❒ | 𝐌𝐢 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨. [Mikellino]

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N/O:

Mike es un chico de cabello castaño con dieciocho años de edad, posee algunas secciones de su cuerpo con proporciones de un animal a parte de su aspecto humano, siendo más específicos de un perro, así obteniendo algunas habilidades de aquel animal.

Caracterizándolo como un híbrido.

Sí, era parte de ese grupo de personas "raras o especiales" que no son muy bien vistas por la sociedad.

¿Cómo se puede tener un híbrido? El origen de Mike era tan misterioso, siendo uno más de todos los casos que habían en el mundo sobre estos tipos de seres humanos, pero este tema no es muy relevante.

Debido al rechazo de muchas personas por su apariencia, siempre usa una sudadera de color amarillo especialmente con una capucha que tenía la misma forma de sus orejas para ocultarlas.

Hoy es su primer día en la universidad, y no puede evitar sentirse emocionado y a la vez preocupado, ¿Cómo lo tratarían?

No era la primera vez que pasaba por este tipo de situaciones, durante toda su secundaria fue cambiando de escuela constantemente. E incluso de preparatoria.

Sin embargo, no estaba solo, le acompañarían Timba y Rius. Son mejores amigos desde la secundaria y felizmente, ingresaron.

⌜♡⌟

El castaño se despertó por la mañana, apenas logró percibir un aroma agradable y dulce proveniente de la cocina. Rápidamente al reconocer que era, se le abrió el apetito.

Se levantó, alistó y bajó corriendo las escaleras, por suerte no se cayó. Aunque si lo hacía, no sería la primera vez...

Mike: ¡Buenos días mamá! *saludó alegre*

Mamá/M: ¡Buenos días hijo! Toma asiento *le recibió con una sonrisa*

Mike: Mmm~ ¿Está preparando hotcakes, verdad?

Mamá/M: A tu buen olfato no le puedo mentir... Toma *dijo colocando un plato de aquellas tortillas frente a él*

Mike: ¡Wuuu, se ve delicioso! *sostuvo los cubiertos y prosiguió a saborear encantado la comida*

Mamá/M: Oye, ¡No comas tan rápido!... Nadie te gana *refunfuño tomando asiento para desayunar* Si te atragantas no te ayudaré.

Mike: Lo sé mamá, yo también te quiero.

Al cabo de un rato, Mike terminó de comer y colocó su mochila sobre sus hombros dispuesto a marcharse.

Mike: ¡Mamá! ¡Ya me voy!

Mamá/M: ¡Adiós hijo! *se acercó y le abrazó* que te vaya bien.

Mike: ¡Gracias!

Tras cerrar la puerta, se dió media vuelta y logró distinguir a dos personas acercándose, eran Timba y Rius.

Ri: ¡Hola Mike! *saludó sonriente un albino con un mechon rojo, tenía una sudadera amarilla con detalles negros y unos pantalones negros*

Ti: Hola, ¿Nos vamos chicos? *preguntó el peli-azul mirándoles con aquellos ojos cansados que siempre tenía, no le gustaba las formalidades*

Ambos chicos solo rieron de la actitud del peli-azul y aceptaron.

Al llegar a la universidad, se dieron cuenta como los demás estudiantes miraban a Mike de una forma extraña. Este había olvidado acomodarse correctamente la capucha.

A pesar de que no era la primera vez, el castaño simplemente no lograba acostumbrarse.

Mike: Ay no... *nervioso se subió la capucha ocultando sus orejas*

Ti: Tranquilo, Mike. *sonríe*

Ri: Timba tiene razón, además estamos aquí para protegerte.

Mike: je...gracias chicos. *sonrió*

Tanto Rius como Timba vieron como una chica se acercaba a Mike.

Continuará.