Capítulo 1 "Ella"

265 25 14
                                    

En mi vida jamás espere que algo que va mal resulte bien pero ese encuentro fue una buena forma de romper con mi mala suerte aunque tarde me di cuenta de lo afortunado que fuí el día en que la ví por primera vez.

Sasha Blouse no era precisamente la más lista ni tampoco la más popular en el instituto, a decir verdad parecía más una perdedora como yo... pero era linda, demasiado linda con esas coletas y los labios azucarados. Literalmente tenía azúcar en los labios y algunas migajas de pan.

No esperaba conocerla ese día ni mucho menos bajo una circunstancia tan patética como lo era cargar cubos llenos de agua como castigo por dormir en clase y hacer enfadar por enésima vez a la bruja que me daba clases en los calurosos días de verano.

¿Quién comenzó? No lo recuerdo pero ahí estábamos los dos hablando de un extremo al otro sosteniendo nuestro castigo.

-¿Qué te trae aquí?
-A esta hora este pasillo es VIP. Una mejor pregunta sería. ¿Qué haces tú aquí?
-Soy tan genial como tú para ser VIP en este pasillo mugroso.
-¿También te echaron por dormirte en clase?
-No, eso no es tan genial como hacer enojar al calvo por comer en su clase.
-Eso explica mucho.
-¿Ah?

Esa expresión en su rostro... sin comprensión, sin vergüenza, sin soberbia, sin nada de falsedad, ella simplemente se veía bonita con esa cara de confusión. Nisiquiera se molestaba en parecer bella, en realidad era bella por ser tan natural e importandole una mierda lo demás.

Una amistad nacía en ese pasillo que separaba nuestras aulas y por tanto nuestras vidas, no era como que Sasha estuviera destinada a cambiar mi vida, no puedes hacer responsable a una persona de tu propia vida pero quería que permaneciera a mi lado para seguir viendo las migajas de pan en sus labios, que siguiera contagiando su risa ruidosa y me hiciera menos aburridos los días de escuela.

-¿Qué hacen aquí?
-Castigo- dijimos juntos.
-Perdedores.

Jean sólo nos miró con una risa arrogante y entró al aula.

-¿Ese es tu compañero?
-Si, algo asi.
-¿Eh?
-No sé como permiten entrar a los caballos a clase.
-Tal vez sea una especie evolucionada.
-¿Jean?- me reí- si, claro.

Los chistes sobre jean continuaron e hicieron amena la hora de castigo pero al ver la hora en mi reloj por primera vez maldije que no durara tanto ese castigo.

-Bueno, regreso a mi sitio antes de que el calvo me sume otro cubo de agua aquí. Adiós, Connie- hizo un gesto con la mano y se fue.
-A... adiós.

Se fue tan fácil como llegó, la primer persona que no me causaba fatiga escuchar entraba a su aula con una amplia sonrisa que le pertenecía sólo a ella y su carisma natural, no por mí. Lo supe al ver todos los días esa sonrisa en sus labios cuando la cruzaba por casualidad.

Fue extraño como entró en mi vida, siempre estuvo ahí, recorriendo los mismos pasillos, paseando por el mismo sitio pero no fue hasta aquel día en que mis ojos la conocieron y se negaron a olvidarla pero mis pasos eran tan cobardes para acercarme y mis palabras eran demasiado torpes para hablarle. No le pidas tanto al perdedor que sólo tiene un amigo que bien podría ser una caballo.

Semanas después...

-Hey vamos a comer.
-Voy.

Salí con Jean hacía la cafetería con apuro antes de que la cafetería se atascara de gente.

-Todos los días tenemos que sobrevivir a esto.
-Mejor corre, esta vez no me voy a quedar sin mi pan de melón.

Los alumnos hambrientos son tal y como animales salvajes. Literalmente puedo visualizar una jungla aquí mismo.

Nos empujaban, nos pisaban y nos regresaban al final una y otra vez mientras esperábamos lograr una mejor caza el día de hoy.

Jean logró sacar su comida pero yo aún tenía un objetivo en mente y no estoy en plan de desistir. Así que, con toda mi velocidad corrí a través de las personas y tomé ese último pan de melón y tiré de él como si mi vida dependiera de ello.

-¡Es mi pan!- dijimos a coro.
-¿Sasha?
-¿Connie?
-¿Jean?
-¿Tú en qué momento apareciste?
-Ah lo siento, no me quería quedar fuera- se esfumó entre la gente.
-Sasha...

No me moriré si me quedo sin este pan al menos hoy.

-Déjame darte la mitad.
-Esto... no es necesario.
-Claro que si.

Abrió la bolsa que lo protegía y partió el pan para darme la "mitad".

-Toma.
-Oh gracias...

Esto claramente no es la mitad. ¿Qué clase de amabilidad es esta?

-No es nada, vamos a comer juntos.

Fuí hasta la mesa donde Jean me esperaba junto a ella. Después de semanas por fin la veo de nuevo, está aquí y me siento jodidamente nervioso.

-¿No eres la chica que castigaron ese día?
-Creo que si.
-Por supuesto que eres tú, nunca me olvidaría de una cara.
-Yo tampoco, mucho menos si se trata de una tan particular.

Ella se cubrió la boca para ocultar una risa burlona.

-Ya veo, soy demasiado atractivo, lo sé.
-No creo que lo diga por eso.
-¿Eh?
-Sólo come.

La comida aquí no es la mejor, las sillas son incómodas y el ruido de cuatrocientos alumnos comiendo no es mi favorito pero podría jurar que su presencia cambiaba eso. Nisiquiera lo entendía pero me gustaba sentir su compañía y gastarle una que otra broma a Jean.

-Bien, hora de irme. Adiós, chicos.
-Adiós, Sasha.

¿Cuándo volvería a encontrar un pretexto para hablarle?

Esa pregunta me acompañaba mientras la veía marcharse de nuevo.

Vanilla love [Springles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora