Joven y Bonita (NH)

6. Una Simple Caricia

¡Que estupida había sido! Ahora como iba a enfrentarse a él sin que descubriera su identidad. El local estaba aún cerrado y ella estaba sentada en una de las mesas, la misma mesa, la misma silla que él había ocupado esa noche de su primera aparición en el cabaret. Aún faltaba unas horas para que abrieran y Hinata  meditaba en cómo ocultaría su identidad un poco más. Quizás debería olvidarse del acuerdo que había hecho con él y ni siquiera presentarse esa moche.

Pero se moría de la curiosidad. ¿A quien podía engañar? Anhelaba estar a solas con él. Disfrutar de esa intimidad sin que nadie pudiera verles. Sin testigos que pudieron juzgar sus acciones. Estaba decidida y no se echaría hacia atrás.

–Sakura, necesito que me consigas la máscara a mitad de rostro. Esta noche utilizaré esa.

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Por alguna razón esa noche Naruto se sentía impaciente y muy nerviosos. ¿Que Demonios le pasaba? No era la primera vez que estaba a solas con una mujer. Ese era su deporte favorito, por así decirlo. Pero esa noche en particular estaba muy inquieto. Mientras se dirigía al Bohéme, su deseo y ansiedad crecía. No podía esperar para descubrir la mujer detrás de la máscara, y se preguntaba si trataba de lo que habia estado rondando su cabeza todos esos días. Era en lo unció que podía pensar y rogaba a Dios que estuviese equivocado.

El coche se detuvo y supo que había llegado a su destino. Mientras bajaba del coche se percató de lo acelerado que estaba su corazón. Era una noche como cualquier otra pero por alguna razón la luna brillaba más que nunca y la brisa soplaba como un silbido apasionado invitándole a descubrir el misterio detrás de aquí hermosa mujer. Era como un Lobo queriendo responder al llamado de la luna. Esa noche se desharía de toda la tensión que llevaba dentro.

A pesar de que ya tenía tiempo en Konoha, Naruto no había querido estar con ninguna mujer. Solo ella salía en sus pensamientos. Ella lo había hechizado y ahora era parte de su embrujo. Solo la quería y la deseaba a ella.

Entro al Cabaret y pidió la mesa más cercana al escenario. Esa noche quería verla aún más de cerca. Y aunque la tendría en privado más tarde, se moría de ganas por ser su fan número uno en primera fila.

Esa noche en particular la presentación fue aún más ardiente de lo que recordaba de la anterior. Parecía como si aquella danza exótica había sido dedicada solo a él.

Una vez termina la actuación, Naruto se dispuso a observarla de lejos mientras ella saludaba a la multitud. Se moría de ganas por acercarse a ella y oler de su dulce perfume. Pero ya vendría su momento. Tenía que ser paciente y esperar a que estuvieran a solas, entonces ahí podría hacer lo que quisiese.

Después de un rato Tenten, una morena de ojos marrones se le acercó y le entregó un pequeño papel. El le dio las gracias y con cuidado abrió el papel.

Nos vemos en la habitación 380 en quince minutos, sea discreto.

-H-

Naruto respiró el Dulce aroma de la nota. Estaba perfumada, ella lo había hecho a propósito. La excitación volvió aparecer entre sus piernas. Guardo la nota en su bolsillo y merodeó por el lugar esperando el tiempo estipulado. Luego, sin ser visto se escabulló entre la multitud y subió hasta la habitación 380. Tomó el picaporte en su mano y giró para luego entrar.

La habitación estaba vacía. Al parecer había sido el primero en llegar. Camino hasta una mesita que contenía algo de licor y se sirvió un trago. Observó detenidamente la habitación. Una luz suave alumbraba el lugar, y en el aire se respiraba una Dulce fragancia a rosas. Todo parecía perfecto, lo único que faltaba  era la cherry encima del helado.