Fauna extraña: parte 3

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-A medida que fueron pasando las horas en donde los dos animales parlantes estaban buscando a la misma rana vaquero para pedirles ayuda para sus máquinas, aunque no sabían que ese mismo punto les traería cierto problema al llegar.-

Hanna: vaaamos, esto debe quedar cerca, esa rana escurridiza no puede estar tan lejos.

-Los os chicos estaban algo mareados por los movimientos que daba aquel barco pero podían ver perfectamente su alrededor, no encontraban nada de lo que fuera normal en aquel extraño manglar del cual su olor no estaban dejando mucho al disfrute de sus narices quienes solamente querían arrancarse de sus puestos y salir huyendo de la vista de todos hacia un lugar con aromas bastante agradables y dulces para ellos de tal forma que no quieran regresar, pero no podían hacerlo así que debían aguantar las náuseas.-

Yigún: me pregunto si Mark estará bien.

Elisa: claro que estará bien, seguramente ya estará feliz mientras disfruta del sitio en donde está.

-Mencionaba con ligera frustración pues no se conocían a pesar de que estaban tratando de hacerlo no estaban con la plena confianza de que todavía puedan considerarse un equipo o buenos amigos ya sea por algún interés o quizás algo más allá de eso en particular, así que la chica solo estaba mirando alrededor mientras que el grandote simplemente estaba entretenido con los animales extraños pero adorables que se encontraba en el camino en lo que la jabalí estaba mirando hacia adelante.-

Hanna: ¡allá debería de estar! Prepárense para llegar.

Elisa: ya era hora.

-Los dos se preparaban para en cualquier momento detenerse, mientras que el cocodrilo gigante y Mark estaban andando por su camino tratando de evitar las repollo-mofetas que iban cayendo de los árboles.-

Mark: ¿cómo cosas como esas crecen tan natural?

Cocodrilo Gigante: ¿hablas de las repollo-mofetas?

Mark: si.

Cocodrilo Gigante: esas cosas crecen después de que lograran mutar con el tiempo, sus colas de mofetas son solo lo único que da el olor apestoso, el resto es bastante dulce.

Mark: ¿has probado eso?

Cocodrilo Gigante: obviamente amigo. Esas cosas son poco común, pero cuando le quitas la cola dejan el olor ¿porqué no lo pruebas tu mismo?

Mark: eeh... Eew no lo sé...

Cocodrilo Gigante: ¿cómo no puedes saber que te gusta o no si no lo has probado? Mira, este está cerca ¡pruébalo!

-Decía tomando una de los mencionados repollos casi haciendo vomitar a Mark por el olor que se emanaba de ahí, aunque no viendo de otra forma que tomarla, poco a poco la agarró entre sus manos para verla, conteniendo la respiración tomó la cola de mofeta para retirarla y así dejarla lejos de su alcance y respirar normalmente tras un fuerte suspiro que soltó para mantener la respiración normal y mirar aquello que estaba en sus manos.-

Mark: supongo.... Que no habrá nada de malo en probar.

-Trago fuerte en lo que aquel ser gigantesco esperaba con ansias que lo probara, y así lo hizo, abrió los ojos de sorpresa ya que no sabía a como estaba su olor.-

Mark: oye... Es realmente dulce.

Cocodrilo Gigante: ¿lo ves? No juzgues a una mala hierba por su apariencia si no por la forma en que preparas su mezcla.

-Mark estaba todavía comiendo de aquel repollo mientras que continuaban el camino a pie buscando aquella rana de la cual no tenían idea de dónde estaba metido pero que todos estaban buscando en el proceso, así siguieron hasta que encontrando el camino los dos seres quedaron con la boca abierta cuando ambos seres se vieron mutuamente.-

Halloween en LakebottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora