando lo hizo, sacó unos expedientes que llevaba revisando días, sin mucho por hacer.
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Someone To Leane On
CasualeTras resolver un caso de homocidio, Nick y Judy se ven inmiscuidos en un intenso debate político que pone en riesgo su amistad y los obliga a revelar sentimientos escondidos durante mucho tiempo... Yo no tengo nada que ver ,me gustó y decidí subirla...