Perfect ▷Joerick◁

5.

Joel baja del escenario y camina hacia las habitaciones.

—¿Cuanto cobras la noche? —escucha que alguien dice tras él.

—¿La noche? —pregunta al voltear y ve al mismo ojiverde que vio cuando bailaba momentos antes.

Sonríe inevitablemente.

—¿Son 100? —continua preguntando —¿200? ¿500?

—Eso es mucho dinero para unas horas.

—No quiero horas, quiero toda la noche.

Joel busca algo en el rostro del ojiverde que le confirme que está exagerando, pero no lo encuentra.

Él jamás ha estado con nadie una noche entera que no sea Zabdiel.

Suele rechazar las propuestas que le hacen, pero por alguna razón no quiere rechazar a este chico.

—Te daré 800 —habla Erick al ver que el rizado no acepta aún —te doy lo que sea.

Joel sonríe. Erick le parece tierno.

—Tienes que arreglar eso con Richard, es el encargado —le señala a un chico moreno que parece muy distraído besándose con un castaño —Te espero en la habitación 5 —habla el rizado guiñandole un ojo.

Erick queda hipnotizado. Ese rizado es por lejos el chico más hermoso que ha visto.

Es perfecto.

Carraspea un poco para llamar la atención del tal Richard y lo logra a medias.

—¿Qui-quisiera pasar la noche con uno de s-sus chicos? —tartamudea un poco sin saber si fue lo correcto.

El moreno ríe un poco al notar su nerviosismo y accede en darle a Joel por el resto de la noche a pesar de que antes ya habia tenido algunas propuestas.

El ojiverde le parece un poco loco, porque es notorio que es su primera vez en un lugar asi y tambien por la cantidad de dinero que le ofreció por solo bailes.

Erick abre la puerta de la habitación número 5, despacio. Escucha música, la luz es opaca y difícilmente puede notar las pocas cosas que hay ahí.

Un sofá individual, un tubo de metal al centro del lugar, una pequeña mesita donde hay copas y una botella de licor, entre otras cosas menos importantes, pero no hay ninguna cama.

Eso le parece raro a Erick sin embargo decide no pensar más.

Entra a la habitación e inmediatamente siente como unas manos lo envuelven y dirigen su cuerpo hasta dejarlo sentado en el pequeño sofá.

El rizado camina hasta donde está el tubo y comienza a bailar, mirando fijamente a Erick mientras humedece sus labios con su lengua.

Es lo más excitante que Erick a visto.

El rizado se mueve un momento más ahi hasta que decide acercarse. A Erick le parece bien porque su miembro ya está demasiado duro y necesita tener a ese hombre sobre él.

Abre las piernas instintivamente cuando Joel llega. El rizado sonríe orgulloso por lo que es capaz de provocar en alguien tan lindo como Erick.

Joel se sienta encima del ojiverde y menea sus caderas lentamente para crear fricción entre sus miembros.

Erick suelta un gemido fuerte, su corazón está enloquecido.

Se aferra a la espalda del rizado con ambos brazos y va acariciando de arriba hacia abajo disfrutando de lo suave que es su piel.

Joel aprovecha la cercanía para dejar un beso detrás de su oreja.

Erick ya no puede resistirse. —Cogeme... —susurra.

Joel se separa un poco para ver su rostro y efectivamente Erick no parece bromear.

Niega con la cabeza —No puedo.

—¿Por qué? Yo pagué...

—¿Crees que soy un prostituto? —ríe —¿acaso no sabes que es este lugar?

Erick se sonroja por lo tonto que se ve ahora.

—Aqui solo bailamos —aclara Joel —creo que si hay chicos que se acuestan con algunos clientes para ganar algo más de dinero, pero lo hacen por su propia cuenta —se levanta de encima del ojiverde —Te equivocaste conmigo yo no hago eso —dice colocándose una camiseta.

—¿Qué haces? —pregunta Erick levantándose también.

—Le pedire a Richard que te devuelva tu dinero y que te lleve donde alguien que pueda estar contigo.

—¡No! —habla el ojiverde deteniendolo —lo siento, yo no sabia... es la primera vez que vengo a un lugar asi.

—No creo que pueda bailar después de este incómodo momento.

—No importa. Podemos... hablar —suelta sintiéndose más tonto.

—¿Toda la noche?

Erick asiente —Tú me pareces lindo —confiesa ruborizandose.

Joel sonríe. Erick le parece tierno y muy especial, jamás ha sentido algo asi por alguien.

Sus tímidos ojos verdes ya lo han conquistado.