6. Pastel

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Jay se encontraba entrenando en el gimnasio de su hogar, aquel que consideraba su santuario personal, el lugar perfecto para relajarse. Realmente buscaba liberarse tan siquiera un poco del estrés que había tenido esos días por los preparativos de la boda, levantando pesas y golpeando sacos de box. Y es que habían sido días muy largos, pues a pesar de que tanto Jane como Evie se estaban encargando de la mayoría, aún había cosas que ellos tenían que hacer.

Como entregar las invitaciones personalmente a sus amigos y familiares, donde cabe resaltar que Anita y Roger saltaron de alegría cuando Carlos les dijo que se casaría y les ofrecieron su ayuda mientras abrazaban al pequeño De Vil, que al igual que el día en que los conoció, se sintió en casa. Jasmine y Aladdín agradecieron la invitación y prometieron estar ahí mientras Azis abrazaba a ambos chicos, lloraba de alegría y les daba un "inspirador" discurso sobre el matrimonio que Jay ciertamente decidió ignorar. Chad y Audrey se apuntaron de inmediato a la fiesta, y no dudaron en empezar a elegir el outfit que llevarían. Lonnie chilló emocionada mientras parloteaba con su hermano sobre la perfecta despedida de soltero para Jay, quien solo hizo una nota mental de investigar que era eso después.

También tuvieron que aprobar las decoraciones, conocer al personal de la fiesta, ir a una cita con un estilista profesional para elegir el estilo que tendrían el gran día, asistir a los ensayos del baile (Que realmente iba mejorando cada día, claro que Jay quito un par de pasos y los suplanto por improvisación, pero lo importante es que ya se veía mejor con cada día). Eligieron la clase de música que habría en la fiesta, miraron muchos adornos florales, aprobaron la elección de Jane y Evie de mesas y sillas, cubiertos, manteles, cristalería, decoración del jardín, diseño de la recepción, elección de camarógrafos, bolsas de regalo... y bueno, muchas cosas más, mientras seguían entrenando (En el caso de Jay) y trabajando (En el caso de Carlos).

Todo ese asunto de la boda le trae vuelto loco, si esta emocionado y todo, pero nunca se imagino que seria tanta presión y trabajo. Admite que ya esta un poco cansado y esta en ese punto en el que ya no le importa si no es perfecto, solo quiere hacerlo de una buena vez para volver a sus vidas normales, donde Evie no les estaba gritando y reprochando por hacer algo tonto que no estaba en el protocolo. Y es que la chica se había tomado muy en serio el papel de crear la boda perfecta para ambos (Jay quería pensar que era por que no tuvo oportunidad de organizar la de Mal) al punto en que ya había declarado que no admitiría errores, ni siquiera de ellos. Y bueno, puede que eso haya estado irritando un poco a Jay los últimos días; ni siquiera Mal y sus comentarios sarcásticos lograban ponerle de buen humor.

Carlos llega de repente, sacándolo de sus pensamientos, con la mirada chocolate enfocada en la pantalla brillante del celular en sus manos; el árabe se quita los audífonos y De Vil se recarga en la caminadora en la que se encuentra Jay corriendo -Es Evie, dice que tenemos que ir a elegir la comida y el pastel- Anuncia torciendo los labios.

Jay suelta un gruñido y maldice por lo bajo sin dejar en ningún momento de correr -Maldita sea, ¿Eso tampoco lo pueden hacer ellas? Lo que sea que escojan esta bien- Masculla con enfado, bufando y quejándose de forma bastante dramática en opinión de Carlos.

El pecoso le mira con incredulidad, pone sus manos en sus caderas y frunce la nariz; Jay rueda los ojos -No, Jay... Nuestra boda no se organizara por arte de magia de la varita del Hada Madrina. Tenemos que hacerlo nosotros-

-Podría, y así no tendríamos que perder nuestro tiempo- Murmura Jay entre dientes, no muy dispuesto a cooperar realmente. Muerde el interior de su mejilla derecha y apaga la caminadora, bajando de esta para tomar agua y secarse el sudor en su frente.

La pequeña nariz de Carlos se frunce aún más ante eso y bastante alterado, golpea fuertemente el piso con el pequeño tacón de su botas rojas -¿Qué diablos significa eso?- Cuestiona con molestia.

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