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El viaje iba a durar más de siete horas, algo así nos habían informado, por lo que la mitad del camino dormimos un poco, también cenamos mientras mirábamos una serie en una pequeña pantalla.

Por más cruel que pareciera la situación, soobin mostraba estar conforme conmigo, así que yo también lo demostré. Mentiría si dijera que no tenía un poco de miedo, que todo esto no me afectaba en absoluto.

Intenté dejar todo en el olvido, relajarme, de repente soobin me dijo que se sentía un poco mareado antes de correr al baño, aquello me asustó y lo seguí.

Nada me tranquilizo aún cuando me dijo que probablemente era por el vuelo, que no estaba muy acostumbrado y que además no era la primera vez que le pasaba durante éstos.

Una chica nos auxilio y le dio algúnos comprimidos a soobin para controlar su malestar. Cuando lo vi más estable regresamos a nuestros lugares, ya faltaba menos para llegar.

- ven, intenta relajarte falta poco - lo acune a mi lado y le coloque una manta para cobijarlo.

- estoy bién, sólo estoy cansado.. - respondió entre cerrando sus ojos.

- entonces intenta descansar - le sonreí tiernamente dejando que durmiera el resto del camino bajo mis brazos. Lo mantuve cómodo, cuidando de que no sufriera algún otro mareo o malestar.

Para cuando llegamos tuve que despertarlo, le costó trabajo, tallo sus ojos y dijo que lo cargará cuando saliéramos, el clima ahí era más frío, estaba un poco templado y lluvioso.

El desbordar era un caos, las personas empujaban, iban allá, acá. Tras al fin encontrar nuestras pertenencías y esperar un poco más, salimos y la brisa fría golpeó nuestros rostros.

- ¿ahora a donde iremos? - me pregunto tembloroso, me saque la chaqueta para colocarsela pues él no traía la suya. Mire a ambas direcciones, había muchas personas caminando, otras tomando transporte. El lugar era muy desconocido para mí, no sabía como llegar al domicilio donde se encontraba la casa de mi abuela, pero si sabía a dónde dirigirme para llegar a nuestro destino.

- calma, conseguire un taxi - sujete su mano como pude porque el equipaje me lo impedía, caminamos algunos minutos en las calles, por suerte pudimos encontrar uno. Bastó con darle la dirección para que hiciera el resto del trabajo.

- espero que te guste el clima tropical porque normalmente es así - hable más aliviado mirando por la ventana nuestro recorrido.

- lo que sea esta bien mientras esté contigo - vi su tierna sonrisa, y me pego a su cuerpo casi en un abrazo. Sus palabras tenían ese efecto calmante en mí, de pronto sentía que ya nada podría destruir lo que empezábamos a construir.

Atravesamos gran parte de la capital de Shanghái, altos edificios iluminados y locales diversos eran vistos desde las calles, cuando pasamos la gran urbe atravesamos un camino rodeado de árboles, nos alejabamos de la ciudad para ir a un lugar más tranquilo, algo que le encantaba a mi abuela. Seguro cuando soobin note la clase de territorio lo amara por completo. Porque le gustaba estar rodeado de naturaleza y alejado de los demás. Justo así era.

El taxi nos dejó a unos cuantos metros de la casa, había varias casas pero se notaba mucho la armonía al llegar ahí. Todo estaba como lo recordaba, la última vez vine fue hace unos diez años, el tiempo parecía no haber pasado.

- ¿bién y donde és? -preguntó un soobin curioso, sonreí orgulloso al encontrar el sitio indicado.

- estamos parados justo enfrente de ella -lo jale del brazo para ir al interior, pude ver el asombro en sus ojos lo cual me pareció tierno.

- wow ¿encerio nos dio permiso de quedarnos aquí? Es increíble -se expresó emocionado que no aguantaba más las ganas de mostrarle el inmueble y cada habitación de la casa.

- y no has visto nada aún - reí - ella nos traía a yiren y a mi cuando nuestros padres salían durante semanas- al abrir la puerta quedó más maravillado, su sonrisa me lo decía todo. Dejamos el equipaje en el suelo, él caminó explorando la planta principal mientras yo terminaba de encender las luces.

- ¿la abuela compró todo esto para ella? Que envidia..- suelta detrás de mí, reí a lo bajo subiendo varios escalones hacia la segunda planta.

- soobin~ssi tu elige habitacion - seguía recorriendo el gran pasillo, buscando la mía cada que venía.

- soy malo eligiendo, elige tú - supuse que lo diría así que conmocionado abrí las puertas de una, que más bien era la mía.

- ¿que te parece esta?- encendí las luces, una habitación con paredes celestes, varios libros en los muebles, una pantalla e incluso un baño personal le sacaron una sonrisa más satisfecha. Más en frente había una enorme ventana para salir al exterior y ver el patio trasero y un poco de aquel domicilio. - es extraño estar de vuelta..

- estoy empezando amar este lugar - gire a verlo, estaba recostado sobre la cama mirando el techo. Me acerque y me senté a un costado para mirar su bella sonrisa.

- a partir de ahora supongo que debo acostumbrarme a tu compañía todo el tiempo - dije divertido haciendo que frunciera el ceño.

- no sabía que mi presencia le incomodaba joven yeonjun, tal vez debamos dormir en habitaciones diferentes.. - dice fingiendo estar ofendido, reí tontamente y me recosté a su lado para rodear su cuerpo con mis brazos.

- para nada joven soobin, cada que usted se va de mi lado me pongo triste. - hize pucheros poniendo una carita triste, él me sonrió cambiando de postura, quedo sobre mí y comenzó a besar mis labios de forma tierna.

- si es así no me iré de su lado nunca..

Agradecí eternamente el que la vida me haya traído a una persona como lo era él. Aún cuando podíamos tener todo el mundo encontra, aún cuando nuestra misma familia nos haya rechazado, aún si nos quedáramos sin nada. Al fín podríamos cumplir nuestro sueño, vivir juntos por un largo tiempo.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora