Jane mueve la imagen en su tableta con su dedo índice y le muestra a Evie quien esta bebiendo un té verde -Estuve pensando, y creo que los cuatro enormes arreglos con rosas deberíamos ponerlos a la entrada en vez de las luces colgantes que querías-
Evie asiente ante cada palabra, tomando un cuaderno para hacer la nota mientras toma su teléfono para mandarle un mensaje de buenos días a Doug -Me parece bien... Esas luces podríamos usarlas como decoración para la barra- Dice mientras teclea en su teléfono. Se encuentran en un estudio de baile, pues la pareja ya se ha decidido por una canción para el vals (Después de muchas horas de discusión finalmente se pusieron de acuerdo, algo que Evie agradeció infinitamente) por lo que los ensayos para el vals empezaron de inmediato, ya que Carlos tenia planificada una coreografía bastante compleja, lo mejor era empezar lo antes posible para que no hubiera errores, para poder perfeccionarla.
La joven de ojos azules saca un bonche de muestras de telas y las pone frente a la peliazul -¿Rojo carmesí o rojo rubí?- Pregunta y la chica empieza a observar detenidamente cada muestra, checando la textura también.
Finalmente elige el carmesí y se gira hacia Mal, quien se encuentra en el umbral de la puerta con la mirada fija en el salón de baile -Me agrada más este... ¿Tú que opinas, Mal?- La pelimorada ni se inmuta ante su llamado, Evie frunce el ceño ligeramente -¿Mal? ¿Qué haces?-
-Viendo a Jay fracasar- Contesta con una gran sonrisa burlona, haciendo un ademán para que vaya con ella a ver, algo que Evie acata de mala gana -Lo volvio a pisar, con esta ya van cuatro veces- Vuelve a burlarse y Evie observa el panorama: Carlos esta sobándose su pie mientras Jay suelta un bufido frustrado y patea su propia botella de agua -Oww, solo mira la carita de frustración que tiene Carlos. Pero yo y el resto del mundo se lo advertimos, Jay no sabe seguir coreografías; y él dijo, "Lo lograra, solo necesita practicar" y aquí estamos, en la explicación numero quinientos del tercer paso de la coreografía- Mal niega con la cabeza y una sonrisa en los labios y sin más se va a sentar con Jane, quien sigue haciendo llamadas para algunas cosas que ocuparan en la recepción.
Evie observa a los chicos, quienes son animados a seguir por el instructor de cabellos rubios.El instructor suspira y se pone a lado de Jay mientras llama a Carlos, quien se levanta de inmediato -Okay, te lo vuelvo a repetir... Es derecha, izquierda, derecha, vuelta, tomas su mano... Lo atraes hacia ti; le abrazas y no le sueltas aún cuando flexionas hacia un lado ¿Entendido?- Repite la coreografía a la par que dice los pasos en voz alta junto a Carlos, quien se deja cargar y abrazar por el instructor para que le quede claro a Jay, pero este sigue quejándose y respingando por lo bajo.
El rubio le pregunta a Jay si ya lo entendió y este asiente con una mueca en los labios, el chico se va para reproducir la música de nuevo; Carlos aprovecha para acercarse a Jay quien esta en el suelo. El moreno levanta su rostro para ver a su novio mientras toma agua -¿Y si mejor bailas con él? A él si le sale- Menciona Jay de pronto con una sonrisa que Carlos bien sabe, es completamente sarcástica.
Carlos gruñe y rueda los ojos -No, Jay...- Dice seriamente, mirándole fijamente -Se supone que será nuestra boda, no bailare con el instructor... Por favor, yo sé que si te esfuerzas lo suficiente lo lograras, solo concéntrate- Jay frunce los labios y vuelve a maldecir cuando se levanta por completo y el instructor vuelve a poner la música y grita "¡Uno, dos, tres!". Carlos voltea a mirarlo -Piensa en esto como en un entrenamiento ¿ok?-
Jay ni alcanza a contestarle cuando el pecoso ya esta bailando, él intenta seguirle el paso, en serio lo intenta, pero cuando tiene que sostenerle para después inclinarse a un lado, sus pasos torpes provocan que no alcance a sostenerlo bien y con muy poca gracia el pecoso cae de lado.
Aquel chico rubio intercambia un par de palabras con su compañera de cabellera rojiza, quien asiente -Tomémonos un descanso ¿De acuerdo?- Anuncia ella dando un par de aplausos y buscando tranquilizar al instructor que se encuentra sobando sus sienes en un vano intento de adquirir paciencia.