Al día siguiente...
Parecía un sueño, Sasha estaba en mi aula, frente a mí y todo el resto miraba. El único problema era que ella tenía un gesto de enojo.
-Ven.
-¿Eh?
-Tengo que hablar contigo, no quiero hacerlo en público.
-Oh... está bien.Los ojos de mis compañeros nos siguieron hasta que finalmente salimos del aula para descubrir sea lo que sea que haya traído a Sasha hasta mí.
-Uff tus compañeros son molestos...
-Ya me he acostumbrado.
-Yo no me podría acostumbrar a esas miradas tan fieras. Parecían lobos hambrientos- se rió.
-No lo noté.
-Bueno, no he venido aquí para hablar de tus amigos sino de nosotros.
-¿Eh?- se me subieron los colores a la cara- no-nosotros. ¿A qué te refieres?
-Oh eso sonó raro... quiero decir, sobre un asunto entre nosotros.
-Sigo sin entender.¡¿Pero qué está pasando?!
-Ayer... ¿Cómo decirlo?
-¿Si?Por sus palabras y gestos, se estaba creando un minúscula posibilidad de algo... más.
-En el café... cuando ustedes salieron corriendo olvidaron pagar. Así que, me deben a mí.
Demasiado bueno para ser real...
-Oh eso... perdóname, Jean salió corriendo y olvidamos por completo el asunto.
-Ya veo, esta es la cuenta.
-Gracias, Sasha.
-No hay de que- sonrió- a propósito... ¿Por qué salieron corriendo?
-Por Mikasa, mi amigo se puso nervioso al saber que ella estaba por llegar.
-¿Y por qué fueron?
-Por Mikasa, a mi amigo le gusta tanto como para comportarse como un maníaco acosador.
-Que miedo- se llevó las manos a la boca. De primer momento creí que era por efecto del miedo pero sólo fue para depositar una patata en su boca y seguir con la conversación- aunque no recomiendo que haga eso con Mika, ella es algo... especial.
-Lo sabe, incluso ya ha tenido muchos problemas con su hermano pero ya lo perdimos.
-Pobrecito.
-Es su forma de decir que la ama, supongo- me recargue- que tipo más extraño.
-¿Y a ti te gusta alguien?- su pregunta me dejó helado- lo suficiente para seguirle a todos lados... como Jean.
-No a ese extremo- me reí- pero creo que podría hacer muchas cosas.
-¿Cuáles?
-A sus aulas.
-Oh... adiós, Connie.
-Adiós...
-¡Que se metan!Tal vez fue lo mejor, nisiquiera sabía que responderle en ese momento. Por primera vez resultó bien que un profesor nos metiera a nuestras aulas a gritos pero volviendo a su pregunta... yo también me cuestiono no lo mismo. ¿Es posible que alguien me guste? ¿Qué ese alguien en realidad es Sasha? ¿Qué es esto?
Muy a pesar de mis dudas dejé que todo avanzara con normalidad, ella por su lado siendo auténtica y linda, y yo sólo el chico que la mira a distancia para tratar de entender lo que siente cuando la mira, para darle una explicación al porqué su pulso de vuelve más rápido cuando piensa en ella. No quiero terminar como Jean pero estaría mintiendo sino admito que justo ahora estoy cayendo en lo mismo.
-¡Estás enamorado!
-¿Qué?Después de dos meses decidí hablar de eso con mi madre, ella escuchaba con una sonrisa y yo hablaba con un nudo en la garganta. Fue una hazaña que no me haya desmayado justo ahí por la tensión que mis palabras me causaban.
-Por todo lo que me dices es tan obvio que estás enamorado de esa niña. Alégrate.
-Pero...
-¿Lo vas a negar?
-A decir verdad... estás en lo cierto pero... supongo que todo se quedará así.
-No te rindas sin haber entrado a la guerra, querido. Vamos... que tú madre te enseñará como conquistar hasta la roca más dura.
-¿Te refieres a papá?
-Los escuché.
-Lo siento, cariño. Vamos, Connie.Después de años veía a mi madre con energía, suficiente para hacerla levantarse de la cama y bajar con entusiasmo hasta la cocina. ¿Cómo es que una noticia te pone así?
-¿Qué vamos a hacer?
-Por lo que me has dicho de ella... es alguien que le gustan los dulces. ¿No?
-Si.
-Es una forma de comenzar.
