Heart Pink estaba seguro que su vida no sería la misma si su padre no estaba allí con ellos dos. Ink había prometido ayudarlo, pero ambos sabían que eso era imposible, el pintor no podía revivir a los muertos. El esqueleto de ojos rosados se detuvó en el balcón mas alto del castillo, mirando la capital desde ahí. Llevaba en su mano algo muy valioso para él, había conseguido conservar un fragmento de la alma de Gaster y lo tenía con él, para usarlo si encontraba la forma de hacerlo. Abajo en la ciudad, veía a un pequeño grupo de Monstruos, los acompañaban unos humanos. Desde que la barrera fue destruida se veían muchos humanos allí abajo, para todos eso era agradable. Humanos y monstruos conviviendo todos juntos, eso daba una agradable atmosfera de Paz.
Pink miró al grupo de humanos y luego miró el trozo de alma en su mano, no podía asegurar que lo que estaba pensando funcionara. Pero no perdia nada con intentarlo, acompañado de su amiga Chara, subío hacía la superficie humana con el unico proposito de obtener un alma.
Su compañera no comprendía bien la razón para buscar un alma humana, pero solo de dedicó a ayudar a Pink a obtener una de forma pacifica, tomando la de un humano recientemente fallecido. Uno que poseía perseverancia en su alma. El esqueleto volvío al subsuelo llevando ese preciado objeto con él. Chara se mantuvo a su lado ayudandolo en cada paso, sabía lo mal que Pink se sentía al no tener a su padre con él, así que tenía una idea de lo que queria lograr; Delante de la humana el esqueleto usó algo que no había usado en años. Sacó el corazón que solia llevar en su cintura cuando era Cupid y este hiba a la par con el corazón de cristal de su corona, aunque esta había sido destruida, conservaba el otro corazón porque al fin y al cabo seguia siendo el dios del amor aunque nadie lo supiera. Usando la gran cantidad de poder que consiguío atravez de varios años reemplazó la mayor parte de la perseverancia del alma con su magía, y luego introdujo el fragmento de alma dentro de ella esperendo que eso resultara.
Mirando como el alma se tornaba de un morado claro casi blanco, desenrrolló la banda de Gaster de su cuello y fue a dejarla sobre la cama de la habitación de él, la que había permanecido cerrada desde que su padre murio. Luego suavemente dejo el alma sobre ella, apagó la luz y salío de allí esperando lo mejor.
-Pink. ¿Ya terminaste lo que estabas haciendo? -preguntó la humana, acercandose a su amigo-. ¿Te sientes mejor?
-Mas o menos, Chara -suspiró mientras perdía su vista en la ventana.
-Oye, alegrate -se acercó tocando las mejillas del esqueleto-. No me gusta ver a mi mejor amigo tan triste. Te apuesto a que todo estara bien, solo debes pensar en positivo.
-Tienes razón -Pink a su vez toma las mejillas de la humana mientras ella, toca las suyas-. Eres la mejor amiga que cualquiera podria tener ¿Lo sabias?
-Sip -saca su lengua mientras guiña uno de sus ojos de forma bromista.
Los dos son sorprendidos por unos pasos lentos y unos murmuros, cuando voltearon vieron a Gaster, sujetado de la pared para no caerse pues andaba un poco debil. El rey levantó la vista para ver a los dos amigos que a su vez ellos lo veian totalmente shockeados. Pink rapidamente se separó de la humana y salío corriendo, abrazandose a las piernas de su padre. Gaster sintío una punzada de dolor por el repentino abrazo, pero se contuvo y se agachó para poder abrazar a su hijo.
-Papá... -Escondío su rostro entre la ropa de Gaster, era algo que no podía evitar, durante esos meses había anhelado poder esconderse entre todos esos pliegues que olian a chocolate-. Papá... te extrañe mucho...
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Entre el amor y el odio
Fiksi PenggemarEsta es la historia de un pequeño sans que se convirtio en el guardian de un AU pacifista y amoroso, pasando batallas, dolores y momentos buenos y malos.