Una última esperanza

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_¿Por qué te permitiría hacer tal cosa?_ preguntó Legolas con extrañeza en su rostro.

_Porque sólo quiero eso como mi último deseo._dijo Thranduil mientras intentaba levantarse._deseo abrazar a mi hijo una última vez.

Legolas dudó por un momento, no sabía quién era aquel elfo, no sabía su nombre siquiera. Después de tanto pensarlo se acercó a donde se encontraba Thranduil y lo ayudó a levantarse.

_Regresa, mi pequeña hoja verde._ susurró Thranduil a Legolas._ Goheno nîn (perdóname).

Legolas no reaccionaba, estaba completamente confundido y Thranduil lo abrazó con todas sus fuerzas, aunque fuese lo último que haría. Los orcos observaban la escena confundidos.

_¿Recuerdas la vez que enfermaste Legolas?_ preguntó Thranduil débilmente_Yo... no podía visitarte... pero cada noche... cuando dormías... yo venía a verte... porque te amo sobre todas las cosas hijo mío... tú eres lo más importante para mí.

De repente Legolas empezó a recobrar la memoria, sentía una inmensa alegría en su corazón, luego volvió a ver todos los recuerdos: aquel elfo lo había sacado de las espinas pese a estar malherido, cuando había enfermado aquel elfo lo visitaba todas las noches, aquel elfo le había enseñado su primera clase de arquería.

_¿Ada..?_ susurró Legolas y Thranduil sonrió.

_Aquí estoy mi pequeña hoja verde._ respondió Thranduil y sintió que Legolas lo abrazaba con todas sus fuerzas.

_Te extrañé mucho Ada..._ dijo Legolas y empezó a llorar.

Las heridas de Thranduil eran tan graves que no pudo mantenerse en pie por tanto tiempo y cayó rendido en los brazos de su hijo.

_¡No! ¡Ada no!_ Repetía una y otra vez Legolas, entonces los orcos al ver que Legolas había recobrado la memoria lo rodearon.

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_Nos tomará dos días llegar a Gundabad._dijo Elrond angustiado, pues algo lo inquietaba.

_No tenemos dos días, Annatar ya le habrá hecho daño a Thranduil o a Legolas_ replicó Oropher desesperado y luego escuchó el cantar de las aves._Las aves, las criaturas del bosque podrán decirnos un atajo.

_¿Usted cree que nos ayudarán?_ preguntó Elrond.

_Fueron nuestros aliados en los momentos más difíciles, su lealtad siempre estará con nosotros_ dijo Oropher y se internó en lo profundo del bosque.

Pasaron unos minutos y Oropher regresó con un ave de compañía.

_Thorondor decidió ayudarnos._dijo Oropher con un tono de esperanza._pero sólo podremos ir veinte, ya que las demás se negaron a colaborar.

_Iremos a nuestra propia tumba, pero Thranduil hubiera hecho lo mismo por mí._ dijo Elrond firme y seguro._estoy dispuesto a acompañarle hasta el final su majestad.

_Gracias Elrond._ Oropher estaba muy agradecido con el heraldo y luego las águilas llegaron, luego dieciocho soldados partieron hacia Gundabad, sin conocer como iba a acabar la guerra que estaba por aproximarse.

El viento y el clima estaban a su favor, las águilas llevaron a Oropher, Elrond y a los soldados hasta las afueras de Gundabad, llegaron todos en cuestión de horas.

Mientras, Legolas estaba con su espada completamente ensangrentada, orco tras orco empezaban a atacarlos y Thranduil al estar débil lo único que decía era: "Vete Legolas", pero Legolas no estaba dispuesto a irse, no mientras su padre estuviera en peligro.

Luego un orco tomó por sorpresa a Legolas y lo tiró al suelo, Legolas forcejeaba con el orco pero los demás lo ayudaban y entre todos reducieron al elfo. 

Thranduil reunió las últimas fuerzas que tenía y tomó la espada que Legolas había dejado caer, uno por uno, Thranduil logró matar a los orcos pero los demás que estaban observando atacaron a Thranduil y una clavó una daga en el brazo; pero Thranduil siguió luchando hasta que pudo liberar a Legolas.

Legolas reaccionó de inmediato y tomó la espada, Thranduil se sentó en el suelo ya muy cansado sin fuerza alguna y cerró los ojos.

_Ada, quédate conmigo_ decía Legolas al ver que Thranduil estaba tendido en el suelo, pero no podía ir hacia él. Los orcos sonrieron triunfantes a ambos débiles y cansados.

_Lástima que morirán solos._ dijo un orco y desarmaron a Legolas.

_Ellos no están solos_ El orco volteó a mirar al elfo de cabellos linos y atacó; pero Elrond era más ágil y con un rápido movimiento lo mató.

_Legolas, necesito que te lleves a tu padre de aquí._ dijo Elrond dirigiéndose a Legolas.

Más orcos empezaron a atacar y salió Oropher, luego salieron más soldados que mataron con mucha dificultad a todos los que estaban en la cima. Ahora bien, no todos los orcos se encontraban en la cima, otros se encontraban en la parte de abajo de la torre preparándose para la guerra.

_Tenemos que salir de aquí, somos muy pocos y es muy peligroso._ dijo Elrond mientras ayudaba a Legolas en levantar a Thranduil.

Pero ya era muy tarde, los orcos los tenían rodeados por todas partes, estaban perdidos. Entonces una última esperanza surgió en ellos al ver que las águilas subieron y les abrieron camino. Los orcos se acercaban; pero temían a las águilas y mucho más cuando estaba Thorondor.

Los elfos tuvieron tiempo para poder retirarse y los orcos no podían hacer nada para detenerlos, pese a que había esperanza de sobrevivir, Legolas sólo observaba a su padre quien no daba señales de vida.

_Adar, perdóname... te lo suplico._ decía Legolas y apoyó su rostro con el de Thranduil.

Las águilas se llevaron a todos los elfos y Thorondor se llevó a Thranduil junto con Elrond, pues él necesitaba saber cómo se encontraba su amigo.

_Resiste Mellon nîn (amigo mío), sé que tú eres fuerte._ decía, aunque no sabía con certeza si Thranduil podía escucharlo.

Por otro lado, Sauron se había enterado del escape de Thranduil y Legolas. Encolerizado, Sauron había forjado el Anillo Único en el Monte del Destino y maldijo con todas sus fuerzas a Thranduil. Decidió entonces atacar a Celebrimbor y revelar su verdadera identidad. No más Annatar... no más, porque Sauron había regresado.

 no más, porque Sauron había regresado

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El amor de un padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora