Thranduil había llegado a su reino, habían ganado una batalla. Sin embargo, no estaba feliz de haberlo hecho y de repente, un pequeño elfo corrió hacia él, ¡Ada! (¡Papá!) gritaba y fue a abrazarlo. Aunque aún era pequeño podía ver que su padre no se encontraba bien.
– Ada ¿Estás bien?– preguntó Legolas
– ¿Qué? Ah... claro que estoy bien mi pequeña hoja verde, ¿Por qué lo preguntas?– respondió Thranduil fingiendo una sonrisa tranquilizadora para que no se altere su pequeño elfito.
– Pero Ada, ¿Dónde está Nana (mamá)?– preguntó Legolas
– ¿Sabes mi pequeña hoja verde? Nana (mamá) se ha escondido y será por un largo tiempo, pero ¿Te cuento algo? Ella me dijo que nunca olvides que te ama mucho– respondió Thranduil.
– Pero Ada, ¿Por qué se escondió? – volvió a preguntar Legolas, pues sentía una inmensa curiosidad por su madre.
– Porque los orcos se la quieren llevar y no podemos protegerla así al descubierto, pero donde tú estés ella estará siempre contigo, nunca lo olvides ¿Esta bien?
– Sí Ada, entonces... ¿Tú me cuidarás ahora?– preguntó Legolas
– Sí mi pequeño, verás todo el bosque conmigo, iremos a las ceremonias que querías ir– respondió Thranduil mientras trataba de tranquilizarse.
– Suena estupendo– dijo Oropher, padre de Thranduil y abuelo de Legolas – Tal vez les acompañe en sus aventuras ¿Qué te parece Legolas?
– ¡Qué bueno!– exclamó Legolas emocionado, pues no sabía lo que en realidad estaba pasando.
– Y si me lo permite su alteza, me llevaré a tu padre un momento así que ve a jugar – dijo Oropher para que Legolas se distraiga un momento.
– Está bien Ada Oropher y... Ada ¿Puedo alimentar a tu alce?– preguntó Legolas a su padre.
– Claro, ¿Por qué no? ve y juega con él si quieres– respondió Thranduil fingiendo una sonrisa.
Thranduil veía como Legolas se alejaba y cuando ya no lo podía ver se le escaparon unas lágrimas por la mejilla
– Ay hijo, ¿Por qué le mentiste así?– preguntó el padre de Thranduil
– Para evitar el dolor– respondió Thranduil mientras que con un pañuelo se secaba las lágrimas, pues se sentía culpable y también le ardían los cortes en su rostro, pero pensó que se lo merecía.
– ¿Un día le dirás la verdad?– preguntó Oropher dirigiéndose a su hijo.
– No lo sé... – Thranduil ni siquiera había pensado en eso, aunque tarde o temprano Legolas iba a descubrirlo, pero tal vez a esa edad lo entendería, por ahora no era el momento.
– Bien, no le diré nada al pequeño, sólo espero que no se entere de la peor forma, ahora ve y cámbiate, sé que no querrás que todos te vean así en el ... ya sabes.
Thranduil no lo pensó dos veces y abrazó a su padre, ahora Oropher era el único apoyo para Thranduil, sobretodo en esos momentos. "Gracias ada... gracias..." decía Thranduil mientras su voz se quebraba por el dolor y no se dio cuenta que todos los veían, pero no le importó porque se sentía débil y tenía que mostrarse fuerte, era tan difícil; pero debía hacerlo.
Cuando se separó de su padre vio que le sonreía y estaba seguro que iba llorar por su voz casi quebrada diciendo: "Soy tu padre y eso nunca va a cambiar, yo siempre te voy a apoyar... ahora ve y cámbiate... yo también lo haré."
Y Thranduil se dirigió a su habitación a cambiarse para el paso doloroso...
Hola a todos! espero que les guste esta historia ya que lo hago con todo mi cariño para ustedes, no se olviden de votar y comentar.
Nos vemos al otro capítulo...
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El amor de un padre
FanfictionEn una guerra pueden haber grandes pérdidas, pero no hay nada peor cuando entre los muertos se encuentra la madre de tu único hijo. Thranduil regresó victorioso de una batalla en Gundabad, pero a cambio, perdió a la única persona que se había ganado...