-¿No sería más fácil enviarle una carta?
-¿Cartas?- me miró con decepción- eso es anticuado.¿Enserio mi madre hablando de cosas anticuadas?
-Mejor hagamos otra cosa. Además, disculpame pero tu fuerte no es la escritura.
-Tampoco la cocina.
-Nunca has tocado la cocina por eso no sabes, algún dote calidad habrás heredado de tu madre, es hora de explotarlo.No quería hacerlo, pues dudaba de mis capacidades en la cocina pero mi madre estaba tan feliz que tuve que acceder, no quería borrar esa sonrisa en su rostro, no quería desperdiciar su esfuerzo por levantarse de la cama. Al final y al cabo ¿Qué podría salir mal?
¡Hora de los datos!
Dato 1: Connie y su madre pasaron seis horas cocinando.
Dato 2: Su padre se enfermo del estómago porque lo obligaron a comerse todo lo que habían preparado en esas seis horas. No porque la comida fuese mala sino porque era demasiado.
Dato 3: En verdad Connie había heredado los dotes de su madre en la cocina. Eso podría ser un atractivo para Sasha en un futuro.
Dato 4: Pudieron seguir en la cocina sin embargo la madre de Connie apenas pudo sostenerse de pie en ese periodo, las consecuencias vendrían después pero lo valían por un momento único. Así de grande es su amor por su hijo.
Dato 5: A la mañana siguiente la madre de Connie hizo un gran esfuerzo en levantarse de la cama y revisar que Connie no dejará el obsequio que prepararon para ella.
Dato 6: Ya todo quedaba en manos de Connie para entregarlo, aunque Jean estaba amenazando como comérselo.
Respire hondo y caminé hacía donde ella estaba para entregarlo, aunque no quisiera mi madre me estaría esperando para comprobar que cumplí la promesa.
Después de un largo día, conseguí que Historia llevará a Sasha a un lugar un poco más privado para entregarle el obsequio sin el temor de quedar en ridículo.
-Bien... sólo dáselo y se acabara el martirio- pensé.
Ella estaba sentada comiendo una paleta, esperando a Historia. O al menos eso era la única que creía eso.
-¿Eh?- me miró- Hola, Connie. ¿Qué haces aquí?
-Yo... sólo pasaba por aquí- me acobarde.Mis pasos cambiaron de dirección, me sentía nervioso y tonto por haber preparado todo y al final no cumplir con mi parte.
-Ya veo, yo estoy esperando a Armin pero no viene.
¿No era Historia?
-¿Quieres acompañarme?
-Claro...Me sente junto a ella, dejando una distancia considerable para que no notará el nudo de nervios que estaba hecho.
-¿Y qué es eso?
-Un regalo.
-¡¿Es tu cumpleaños?!- se levantó y me miró sorprendida- perdón.
-No, no es para mí- dudé por un segundo mi siguiente acción- esto es para... para... esto lo he hecho para ti.
-¿Para mí?
-Si, es un regalo por... nuestra amistad.
-Muchas gracias- ella lo tomó y lo abrazó- es un lindo gesto pero yo no estaba preparada.
-Descuida.
-¡Ya sé!- sacó algo de sus bolsillos- toma.
-Gracias.Me dio una paleta y una sonrisa que me recompensó inmensamente. La tensión bajo de mis hombros y pude respirar nuevamente pero el momento terminó muy pronto, la hora de salida llegó y ella se marchó.
-Tal vez debí decirle que la podía acompañar...
-¿Qué tal te ha ido? - me golpeó la espalda.
-Pude dárselo.
-Que bien, ahora sigue hasta que ella te haga caso.
-Si, eso haré- sonreí.Le conté todo a mi madre de vuelta a casa, ella se alegró por mí y decidí hacerle caso a todos sus consejos, prepararía más cosas para Sasha, sería mi forma de acercarme a ella. Comencé con chocolates, lo siguiente serían pastelillos o cualquier cosa que a ella le gustará.
-La conservaré- dejé la paleta en un cajón para conservarla, de cierto modo se convertiría en un objeto preciado, el inicio de mi historia con ella.
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Vanilla love [Springles]
ФанфикSolían ser dos chicos problemáticos pero por algún extraño motivo del destino una afición en particular los une, años más tarde ese mismo gusto los hace reencontrarse, ambos siendo el mismo caos de siempre pero con suficientes secretos para llevarlo...