Capítulo 7 "Agridulce"

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La búsqueda de Jean continuó por dos horas hasta que nos rendimos y simplemente nos quedamos sentados en el jardín central descansando.

-Le diré a su madre que se perdió, otra vez.
-¿Es frecuente?
-Más de lo que crees. Es algo distraído así que constantemente se pierde en lugares nuevos para él. A veces considero la idea de ponerle correa.
-Vaya que si la necesita- ella miraba el cielo nocturno, se ve linda en esta imagen en paz con el ruido del agua que cae de la fuente detrás de nosotros- ya es bastante tarde.
-Seguiré buscándolo pero si quieres puedo acompañarte a tu casa.
-Por favor.

Me levanté y le entendí mi mano para ir juntos, ella dudo por unos segundos pero al final cedió y nuestras manos estuvieron a milímetros de tocarse pero el destino quiso algo diferente.

-¡Ah!

En un momento estábamos teniendo una escena casi romántica al siguiente estábamos totalmente empapados dentro de una fuente con agua helada.

-¡Jean!
-Luego me agradecen- me hizo un guiño.

Tal parecía que Jean estuvo todo el tiempo espiando mi cita con Sasha y espero un momento clave para "echarme una mano" pero en realidad me dio una patada voladora al estilo de Chou para empujarme contra Sasha y llegar a un momento cliché en las series románticas que ve en secreto. Su intento terminó muy mal pero mientras yo lo quería moler a golpes, él sonreía victorioso.

-Tsk debí amarrarte a un árbol.

Sasha salió de la fuente, su flequillo le estaba cayendo sobre los ojos e intentaba acomodarlo.

-Perdón, Sasha.
-No te preocupes- dijo avergonzada- al menos ya lo encontramos.
-Aún puedo acompañarte...
-Descuida, mejor regresa a tu casa.

Realmente se veía nerviosa. Y por increíble que parezca... sucedió nuestro accidente cliché. Fue consecuencia del agua en sus zapatos, el piso mojado y su nerviosismo que ella resbaló en mi brazos y tuve la oportunidad de abrazarla mientras nuestras miradas se conectaron en un instante. El ambiente era cálido a pesar de estar empapados bajo una noche cualquiera iluminada por las luces de las tiendas alrededor. Juró que en ese momento amé a Jean por meterse en lo que no lo llaman y lograr cerrar esta cita de forma victoriosa.

-Perdón.
-Está bien.

Ella tenía la mirada directa al suelo y yo estaba perdido en su silueta. Pasé tanto tiempo buscando a la niña coletas que esta transformación es una bella recompensa por la nostalgia de esos días. Sasha es la chica más hermosa y perfecta que puede existir en mi mundo porque no necesita nada para deslumbrarme, sólo tiene que ser ella al natural con esa risa ruidosa, ese brillo en sus ojos cuando da el primer mordisco a su platillo, ese cabello rebelde sujetado por su cinta y su ternura.

-Nos vemos luego.

Ella me dio un beso rápido en la mejilla y salió corriendo, un poco extraño por el agua de sus zapatos pero al final de cuentas huyó después de hacerme volar con ese último gesto.

-Soy genial. ¿No crees?
-Lo arruinaste- dije en un tono severo y él se cubrió la cabeza - pero también lo arreglaste.
-Es lo menos que puedo hacer por quien va a pagar mi boleto de vuelta.
-Vamos que me va a dar un resfriado por tu culpa.
-Lo siento, tuve que darte un empujoncito...
-Espera...
-¿Qué?
-No, nada... sólo espero que Sasha no enferme.
-Yo también, estar enfermo es lo peor y los hospitales son horribles.
-Yo también odio los hospitales.
-Vamos, vamos que se nos va la carroza, Cenicienta.
-Tienes que dejar de ver esas películas de princesas.
-Shhh eso sólo lo sabes tú. Además son educativas, así podré enamorar a mi princesa.
-Dudo que Mikasa vea esas cosas.
-Da igual, algo se me ocurrirá.
-Claro que si, cupido.
-Mis métodos son bruscos pero eficaces.

Volvimos a casa, el chófer y todas las personas que iban a bordo me quedaron viendo raro por mi estado mientras Jean iba haciéndose el loco para no sentarse conmigo.

-Nos vemos.
-Adiós.

Él entró a su casa y yo a la mía. Me esperaba tremendo sermón por la hora.

-Connie al fin llegas.
-Lo siento, yo...
-Está bien, hijo- algo anda mal- sube con tu madre de inmediato.
-¿Qué pasa? ¿Ella está bien?
-Ve con ella.

Corrí hasta su habitación y tomé su mano, ella me dirigió la mirada y sonrió.

-Perdóname, Connie.
-Mamá... no pidas perdón...
-Cada día es más difícil.
-Mamá no... no me digas esto.

Mi padre me saco de la habitación y habló conmigo para explicarme la situación de mi madre.

Ella está muy mal, cada día sus pulmones colapsan y le hacen sentir un infierno en cada respiro.

-La única forma de ayudar a tu madre es con un trasplante pero eso... es demasiado caro, no podría cubrirlo, nisiquiera vendiendo todo.
-Voy a trabajar, no te dejaré todo a ti.
-Pero tienes que estudiar... es lo que querría tu madre.
-De nada me servirá si ella no está en mi graduación. Padre déjame ayudarlos.
-Lamento hacerte esto, Connie.
-Eso no importa, ayudaremos a mamá. Ya encontraré la forma de coordinar todo.

Y así el día más feliz de mi vida fue olvidado por la tristeza que apuñaló mi pecho. Todo el camino de regreso espere para contarle a mi madre sobre mi cita con Sasha pero entiendo su situación y debo mantenerme al margen. Sólo me quedaba encerrarme en mi habitación para pensar en la mejor solución.

-Encontraré la forma de ayudarte, mamá... quiero que conozcas a la chica que tanto quiero. Te necesito a mi lado para ser fuerte, mamá.

Vanilla love [Springles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora