Juntos son uno

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Mientras Thranduil se había retirado a su habitación, Oropher siguió conversando con los demás, luego Gandalf se retiró y lo mismo hicieron Elrond y Celeborn no sin antes disculparse, dejando a Oropher completamente solo. Aunque a Oropher le agradaba estar un rato a solas, se aburrió mucho.

_Voy a ver cómo puedo molestar a mi adorado hijo_ pensaba, sonrió maliciosamente y se dirigió a la habitación de Thranduil.

Su sonrisa cambió al escuchar sollozos detrás de la puerta, la abrió haciendo el menor ruido posible y vio a Thranduil cubriéndose el rostro con las manos, claramente se podía ver que estaba llorando.

_Thranduil ¿Qué te sucede?_ preguntó Oropher preocupado sentándose a lado de su hijo.

_Yo... yo leí la carta de Legolas y..._ Thranduil no podía controlarse, se sentía más débil, como un niño indefenso abrazó a su padre y no paraba de llorar.

_Ya ya, tranquilo mi pequeño._ decía Oropher abrazando a Thranduil _Sabes que me angustia mucho verte así.

_Lo siento ada_ respondió Thranduil _¿Por qué tuvo que ser ella? Si tan sólo se lo hubiera impedido.

_Thranduil, escucha hijo_ habló Oropher en tono tranquilizante_ No arruines el presente tratando de arreglar lo que el pasado se llevó. Tú y Legolas son padre e hijo, juntos son uno, como el día con el sol.

_Guren glassui, adar (te lo agradezco desde mi corazón, padre)_ Thranduil se relajó un poco y pudo tranquilizar su respiración, poco a poco se recompuso y le sonrió a su padre.

_Tullen tye-rehtien (Estoy aquí para ayudarte)_ respondió Oropher tiernamente.

_Me tengo que ir._ dijo Oropher levantándose de la cama _Por cierto, esta pequeña plática no significa que podrás dormir el resto del día.

_¡Pero padre!_ Thranduil empezó a reír y se echó sobre la cama.

_¡A levantarse perezoso!_ ordenó Oropher jugando con las almohadas tratando de levantar a Thranduil de ahí.

_Pero padre... ¡Es muy temprano!_ Thranduil estaba muy despeinado al igual que Oropher, pero ambos se divertían mucho.

_Acabas de desayunar y ya casi es medio día ¿Y dices que es temprano?_ preguntó Oropher que había dejado caer su corona y no se molestó en recogerla.

_Está bien ¡Me rindo!_ dijo Thranduil mostrando su almohada blanca como una bandera de paz.

_Bien, ahora como usted me ha retado y se ha rendido, tendrá un severo castigo._ Oropher le sonrió a Thranduil y el segundo elfo no sabía lo que estaba por venir.

_¿A sí y cuál es ese tal castigo?_ preguntó Thranduil echado sobre la cama, su cabello estaba completamente enredado, pero sonreía y ese era el deseo de Oropher, hacer sonreír siempre a su hijo y a su pequeño Legolas.

_Cosquillas... están en camino y ¡Ya llegaron!_ Al terminar de decir esto, Oropher se abalanzó sobre Thranduil y este por más esfuerzos que hiciera no podía liberarse de aquel castigo.

_Padre... bas...ta... no puedo más..._ decía Thranduil entre risas.

_Debiste pensarlo antes de retar a tu padre_ De pronto, se escucharon golpes que provenían de la puerta.

_Diga ¿qué necesita?_ preguntó Oropher.

_¡Oropher! Justamente quería hablar con ambos_ repuso una voz, que le pertenecía a Gandalf.

_Necesitamos un momento y vamos para allá_ repuso Oropher mientras se bajaban de la cama.

_Esta bien, los esperaré en la habitación de Lady Galadriel_ respondió Gandalf y se alejó.

Oropher dejó a Thranduil a solas para que se arregle y se dirigió a su habitación que no estaba muy lejos.

Por otro lado, en la habitación de Lady Galadriel todos miraban a Legolas con mucha ternura mientras él dormía cómodamente en los brazos de Lady Galadriel, cuando llegó Gandalf, revisó al pequeño y a Galadriel.

_Al parecer ambos están perfectamente bien._ habló Gandalf con tranquilidad _Sólo debe alimentarse mejor Lady Galadriel.

_Muchas gracias Mithrandir ¿Y el pequeño estará bien?_ preguntó Lady Galadriel acariciando uno de los cabellos de Legolas.

_Sí, por ahora sólo duerme, al parecer está un poco cansado_ respondió Gandalf.

_¡Galadriel!_ Celeborn ingresó emocionado, pero al notar que el pequeño dormía se acercó lo más silencioso que podía.

Pasaron unos momentos y Legolas se despertó abriendo sus ojitos de poco a poco, Thranduil y su Ada Oropher lo observaban con mucha ternura.

_¿Cómo durmió mi príncipe Legolas?_ preguntó Thranduil sonriendo al pequeño elfo.

_¡Ada! He dormido muy bien_ respondió el pequeño Legolas sonriente.

Todos sonrieron y Legolas bajó de la cama para darle un beso a su padre, Thranduil muy contento de ver a su pequeño Legolas olvidó por completo la carta, Legolas siempre causaba tanta alegría en el corazón de Thranduil, que olvidaba todas sus penas y desgracias.




El amor de un padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora