Jay estaba harto de caminar, si, el chico atlético del grupo juraba poder desplomarse si daba un paso más; Evie le había prometido que ya casi terminaban pero él ya no estaba tan seguro de creerle. Se encontraban ahí, a las afueras de Auradon, buscando el salón perfecto para su boda, ya habían visitado más de doce diferentes lugares hasta que Evie los llevo al lugar que ella creía más apropiado y resulto ser un lugar enorme, al punto en que Carlos (Si, "el genio") ya se había perdido tres veces; habían estado caminando por más de una hora escuchando al dueño del lugar parlotear sobre las enormes fiestas que se habían llevado a cabo en aquel lugar, como la boda entre Bella y Bestia, los cumpleaños de Audrey o la despedida de soltero de Chad Charming.
Evie y Jane escuchaban atentas cada palabra, fascinadas por el background que tenia aquel lugar; Mal solo bufaba y rodaba los ojos mirando con repudio el abrumadoramente elegante lugar. Mientras Jay tomaba un descanso, bebiendo agua y tirándose en el césped, Carlos se quejaba con Evie por estar aburrido y harto de ese lugar. El hombre termino su fascinante historia y les guio por la cocina, donde según él: solo habían cocinado los más prestigiosos chefs. Le siguieron de nuevo, algunos más enfadados que otros.
Como si el cansancio en sus piernas no fuera suficiente, todo empeoro para Jay cuando Carlos empezó a quejarse con él -Esto es aburrido, ya vámonos-
-No, Evie esta muy emocionada con esto y necesitamos terminar el trato. Además, el lugar es lindo y con la cantidad de invitados que tenemos, apenas será lo suficientemente grande- Responde para después suspirar pesadamente, mirando el enorme lugar en el que se encontraba: había más de cien metros de jardín, una enorme barra de bebidas, pista de baile del tamaño de una cancha de Tourney, la parte techada iba en subida, como si fueran unas enormes escaleras de cristal que daban a otro precioso jardín con piscina incluida y una barra más pequeña. Había una enorme cocina de mármol blanco y a los costados se encontraban otros enormes y lujosos baños, y detrás de estos había otro pequeño jardín con juegos para infantes (Y quizá también para Jay y sus “amigos” cuando estuvieran demasiado ebrios). El lugar era simplemente perfecto, todo lo que pensaras lo tenia y aún mejor.
Carlos frunció el ceño ante sus palabras y dispuesto a ignorar lo que dijo hizo un puchero y le jalo del brazo para llamar su atención -Jay, cárgame- Pidió jalándole del brazo y pisando con fuerza el suelo, tal y como hacen los niños pequeños cuando están a punto de hacer un berrinche.
El árabe rueda los ojos y se remueve del firme agarre del de cabellos bicolor, no muy dispuesto a ceder a su capricho por que carajo, él también estaba cansado -Ni lo sueñes, no pienso cargarte hasta la salida-
Después de una guerra de miradas y un par de chantajes que involucraron a Carlos tirándose en el piso, ahí estaba Jay, en medio de un enorme jardín, cargando a su novio hasta la salida por que este no estaba dispuesto a dar ni un paso más. Así termino aquel recorrido, con Evie asegurándole al dueño que tendría una respuesta para la siguiente semana y Jane haciendo anotaciones en su cuaderno de hojas azules.
Para cuando ya estaban saliendo del enorme lugar, Evie fue la primera en hablar, no sin antes quitarse las gafas oscuras y colocárselas encima de la cabeza -¿Qué les pareció? Yo creo que es la mejor opción- Menciona con una enorme sonrisa, marcando con un color azul el lugar que habían visitado en su mapa de papel.
-¿Tenemos que hacer más cosas aburridas como estas durante todos los preparativos? ¿Qué no se supone que la gente paga para saltarse esto?- Interrumpe el pecoso, y no, definitivamente eso no es algo que la peliazul quiera escuchar, razón por la que le mira con molestia cuando se voltea.
