𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍

３６

- tomá esto aliviará el dolor de cabeza, y si sientes lo mareos coloca esto cerca de tu nariz con cuidado -habló una chica de servicio del hotel, ella se retiró y yo me acerque a él realmente angustiado.

- ¿te sientes muy mal? - me incliné para tocar su frente, no tenía fiebre ni nada, pensaba en llevarlo al médico porque esto no era normal.

- no, es algo pasajero - murmura débilmente, al parecer no se daba cuenta de la situación, parecía no importarle y eso me molestaba un poco.

- creo que debemos cancelar las actividades de mañana y será mejor que descanses..

- creeme que no hay necesidad -negó con una fina sonrisa intentando reincorporarse, pero no se lo permití.

- si la hay y me importa mas tu bienestar, dejaremos nuestros planes para otro día.

- veras que me sentiré mejor y saldremos como lo teníamos previsto..

En verdad que quise creerle, acaricie su mejilla con delicadeza mientras me mostraba una diminuta sonrisa, regresamos a nuestra estancia y vimos una película en la cama, unas horas después fuimos atrapados por el sueño.

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Abri mis ojos faltaba poco para que amaneciera, como de costumbre fui al baño, me quedé varios minutos recargado sobre la pared, estaba con esa misma preocupación, recordé las veces que encontré a soobin tomando algunas píldoras, fue de un rato a otro que las había comenzado a consumir, era extraño, nunca me dijo que las debía tomar o porque las había dejado ¿Acaso tendrían que ver con lo que le estaba pasando? Regrese a la cama a seguir pensando, enseguida sentí que soobin se removió incómodo.

- Yeonjun.. ¿que pasa? -pregunto apenas con voz dormilona.

- perdón no quise despertarte -me re incorporé quedando frente a frente con él.

- ¿no puedes dormir?

- no mucho.. -guarde unos segundos -¿puedo preguntarte algo?

- sabes que sí - hablaba con los ojos entrecerrados para entonces él ya me abrazaba.

- las píldoras que tomabas ¿para que eran exactamente?

- me las recetaron para la fatiga, me estresaba mucho últimamente y te has dado cuenta que ya no las necesito como antes -dijo seguro y yo seguía con la misma duda -no debes preocuparte por éso, a todos nos pasa.

- mh, tienes razón.. - no muy convencido lo abraze el resto de la madrugada, no pude reconciliar el sueño así que vi los minutos pasar hasta que el sol comenzó a salir.

Cuando él nuevamente despertó dijo que se sentía mucho mejor y qué estaba seguro de poder salir, mi respuesta fue negativa, le dije que nos quedaríamos en el hotel hasta el siguiente día. Fue muy necio y y trato de cambiar mi idea, esta vez no obtuvo resultados. Dijo que ansiaba con ir a su restaurante favorito pero estaba al otro lado de la ciudad, además el día no era muy agradable, sabía perfectamente que soobin era delicado a ese tipo de clima aunque él no lo aceptara.

- ves, te dije que lloveria - dije viendo las continuas gotas de lluvia caer por la ventana.

- si pero pudimos haber llegado antes - se encontraba cruzado de pierna en la cama comiendo algunas golosinas.

- pero no puedes negar que nos divertimos jugando esos videojuegos - conteste sin despegarme de la ventana aún.

- sí, hace tiempo que no jugábamos así - escuche decir, entonces recordé la veces que nos reuníamos en la casa del otro para pasar varias horas jugando cualquier video juego. Eran otros días, donde no sabíamos que terminarimos en lo que ahora somos, comenzando como dos completos desconocidos, luego como grandes amigos y ahora pienso proponerle matrimonio, pasar el resto de mis días a su lado. - he mejorado mis habilidades - sonreí pues era cierto, se había vuelto un experto en esto, todas las partidas las había ganado él.

- pido una tregua, esto no se puede quedar así - tome lugar a su lado para quitarle algunos caramelos y seguir jugando.

- me parece, si ganas seré tú servidor todo un día, si no, tú tendrás que complacerme.

- hecho. - cerramos el trato con un apretón de manos, tenía que ganar si o si porque de seguro me haría hacer cosas ridiculas.

Al primer segundo de comenzar la partida supe que estaba acabado.