Fauna extraña: parte 2

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-En lo que aquellos dos estaban andando con la mujer jabalí quien sonreía amablemente en lo que portaba su botella vacía entre sus brazos hasta que en medio del camino giró su vista hacia los dos niños en lo que continuaban caminando.-

Hanna: y díganme pequeñines ¿cómo es que terminaron perdidos en un ambiente como este? Cualquiera terminaría sin cabeza en un dos por tres.

-Los mencionados dejaron de ver hacia sus alrededores para lo cual miraron a su manera antes de poder mirar a la jabalí.-

Yigún: nos hemos perdido por aquí durante una búsqueda de nuestro amigo y en medio de una excursión del campamento.

Hanna: aah! ¿Con qué vienen de un campamento? Eso es genial.

Yigún: ¡si! Por eso digo que nos hemos perdido.

Elisa: solo queremos regresar al campamento a pesar de que no sabemos cómo.

Hanna: no se preocupen, yo les puedo ayudar.

-Decía haciendo su típico sonido de jabalí hecho por su nariz mientras que los dos chicos estaban esperando su respuesta con una ligera emoción a pesar de que no sabían si debían de mantener la guardia alta en el proceso mientras que la jabalí terminaba de acercárseles.-

Hanna: bueno, pero a cambio, necesito que me hagan un favor.

-Les mencionaba mientras que les miraba a cada uno.-

Hanna: necesito que me ayuden a buscar a la rana del banjo, ya que es el único que tiene la capacidad de traer lo que necesito, pero siempre se anda escondiendo bajo el fango y es difícil encontrarlo ¿les parece?

-Los dos niños no entendieron del todo de lo que quería decir pero asintieron con la cabeza mientras que la jabalí gritó de alegría mientras que los invitaba a subir a su barco con ruedas en el cual ella comandaba para gritar con emoción en lo que los llevaba al interior del pantano del cual estaba esperando por ellos, los dos niños solamente se estaban aferrando con fuerza de donde sea para no caer.-

Hanna: ¡vamos a por ello camaradas! Yeeeeeeeejaaah!

-Mientras tanto que en donde estaba el campamento, los guardias estaban tratando de buscar la localización de los campistas con el rastreador del zombie conserje.-

Sawyer: sé que deben estar por aquí.

Harmand: llevamos buscando por horas ¡no hemos encontrado ni rastros de ellos!

-Quejaba haciendo drama de película mientras que continuaba caminando por el área, en lo que Rose cortaba la maleza con su machete.-

Sawyer: estoy seguro que solo debieron perderse mientras que intentaban buscar una salida del campamento.

Rose: desde que llegaron han intentado escapar de este campamento para usar sus nuevas cosas modernas sin pensamiento.

Harmand: wuu! Pero muy útiles! Dejan el pelo tan liso como pluma de cisne.

Ruse: .... No estamos hablando de eso.

Harmand: ¿por qué no especificas mejor? Cualquier cosa se puede confundir con ese tipo de vocabulario.

Rose: ¡solo concentrémonos! Si cae la noche será peor para ellos.

-En un par de golpes el zombie pudo reparar la pantalla de su rastreador quien les fue indicando la dirección de los campistas así que no tuvieron de otra que seguir aquella dirección. Mientras tanto Mark y el cocodrilo gigante estaban llegando al rancho del mencionado para detenerse e ir recargando varias cosas para tener que llevar en el camino.-

Cocodrilo gigante: y dime pequeño ¿de dónde has venido? No tenemos muchos visitantes por aquí y es extraño ver a unos niños tan depilados como tú.

Mark: ¡oiga! No soy depilado, solo... No me gusta llevar mucho bello en el cuerpo...

Cocodrilo Gigante: como sea, ven con esto deberíamos de tener todo preparado para que este bebé pueda andar.

-Decía sacando una herramienta de sus bolsillos para ir debajo de aquella máquina.-

Cocodrilo gigante: pero aun no me has dicho de dónde vienes muchacho.

Mark: uhmn... E-eso ya no importa...

Cocodrilo Gigante: ¿cómo que no importa? Por su puesto que debe importar, sino cualquier podría tomar que estás perdido y tomarán provecho de la situación.

-El niño simplemente suspiró mientras que se quedó sentado en el lugar desviando la mirada.-

Mark: es solo que estoy en el lugar equivocado.

-El cocodrilo estaba reparando la parte de debajo de la lancha.-

Cocodrilo Gigante: ¿cómo es eso mi amigo? ¿Te han cambiado de sitio?

Mark: así es, yo no debería de estar aquí, sino en donde en primer lugar debería de estar en donde quería pero tuvieron de dejarme en esta pocilga.

-Después de que terminase de reparar la lancha de donde estaba usando la herramienta salió de aquel lugar para solamente acomodarse un poco por encima de la lancha.-

Cocodrilo Gigante: vaya, eso está más fuerte que una caja clavada en un erizo.

-Decía rascándose la cabeza.-

Cocodrilo Gigante: ¡pero tranquilo compañero! Cuando reparemos este bebé, podré llevarte a donde desees.

-Eso para Mark le dio una gran sorpresa a lo que le hizo voltear a ver.-

Mark: ¿en verdad?

-El cocodrilo solo asintió con una ampliada sonrisa.-

Cocodrilo Gigante: ¡por supuesto! Con este bebé podré llevarte a donde quieras.

Mark: ¿i-incluyendo por las aguas del mar?

Cocodrilo Gigante: ¡por supuesto!

-Eso fue una gran noticia para él, entonces se fue elevando de su lugar para acercársele.-

Mark: entonces ¿qué es lo que falta por arreglar?

Cocodrilo Gigante: solamente queda reparar el motor y todo estará listo, pero para eso necesito ir a donde un viejo amigo, ¿te importa acompañarme? Entre más patas tengamos mejor.

Mark: claro que iré, y se dice manos, no patas.

Cocodrilo Gigante: como sea, vayamos entonces, a ver si tenemos suerte de encontrarlo.

-Y así los dos se fueron alejando de la lancha que estaba estancada en su lugar mirándoles partir caminando mientras que la jabalí estaba estando arrancando en primer lugar con su barco de ruedas arrasando con todo lo que estuviera en su camino en lo que el cielo estaba tornándose de un oscuro que lentamente iban mostrando sus pequeños destellos de estrellas de las cuales aparecían una tras otra esperando que pronto su jefa la luna pueda aparecer en todo su esplendor.-

Halloween en LakebottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora