55

454 64 6
                                    

Estaba con la mirada perdída, pensando, dándole mil vueltas al mismo asunto, sintiendo que la vida se me iba. Daría lo que sea que estuviera en mis manos para traerle esperanzas y hacer feliz a soobin.

Él descansaba en el sofá tranquilamente con choisi a su lado, ya había crecido notablemente y cuidaba de soobin y de mí todos los días, jugaba con nosotros, en ocasiones lo dejábamos solo porque no teníamos tiempo para él, soobin adoraba tanto su compañía y me pedía sacarlo a pasear, hacia lo que podía para cuidarlo correctamente.

- yeonjun ¿puedes traerme un vaso con agua? Por favor -dijo él despertandome de aquel trance.

- a la orden mi capitán - le saque una sonrisa y me fui a la cocina por lo que me habia pedido. Estábamos esperando por sus padres que nos recogerían para ir con unos de sus familiares, después iríamos con el doctor Quian para darnos otro de sus diagnósticos.

Cuando regrese nuevamente, sentí como mi corazón se congeló por completo, el vaso que tenía en mi mano cayó al suelo quebrandose en varios pedazos, el cuerpo de soobin yacía en el suelo.

Corrí hacia él, llorando lo levante y camine a la salida, sus padres por suerte recién estaban llegando.

Soobin no respondía como en aquella ocasión, temi por su vida.

Observé como las enfermeras y el demás personal lo alejaron de mi, sus padres desesperados hicieron varias llamadas, angustiados y desamparados hablaron con el doctor que ya conocíamos.

Esta vez sentía un dolor tan fuerte dentro de mi pecho, como si mi corazón estuviera siendo arrancado.

Odiaba esas paredes blancas, las personas que me miraban porque lloraba como un niño extraviado. Las horas se hacían eternas, deseaba entrar a su habitación para poder abrazarlo y tomar su lugar.

Quería verlo bien, ver al soobin de antes, ése que me escribía cartas, ese que me perseguía por toda la casa para hacerme cosquillas, ése chico sonriente con hoyuelos y boquita de conejito, lo quería de vuelta. Extrañe cada una de sus tonterías, sus insultos, sus celos, sus locas y extrañas manías.

- querido acercate - habló mi abuela desde su lugar, esperando al igual que las personas que amábamos a soobin. -binnie esta allá adentro esperando verte sonreír, y luego saldrá contigo para comer un helado - le mostré una escasa sonrisa y permanecí a su lado.




[... .]



Mi corazón brinco de felicidad y sentí un poco de alivio cuando dijeron que estaba consciente y podíamos verlo. Apenas abrió los ojos y dos lindos hoyuelos adornaron sus mejillas.

Sus padres se mostraron de una forma tan protectora y yo simplemente lo ataque con mis brazos, cuidando de no lastimarlo.

Dejé a un lado el drama y le dije lo mucho que lo amaba, estuve a su lado mientras sus padres hablaban con él como si no lo hubieran hecho un largo tiempo. Estaba ocultando mi desolación y mi incapacidad de llevar la situación. No podía armar un escándalo porque no era lo mejor. Al final me dejaron a solas con él y en ese momento lo llené de besos, le dije que lo extrañaba y muchas otras cosas bonitas.

- eres mi vida entera, queda muchos años y varios momentos por vivir - hable relajado, más no lo estaba realmente -prometimos estar juntos todo el tiempo hasta hacernos viejos ¿lo recuerdas? - vi sus lágrimas salir pero él se apresuró a limpiarlas.

- claro que lo recuerdo.

- ¿y lo cumpliremos no es así? - dije con la voz notablemente rota, sólo quería escuchar un "sí" un "obvio" pero se tomó algunos segundos para responderme.

- yeonjunnie... - tocó sutilmente mi mentón y así hasta llegar a mis ojos para secar esas pequeñas gotas - esto no estaba en nuestros planes, siento que soy quien arruinó todo.. -quise interrumpir pero él no me dejó - y si pudiera regresar el tiempo para hacer las cosas mejor sin duda lo haría, me temo que es demaciado tarde.. - cerré mis párpados fuertemente, maldiciendo incontables veces, quería morir - ambos lo sabemos, no estoy seguro de como terminara esto... Por eso te pido que continúes con o sin mí.

- no, no me pidas éso

- por favor solo escucha - me suplicó con fragilidad entonces callé aunque no podía aceptar sus palabras - deseo que vivas una vida llena de felicidad, la cual yo no te pude dar, siempre quise verte feliz y así lo seguiré queriendo, desde que llegaste a mi vida no hize más que sentirme amado y sonreír, por eso te doy las gracias..

- m-me estas lastimando.

- en verdad lo siento, ¿pero sabes que? - levanto mi mirada porqué ni eso podía hacer, no soportaba verlo a los ojos, no soportaba lo que mis oídos escuchaban - prometo estar a tu lado - me levante de golpe y salí de la habitación.

Lo que más deseaba era desaparecer, cerrar los ojos y abrirlos hasta que todo estuviera en orden, como antes. En ese momento que quize acabar con todo vi a los papás de soobin a lo lejos, encerio que tenia varias iluciones, pero solo escuchar esa pequeña frase, hizo que en verdad quisiera renunciar a todo.

"ya no hay nada que hacer"

Por un instante vi como todo se arruino, el desastre de emociones hizo que cayera al suelo, me sentia jodidamente horrible. Quería llorar hasta quedarme sin aliento. Esto no podía estar pasando, no podía.

- yeonjun...- habló la madre de soobin, casi como un susurro agónico. Entonces me levante y busque consuelo en sus brazos, más no lo encontré. - esta bien querido, tranquilo.

No me di cuenta que había dejado de llorar después de un rato, hablaron conmigo y decidí mantener la calma, ellos igual lo harían, lo haríamos por soobin.

- estuviste con él cuando nosotros no lo hicimos, sabemos que te ama sobre todas las cosas, queremos agradecerte, por no dejarlo solo y amar a nuestro hijo -dijo su padre antes de entrar nuevamente a la habitación, donde no sabria si podía resistir.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora