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El exterior era mil veces mejor, la noche era hermosa, el clima era perfecto, el viento parecía abrazarnos y la luna sonreirnos, su compañía completaba todo lo anterior. Habíamos encontrado un lugar tranquilo solo para nosotros dos.

- entonces me pregunto mi nombre, mi edad, mi peso y mi talla - reí y le di un pequeño golpe en el brazo por ser un exagerado.

- ¿aja y luego? - me hablaba de una chica que no podía quitarse de encima, en verdad me causaba mucha gracia

- temi por mi vida, me hablaba de una forma extraña, luego le dije que no era mi tipo y que me disculpara - frunció el ceño avergonzado, pude imaginarlo en esa situación.

- eso te pasa por ser tan atractivo soobin-ssi..

- ¿yo.. Que hay de tí? - pregunta burlón - "el chico de cabellos rosas en muy guapo" "nunca lo había visto" "¿será soltero?" - imitaba una voz graciosa, en verdad parecía un niño cuando de molestarme se trataba.

- no se de que hablas - reí en bajo.

Estuvimos hablando de muchas cosas un buen rato, con soobin podia platicar de lo que sea y jamás aburrirme, éso indicaba qué había encontrado a la persona correcta. Volvimos al interior del recinto cuando nos dimos cuenta que habíamos pasado mucho tiempo ahí afuera. Las luz de la luna iluminaba el paisaje nocturno y el ambiente célebre apenas comenzaba adentro. Fuimos al segundo piso, pasamos entre los invitados, un par de chicas se acercaron a nosotros para invitarnos unas copas pero no aceptamos, lo último que queríamos era éso, a lo lejos observe a mi hermana tomando algunas fotos, no me había dado cuenta desde cuando lo había comenzado hacer, seguro eran muchas. Ella amaba hacer eso y no dude en que al final me las mostraría.

La hora apuntaba más de las once pm, no había visto a mis padres ni a los de soobin en ningún lado, por eso no nos importó seguir juntos, entramos a una gran habitación donde había enormes estantes llenos de libros, un gran piano al fondo con muchos cuadros viejos sobre las paredes, esas grandes ventanas dejaban pasar la luz exterior.

Él se dirigío hacia el piano, tomó asiento frente a él y empezó unas notas, soobin sabía tocar varios instrumentos, yo disfrutaba escuchar sus interpretaciones, en especial cuando tocaba el piano. Entonces me senté al lado suyo, escuchando las suaves vibraciones, no había algún otro ruido más que un comienzo de una linda melodía.

Quedé atrapado en el momento, en silencio sonreí, mirando de vez en cuando su bello perfil, soobin era lo mejor que me había sucedido. Descanse mi cabeza en su hombro, quería estar así por mucho tiempo, donde el miedo desaparecia, donde no habia soledad más que nosotros siendo lo que somos.

Todo eso desaparecio en el momento que entro yiren alarmada, su mirada me desconcertó mucho.

- Yeonjun nuestros padres me enviaron a buscarte y yo no quise decirles donde estabas porque sabía que estaban aquí pero vienen hacia acá - dijo de forma inmediata mientras los dos la mirábamos confusos.

-¿a buscarme? No entiendo - me levante de mi lugar sin comprender ni un poco, soobin también parecía no hacerlo.

- no se que harán pero si lo que planean y lo siento soobin pero es mejor que te vayas antes que lleguen

- ¿de que hablas?... - respondió él pero escuchamos ya varios pasos cerca. Era cierto que venían a buscarme.

- soobin vamos - yiren lo empujó detrás de uno de los estantes luego regreso a mi lado, no sabía lo que pasaba, que hacer, me quedé inmóvil cuando ellos entraron.

- ¡por fin, aquí están! yeonjun te hemos estado buscando - habló mi madre con una enorme y extraña sonrisa -bueno no importa porque queremos mostrarte quien está aquí.

No supe que hacer, más cuando vi de quien se trataba, la sangre se me congelaba.

- eunji llegó con su familia hijo -ni siquiera me permitían hablar, era una situación tan desagradable para mí, yiren estaba a un lado y observaba la escena de la misma manera que yo, para nada nos gustaba lo que pasaba.

- vamos, saluda yeonjun no te quedes ahí -dijo mi madre nuevamente mientras mi padre me acercaba a ellos.

- Yeonjun ¿te acuerdas de mí? - habló la chica, más bien era una vieja amiga, la cual estuve a punto de tener una relación pero se fue del pais y no volví a saber de ella.

- h-hola eunji.. - mentiría si dijera que me alegraba verla, no podía simplemente actuar como si me agradará su llegada, hablar cuando soobin estaba escuchando todo, tal vez ya se habría dado cuenta de lo que pasaba al igual que yo, hize una leve reverencia hacia sus padres que igual nos sonreían, esto no estaba nada bien.

- se que ha pasado tiempo pero porque no reanudar una bella amistad - dice mi padre colocándose entre ambos, me miró a mí y a los demás.

Era obvio su propósito, ella y sus padres pertenecían a una alta sociedad y si hablar de fortuna, negocios y dinero, ellos eran una buena opción para unir créditos. Planeaban casarme con ella en un futuro.

- hijo porque no hablas con eunji, estoy segura de que tienen muchas cosas que contarse - expresa mi madre sinicamente.

Podía sentir el corazón de soobin doler de alguna manera, en mi mente pasaba todo lo que tenia guardado durante este tiempo, lo que ellos habían acorralando. Miré a cada uno y pensaba que eran crueles por hacerme ésto, estar de acuerdo y tomar una decisión sin haberme preguntado o hablado conmigo antes, cuando me trataban como un títere y no como un hijo, estaba arto, cuando daban un paso se mantenían ahí.

Yo debía hacer lo mismo.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora