NOTAS: Seguire con el fic por que es corto y ya lo tengo escrito, además por que será mi última contribución a este bonito fandom, no por otra cosa. Si crees que no es apropiado y te sientes demasiado sensible al respecto, es comprensible, solo dejalo, no necesito saberlo. Sin más, disfruta tu lectura.
Jay se había estado comportando demasiado extraño, lo había notado desde ese día en particular cuando no le hizo un berrinche por adelantar la serie que veían juntos sin él. Lo noto cuando no le soltó durante toda la noche, a pesar del insoportable calor que hacia en esos días de verano y lo rectifico cuando lo dejo dormir un poco más solo para admirarle.
Después todo se torno aún más extraño, pues se ausentaba mucho y se encontraba bastante nervioso al estar cerca de él. Mentiría si no dijera que le recordaba a cuando eran adolescentes idiotas que no podían confesar lo que sentían por el otro.
Todas esas pequeñas pero extrañas acciones comenzaban a preocuparle, pues sentía que el mayor le estaba ocultando algo, y esa sensación que no saber que estaba sucediendo con su novio no le agradaba para nada ¡Necesitaba saberlo!
-Te lo digo, Evie... Se ha estado comportando demasiado extraño, demasiado torpe en mi opinión- Con el teléfono en la oreja dice hacia a su autonombrada hermana, quien se encuentra escuchándolo desde el otro lado del mundo -El otro día estaba tan distraído que le dio cereal a Dude y él se sirvió croquetas con leche en un tazón- Recordó frunciendo un poco el ceño, mientras la peliazul soltaba una carcajada -¿Qué debo hacer?- Pregunta con un tono de suplica.
Evie muerde el interior de su mejilla planificando en su mente que contestarle, algo que no interfiera con el plan de Jay -No te preocupes... Debe ser por la temporada, ya sabes como se pone cuando no hay juegos de Tourney, no deja de pensar en ellos hasta que finalmente suceden. Se le pasara- Dijo la dulce voz de Evie a través del celular, más la chica sabia en realidad que estaba pasando. Mal se lo había contado: Jay quería proponerle matrimonio a Carlos.
Y ella grito emocionada dando brinquitos de felicidad desde el otro lado del mundo ante aquella grata noticia; mientras Mal le advertía no arruinar la sorpresa y le pedía con insistencia ideas para la "declaración perfecta y única" que tanto buscaba Jay. Durante sus ratos libres (Una de sus responsabilidades como monarca, y la otra de su trabajo como científica) ambas hicieron una lista de ideas que quizá podrían ser de ayuda para el chico árabe. Jay les dijo que las tomaría en cuenta y que intentaría hacerle la propuesta esa semana.
Carlos hizo una mueca, tenia sentido... Jay siempre se ponía muy ansioso cuando la temporada terminaba, era como si sus días perdieran sentido, razón por la que utilizaba la mayoría de su tiempo libre en el gimnasio y entrenando hasta que llegara el siguiente campeonato de Tourney; algo que en lo personal no entendía, pues si él tuviese ese tipo de vacaciones, se la pasaría pegado a la cama comiendo cereal de arcoíris y malvaviscos -Si, tal vez es eso -Creo que le estoy dando muchas vueltas a algo absurdo ¿Cierto?-
-Bueno te preocupas por él, es completamente normal- Sonrió ampliamente su hermana, alzando el puño en señal de victoria, su hermanito no sospechaba nada -Y aprovechando tu llamada... Te aviso que en tres días mis conferencias terminaran y volveré a Auradon- Recuerda decirle, pues la última vez que llego sin avisarles termino entrando al departamento de ambos chicos a la fuerza, pues estos no estaban. Desde ese día saco una replica de la llave, en caso de que algo así volviera a suceder.
-Eso es genial, Evie... Te extrañamos demasiado- Carlos responde en un tono suave, tomando un marcador y un popstick para hacer una nota sobre limpiar el cuarto de invitados en el que Evie siempre se quedaba; y es que la princesa sin corona no vivía en Auradon, se movía de un lado a otro por su trabajo y aunque todo lo que importaba lo tenia ahí, ella no pensaba instalarse en Auradon por completo hasta que pudiera conocer cada parte del mundo. Era por eso que siempre que iba de visita, se quedaba con Jay y Carlos, y por eso mismo Mal también se quedaba ahí, para estar los cuatro juntos aunque fueran por un par de días.