Capitulo 20

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Él se despertó como cada mañana desde casi nueve años tomo su datapad para revisar su correspondencia. Somnoliento bajo hasta la cocina por caf por que en serio lo necesitaba. Desde lo que pasó con Freya, todos en incluido él se volvieron paranoicos; cada noche ocultaba sus esencias y sellaban sus mentes para evitar que esa malnacida los volvieran atacar. Tomó una taza fue a la máquina dispuesto a hacer el caf entonces se dio cuenta de que alguien se despertó antes por que ya estaba preparada una tetera. Sonrió un poco agradeciendo a quien fuera por el caf, lo más seguro es que fuera Kylo.

En el momento que se estaba sirviendo, sintió un débil pero hermoso rastro de una marca en la fuerza, volteo y ahí estaba ella, aquel espejismo que tanto extrañaba. El eco de su esposa todavía estaba impreso en la casa, a pesar de haber muerto años atrás. El eco estaba tal y como la vio la última vez que estuvieron juntos; su figura enmarcada por una blusa gris, su cabello como los rayos del sol caían en cascada hasta la altura del hombro, sus labios como un par de pétalos rosados estaban formando una traviesa sonrisa y sus ojos dorados como el ámbar irradiaban luz.

Enni... — Diabel dijo con voz apenas audible fue cuando el eco se colocó el debo índice en los labios como señal de que guardará silencio y con los ojos señalo hacia a fuera de la casa; el mandaloriano dirijo su vista al lugar donde el eco de su esposa le indicó entendido la razón. — A eso te referías.

El eco sonrió aun más y con un asentamiento dijo un si. Diabel siguió con sus ojos ese extraño pero familiar rastro rojo y aunque ya había visto en más de una ocasión, este rastro era peculiar pues irradiaba un brillo potente y débil a la vez. Fue hacía una ventana y se topo con el origen de eso singular hilo en la fuerza; él no lo podía creer eran Kylo y esa chica Jedi los que estaban envueltos a la vez atados por ese hilo rojo. El lazo de los amantes pero como no se dio cuenta antes, si siempre que estaban ellos juntos jamás lo había visto a caso la Fuerza se lo ocultó incluso a él con la gracia de ver entre los dos mundos y mezclar los. En su oído la dulce y embriagante voz de su esposa le susurro : " ves te lo dije. Yo jamás me equivocó ". Soltó unas cuantas lágrimas sin percatarse volviendo a sonreír; comprendió que el eco en realidad no era un eco sino un fantasma. " Te amo". Eso fue lo último que escucho del fantasma de la mujer que alguna vez amo tanto. Volteo para verle y ella ya no estaba con él, Enna se esfumó como la espuma y se quedo sólo el vacío de la habitación medía oscura fue cuando se limpio las lágrimas con su mano después volvió a observar a Kylo y Rey; la armonía, ese equilibrio que emanaban.

Ahora las piezas del ese rompecabezas se acomodaban, entendía muchas cosas con su amigo y ella, a ellos ni de coña los dejarían que lo llamaran por su verdadero nombre. Sus pensamientos estaban revueltos y sus ojos atentos a tan encantadora escena, sin percatarse que alguien ya lo acompañaba a su lado.

¿Que estas haciendo?. — La voz seductora de Hela le hizo salta del susto y tuvo que taparse la boca para evitar que un grito los delatara. Su amiga de ojos como las joya rió suavemente. —¿ Que te asuste?

Casi en un susurró le respondió:

Si un poco...

Ella volvió a reír.

¿ Que vez ?. — Volvió a preguntarle.

Nada, solo...

Diabel le señalo la ventana con el dedo índice, Hela inevitablemente vio lo que señaló su amigo y su sonrisa desaparecido al instante, algo malhumorada volví su atención al madaloriano.

Solo es la chica y Kylo. — Volvió a ver a través de la ventana. — Eso que tiene de especi...espera él se esta riendo. — Dijo extrañada.

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⏰ Última actualización: May 17 ⏰

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