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Narra Soobin 🐰

En ese momento que mi padre se dio la vuelta y mi madre se fue sin decir nada, supe que no contaba más con ellos, contuve mis lágrimas y observé a yeonjun antes de caminar.

- iré por mis cosas -evité hacer un drama más así que fui a mi habitación por mis pertenencias.

Fue difícil entrar en esas cuatro paredes, ¿que iba a ser de ese lugar? ¿Que iba a ser de mí, de mis padres? No quize derramar lágrimas, menos que yeonjun las notará, debía ser fuerte por él, por los dos.
Tome mis cosas más significativas, el closet quedó casi vacío. Pasé casi cinco años dentro de esta casa, ahora no puedo creer que al final la abandone, este día tarde o temprano llegaría pero esperaba hacerlo por mi propia cuenta y no porque mi familia no aceptara mi realidad, ellos no eran malos, lo sé, quizás están asustados.

Antes de salir mi madre se interpuso en mi camino y se lanzó a mis brazos, mi corazón estaba desecho pero escucharla llorar lo arruinó aún más.

- lo siento - susurro aferrándose a mí, claro que la abraze, intente consolarla porque después de todo la amaba, después de todo trató de ser flexible y darme ese cariño que siempre quize.

- perdónenme si los decepciono..- mi voz salio rota, para entonces mis pensamientos me habían derrotado y un par de lagrimas recorrían mi cara - si no fui lo que esperaban. - ella se alejo para mirarme con unos ojos tristes, beso mi frente y dibujo una fina sonrisa para tal vez relajarme.

- nunca quize que pasara ésto, lo lamento tanto.. - sujete su mano sobre mi mejilla, le pedí perdón nuevamente y ella miró hacia un costado, ahí estaba mi padre. Su rostro era indiscriptible, nos miraba con cuidado y luego solo desapareció en aquel largo pasillo.

De nuevo sentí ese vacío, nada lograba calmarlo, tenía que salir porque podría desatar más problemas. Abraze fuertemente a esa mujer que en fondo sabia que siempre quizo lo mejor para mí.

Sin decir nada más le sonreí y partí con el alma hecha un desastre. Escuché que ella me llamaba más no quize verla así, porqué me sentía tan terrible y no podría dejarla. Pero debía hacerlo.

Yeonjun me esperaba afuera del auto, él sabía perfectamente como me estaba sintiendo así que procuró no arruinar más la situación, guardó mis pertenecían en la parte trasera del auto y subimos en silencio.

- jamás busque ésto para nosotros - hablo en voz baja, estaba preocupado lo sé.

- descuida, ellos lo quisieron así - mire por la ventana aquello que fue mi hogar, probablemente no pueda regresar, poner un pie dentro, esta bien, aceptaba el precio de todo ésto.

Yeonjun comenzó a manejar, saber que también sería la última vez que estaríamos en la case del valle resultaba doloroso, planeaba vivir allí con él, hubiera sido así si las cosas fueran diferente claro. Al parecer todo estaba en contra de nosotros.

Cuando llegamos encontramos a Yiren esperando en la puerta, bajamos sin ánimos y ella sólo corrió abrazar a yeonjun, para enseguida venir conmigo.

- la abuela me dijo que se irán- dijo cabizbaja, al parecer estaba tan afectada como lo estábamos nosotros - lo siento mucho.

- tranquila, es lo mejor - respondió Yeonjun más relajado aunque sabía también que se mostraba firme para no angustiarla más.

- no debió terminar de esta manera, esto es injusto.

- lo es.. -dije con cierta lástima - pero estaremos bién, no hay de que preocuparse.

- no puedo creer que todo esto esté pasando..

Nadie lo creía a decir verdad, conversamos un rato más adentró, teníamos que aceptar las consecuencias que por más duras que fueron no había más alternativas, únicamente estaba el camino que tomariamos juntos a partir de ahora.

Se repitió lo mismo, quedó todo en orden, como cuando sales de vacaciones y las cosas tienen que quedar intactas hasta regresar de nuevo, en esta ocasión ninguno lo iba a ser supongo, o quizás en algunos años estaríamos de vuelta, no lo sé, el futuro siempre es y será incierto. La habitación donde dormíamos infinitas noches juntos, era capsula de varios recuerdos, dejamos cosas de gran importancia, detalles, esos grandes y pequeños recuerdos de ambos.

Para cuando nos retiramos ya era algo tarde, la poca escasez del sol pintaba de naranja el cielo, era hora. La casa se quedaría a cargo de yiren por supuesto, ella no quería dejarnos ir, era muy pronto para hacerlo. Decidió acompañarnos hasta el aeropuerto, cada que nos acercábamos la incertidumbre crecía, era una circunstancia por la que nunca espere pasar, que no espere que llegaría. Al bajar, la despedida fue realmente complicada.

- prometo hablar con nuestros padres, cambiarán de opinión ya verás -expreso ella llena de ilusión, era difícil créerlo - igual trataré con los tuyos bin.

- no te preocupes - sonreí débilmente - las cosas pasan por algo Yiren, a pesar de que todo se vea arruinado tenemos que seguir adelante. - ellos asintieron con pesadez, al final la vida tenía que continuar, no podíamos quedarnos estancados por culpa de los demás.

Esperamos un poco más, hasta escuchar que nuestro vuelo estaba por partir.

- tenemos que irnos - Yeonjun se escuchaba el doble de triste. Aún así sujetó sus cosas.

- los voy a extrañar - yiren nos abrazo comenzando a sollozar, comprendia su añoranza porque era una persona sensible al igual que yeonjun, incluso en tan poco tiempo le tome afecto.

La dejamos atrás después de varias palabras, la mayoría de despedida. Esto estaba costando demaciado, tuve que refugiar a yeonjun entre mis brazos, él no quería que nadie lo viera llorar y por eso cubrió su rostro en mi pecho hasta llegar dentro.

Si, un largo viaje nos esperaba, sentado uno al lado del otro tomamos ésto como un nuevo sueño. Me sentía feliz pero la tristeza también abundaba en ese momento, simplemente porque ambos deseabamos que nuestras familias aceptarán lo que en verdad éramos, y feliz porque tenía a Yeonjun conmigo y eso bastaba.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora