❒ | 𝐌𝐢 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨. [Mikellino]

»036«

Apenas ambos chicos lograron escapar, corrieron sin una dirección en específico. Durante todo el pasillo las puertas de las habitaciones estaban cerradas, excepto una.

Se asomaron ligeramente por el borde de la puerta. Lo que vieron, les dejo completamente aturdidos. Era una habitación no muy grande, en una esquina estaba la madre de Mike, estaba encadenada de brazos y piernas, una venda le cubría los ojos, pequeños cortes en todo su cuerpo eran visibles. Frente a ella había una mesa de metal.

Mi: Es mi mamá *estaba listo para correr hacia ella, pero sintió como el azabache le agarro el brazo, deteniendole*

Tro: Primero, debemos asegurarnos si no hay nadie cerca.

-Eso no será necesario...

Ambos chicos se asustaron, el mayor estaba detrás de ellos, sostenía una pistola en su mano derecha. Apuntaba al azabache. Les miraba serio y simplemente les empujó hacia dentro de la habitación.

Ro: ¿Quién es? *pregunto asustada*

- Volví cariño, traje a dos chicos para divertirnos. Se que no son policías. No traen armas y además son muy jóvenes.

Tro: ¿Mike estas bien? *ayudó al castaño a ponerse de pie*

Mi: S-si Trolli.

Ro: ¿Mike? ¿¡Que haces aquí!?

- Mmm al parecer los conoces, eh? *bufo, seguía apuntando a ambos chicos y miraba a Rosa*

Ro: Mike! Lárgate de aquí.

Mi: ¡No me iré! Tu te irás conmigo.

- Oh, con que tu eres su hijo *volteo a ver al menor*

Mi: S-si..

- Vaya Rosa, que gran sorpresa no?

Ro: Mike, vete.

Mi: ¡Que no! ¡Que vine a rescatarte!

En ese instante, una risa escandalosa se escapo de la boca de Miguel, siendo lo único que se escuchaba en medio de ese silencio incómodo. Tanto Trolli como Mike le veian confundidos.

- Que gracioso que eres hijo *dijo retomando el aire*

Mi: ....¿Hijo?...

- ¿Acaso no reconoces a tu padre adoptivo?

Mi: ¿De qué estas hablando? Mi padre murió desde que yo era muy pequeño. Ni siquiera lo conocí. ¡Tu no sabes nada!

- Con que ese era tu secreto Rosa *le miro fijamente y se hizo el ofendido* Que mujer más mentirosa..

Mi: ¿Me puedes explicar a que te refieres? ¡No le llames así!

- Tu madre te ha mentido durante todos estos años, tu padre no murió! Sigue vivo, y soy yo!

Mi: ¡No!... Mi padre no puede ser un criminal! Mi padre era un gran trabajador, ¿verdad mamá?

Ro: ...

Mi: D-dime que es mentira lo que dice este hombre, yo te creeré...

Ro: E-es cierto Mike.. *cabizbaja*

Mi: ¿P-pero por que me mentiste? Si tarde o temprano me iba a enterar...

Ro: No quería que supieras que tu padre adoptivo era un criminal, que supieras mi pasado... No quería que vivieras con esas preocupaciones y que lo conocieras...

Mi: E-entiendo tus razones..

Ro: ¡Por favor perdoname Mike!

Mi: Y-yo te perdono mamá *suspiro*

- Por fin toda la familia esta reunida, ¡Ay que emoción! *dio un brinco y apuntó a Mike con el arma* Hijo..ahora que sabes la verdad te tengo una propuesta

Mi: ¿Que quieres? *pregunto desconcertado, lo único que le quedaba era hacer tiempo, miro disimuladamente a Trollino y a la vez la puerta*

- Quiero que tu vengas conmigo. *sonrió y le brindó una mirada sádica*

Ro: ¡No te atrevas desgraciado!

- ¡Tu cállate! Nadie te dio permiso para hablar.

Mi: ¿Ir a donde?..

- Lejos de aquí! Donde los tres seamos una nueva familia. *sonriente movía su cabeza de un lado de otro*

Miguel estaba feliz, el mismo se convencía de que podía huir con Rosa y Mike. No estaba pensando claramente y se dejaba llevar por su locura, hasta que recién notó la presencia del azabache y le vió tratando de acercarse lentamente hacia la puerta.

- ¡Hey! No te muevas! *le apuntó con el arma*

Mi: ¡Déjalo! El no tiene nada que ver con esto.

- No soy idiota, sé que planea ese imbécil. Así que alejate si no quieres que ¡BAM! *con su mano libre extendió la palma de su mano* y ¡PUM! caigas al suelo. *señalo lo último*

Tro: Esta bien.. *se alejo lentamente*

- Y....¿Que dices hijo? *miro expectante al menor*

Mi: ¡Obviamente que no! estás loco si piensas que ire contigo.

- Bueno, quería hacerlo por las buenas pero no me dejas otra opción.

Ro: ¡Detente! *dijo mientras jalaba las cadenas en un intento de liberarse* ¡Miguel!

El mayor se detuvo en ese instante. Mike simplemente se quedó observando aterrado a su padre y la arma que apuntaba hacia él.

- Por primera vez me llamas por mi nombre, ¿Tanto quieres a este mocoso?

Ro: C-como puedes decir eso.. El también es tu hijo.

- Nah, puedes tener otro y ya. No es la gran cosa *dijo molesto*

Ro: Por favor... Dejalo. Yo iré contigo pero deja libre a Mike.

- Es una oferta tentadora Rosa. Pero el ya sabe muchas cosas, no debo dejar testigos.

Mike: N-no por favor..

Tro: Mike..

- Aclaro que me estabas comenzando a caer bien.

Un fuerte sonido retumbó por toda la habitación, un disparo.

¡¡MIKE!!

Eso alarmó a los demás policías que rápidamente se dirigieron al lugar de donde provenía ese sonido.

El cuerpo del castaño antes de caer fue atrapado por Trollino.

Todo paso tan rápido.
Los policías rodearon el lugar, justo cuando Miguel estaba apuntando para disparar a Trollino. Según el, para eliminar al último testigo y poder escapar.

Miguel ya no hacía las cosas con coherencia. Su tiempo de razón se había ido. Volviéndose el mismo hombre cruel y despiadado que maltrato a Rosa hace muchos años.

Cuando iba a disparar. Los policías no se lo permitieron, le dispararon en su hombro derecho y en la pierna izquierda.
Rápidamente perdió el equilibrio y disparó. Hiriendo a un policía. Para después caer rendido en el suelo, donde le colocaron las esposas.

- ¡Déjenme bastardos! *débilmente trataba de safarse* ella es mía! Ese niño no era para tanto.

Rápidamente mientras dos policías le sostenían, llegaron otros dos y le colocaron un pañuelo que contenía un olor peculiar sobre la boca, a los segundos, quedó inconciente.

Tro: ¡Mike! *rasgo un pedazo de su camisa y la colocó sobre el castaño, en un intento torpe de detener la sangre que emanaba de su herida*

Rosa trato de correr hacia su hijo, pero sintió un fuerte dolor, aún estaba encadenada.

- Llamen a una ambulancia, llevense a este bastardo y liberen a la rehén *indicó el líder*

Inmediatamente los policías acataron la orden, contactaron con la ambulancia y liberaron a Rosa, ignorando el dolor de su cuerpo, ella se quitó la venda y fue corriendo hacía su hijo.