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Él miraba hacia la ventana, le sonreí un poco y tome asiento cerca de él mientras sus padres se quedaron en la puerta.

- quiero que me perdones, no debi actuar así.

- yeonjun - dijo pensativo y luego me observó con detenimiento - ¿podrías abrazarme? - no lo dudé, lo abraze como nunca dejando caer su cabeza en mi hombro. Estuvimos así un largo rato quizás para guardar la encencia tanto del uno como del otro.

Ese día no abandonamos el hospital lamentablemente, varios después soobin dijo que quería regresar a casa, no quería seguir ahí, así que sus padres decidieron sacarlo e instalarlo en la nuestra.

Me destrozaba saber que el se había dado cuenta de su situación, yo a diferencia de los demás tenía esperanzas de que todo podría cambiar, seguía creyendo que la salida estaba ahí cerca y estábamos por encontrarla.

Una tarde lo lleve a tomar un poco de aire al jardín trasero, le encantaba ir ahí cuando quería pensar a solas o cuando tenía que tomar decisiones. Había un bonito paisaje, llenos de pinos, árboles de cerezo y varios otros. Charlamos y reímos un poco, tome su mano donde tenía puesta su sortija con cuidado y la besé.

- mi esposo -dije pegandolo a mi cuerpo para rodearlo con mis brazos.

- ¿te puedo pedir algo? - susurró débilmente.

- lo que sea

- ¿podrías cantarme? - no podía negarme, asi que pensé en cualquier canción, tan pronto recordé una que amaba escuchar "maze in the mirror" comenze a entonarla mientras jugaba con sus cabellos.

Mi voz poco a poco se escuchaba afectada, controle mis lágrimas, él se mantenía en silencio sin soltarme. No sabía si le estaba gustando, no tenía la mejor voz pero lo hacía pensando en él, solamente en él. Cuando concluí no hizo más que mirarme con una bella sonrisa y darme un tierno beso.

- soy feliz a tu lado, venir a este lugar fue la mejor decisión y encontrarte fue lo mejor que me pudo haber pasado -me observó con adoración - eres mágico yeonjunnie.. mi yeonjun, te amo -me cubrió entre sus brazos, donde me sentía protegido, lleno de sueños como el primer día en que lo besé.

- te he entregado mi alma y puedes hacer lo que quieras con ella - me dolía bastante el corazón, sentía que todo terminaba - perdón por no haberte cuidado bién, yo debí haber parado ésto y no lo hize - estaba empezando alterarme - no quiero perderte...

- y no lo harás amor, yo siempre estare contigo.. - se aseguro de quitar mis lagrimas - nada de esto es tu culpa... Por favor creeme - lo abraze desesperadamente y no lo solté, tenerlo conmigo mientras me sentía vacío era lo único que mantenía ahí. Sólo quería tenerlo entre mis brazos, respirar su aroma, sentir su calidez y escuchar su voz.

Vi al amor de mi vida sonreír durante esa tarde y así hasta el anochecer, fue una noche larga para mí porque el miedo abundaba, pero él no tardo en darse cuenta y me abrazó, me habló nuevamente al oído, así fue como concilie el sueño.



















𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora