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Narra Soobin 🐰

Por un momento había creído que el cachorro venía incluido en la sorpresa de yeonjun pero resultó que sólo lo habia sacado de un lugar donde se planeaban eventos y vendían detalles.

- en verdad te regalare uno.

- ohh esta bién, me hubiera gustado tenerlo - tomamos un bus para ir aquel restaurante que tanto quería visitar, pues ahí fue donde mis padres me dieron la noticia que nos iríamos a vivir a Seúl y estudiaría la Universidad. También tenía varios de mis platillos favoritos.

Entramos a pedir una mesa, era un lugar de alta clase, me recordaba a las cenas que tenía con mis padres en días muy importantes y encuentros con sus amigos.

Pedimos mi comida favorita, al haber venido con yeonjun solo haría que este lugar fuera más especial, ahora iba a tenerlo como un recuerdo donde había tenido mi primera cena siendo yeonjun y yo prometidos, no formalmente pero yo ya lo consideraba así.

- podría acostumbrarme a este lugar - dijo mientras se cruzaba de brazos sobre la mesa, al fin había acabado todo de su plato.

- igual yo, extrañare esta clase de comida..

- intentare aprender esta receta no te preocupes - me guiño un ojo con una sonrisa cálida.

- espero que lo hagas rápido - sonreí de igual manera, después de un rato salimos y seguimos conociendo algunas partes de la ciudad. Continuó tomando algunas fotos, no me molestaba que lo hiciera porque captar bellos momentos para después de unos años recordarlos era una de las cosas más lindas y conmovedoras, quien sabe cuanto durarían, así que era buena idea.







"Se siente como si hiciera el amor con el enemigo"

























- ¿recuerdas cuando te pregunte si podía sentarme a tu lado al siguiente dia de clases? - dije mientras lo observaba cambiándose de ropa.

- sí, aún no sé por que lo preguntaste - ríe avergonzado - pero me alegra tanto que lo hicieras.

- era un poco tímido en ese entonces y kai me intimidada un poco - reí apenado porque así era, ellos eran amigos, eran populares y yo en cambio era el típico chico nuevo - pero algo me llevaba hacia tí, por eso siempre te buscaba -admiti después de meterme a la cama.

- de cualquier forma seríamos amigos porque me agradaste, además formariamos equipo en la clase de química ¿lo recuerdas? - claro que lo hacia, las cosas sucedieron más que por casualidad supongo - agradezco por haber llegado tarde aquel día, aunque mis padres también tuvieron que ver pues mi mamá había perdido mi credencial y mi padre no encontraba las llaves del auto - hablaba de una forma que me hizo ver lo feliz que le hacia recordarlo- estoy agradecido por haberte encontrado esa mañana, aunque no en muy buenas condiciones - se acostó a mi lado para seguir hablando.

- sí, esos chicos estaban locos. Pude haberme defendido pero no quize ser yo quien los lastimara- ambos reímos, en verdad yeonjun fue mi salvación ese día.

- tonto, de haber sabido que me iba a enamorar de tí habría llegado mucho antes y hacer que esos chicos se arrepintieran.

- los golpes no fueron el problema si no que eran estudiantes mucho menores que yo, eso fue vergonzoso -volví a reír, en un abrir y cerrar de ojos yeonjun logro subirse encima de mí. - lo bueno es que sólo tú fuiste testigo de lo que sucedido, oh y el director..

- convencí a mi tío que los expulsarán - mis manos se atrevieron a tocar sus muslos y a recorrer su cintura cuando comenzó a dejar varios besos en mi cuello, yeonjun sabía como jugar conmigo.

- fue por eso que nunca los volví a ver, dios, eres malvado yeonjun~ssi.. - reí en bajo, nunca me lo había dicho, para entonces él no se molesto en contestarme, estaba muy entretenido desabrochando mi camisa, deje que lo hiciera. Su sonrisa traviesa me hizo saber lo que planeaba. Más cuando sentí sus labios húmedos besar mi pecho hasta mi vientre, luego descender a una zona más peligrosa.

- soy malvado cuando la situación lo requiere cariño - su voz ronca solo despertaba el deseo de ese momento, eso se reflejaba en el gran problema que comenzaba a tener allí abajo, entonces lo mire deshacerse poco a poco de mis últimas prendas, ésto ya era costumbre pero igual me seguía enloqueciendo, mi respiración se aceleró al sentir su aliento chocar contra mi miembro - tú más que nadie lo sabe - y así fue que no supe lo que fue de mi, todo lo prohibido ya lo habia hecho con yeonjun, aún asi siempre era una nueva experiencia.

Debo decir que mis ganas no desaparecian, solo iban en aumento. En nuestras fantasías estaba todo permitido así que, la piedad no existía en mi vocabulario y él muy bien lo sabía.








𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora