Joven y Bonita (NH)

12. Todo o Nada (Final)

Para cuando Naruto había llegado a Konoha el amanecer se asomaba por las montañas. Estaba enojado e irritado. Su querida esposa lo había abandonado a la mitad de la tarde sin decir nada más.

Comprendía que estuviera enojada, pero eso no le daba el derecho de largarse sin decir ni una palabra.

Se bajó del coche y camino hasta la mansión con impaciencia. Entro y se encontró con el mayordomo.

–¿Donde está?–Pregunto con impaciencia.

–¿A quien se refiere Excelencia?

–A mi esposa. Se que está aquí. Me abandono a mitad de tarde y emprendió su viaje hacia acá.

Iruka se aclaró la garganta.

–Disculpe Excelencia, pero su excelencia la duquesa no a venido a la mansión.

Esto irritó más a Naruto, quien volvió a salir de la mansión, esta vez optó por buscar su caballo. El sabía claramente dónde encontraba.

Después de un rato cabalgando por el pueblo llegó hasta el cabaret. Le molestaba saber que ella optará en regresar a aquel lugar antes que a la que era ahora su casa. Entro por la puerta de atrás para no llamar la atención y se encontró con Kakashi.

–Naruto, ¿Ya regresaron?

–No te hagas el idiota, ¿donde está ella?

Kakashi frunció el sueño al notar que algo no andaba bien.

–Si te refieres a Hinata, aquí no está.

–¡No me tomes por lo que no soy! Dile que salga, que no me iré hasta hablar con ella.

Los grito se Naruto llegaron hasta la oficina donde se encontraba Sakura. Salió apresurada al reconocer la voz.

–¿Que son esos gritos? Naruto, ¿Que pasa?

–Dile a Hinata que salga, tenemos que hablar.

Entonces un escalofrío recorrió la espalda de Sakura.

–Naruto mírame, Hinata no está aquí. La última vez que la vimos fue el día de la boda.

Naruto no sabía se créele o no, pero entonces ella se acercó a él y su rostro firme y serio lo termino por convencer. Entonces palideció. Su mujer había salido a altas horas de la tarde a caballo. ¡Que estupido había sido! Una mujer no sobreviviría a ese agotador viaje. Aunque el sabía que su Hinata era una mujer fuerte, no estaba tan seguro de que lo hubiese logrado.

Sakura se acercó.

–¿Que paso entre ustedes?

– Hinata se enteró de que el pueblo ya sabía de su identidad. Se enojo porque no se lo dije y salió a caballo de regreso a Konoha a mitad de tarde– se frotó las sienes intentando asimilar la situación por décima vez.– pensé que podría estar aquí escondiéndose de mi.

–Quizás este en la mansión– dijo Sakura intentando sonar optimista.

Naruto negó con la cabeza.

– Vengo de allí y no está.

Sakura miró a Kakashi quien estaba aún más preocupado.

–Le pasó algo– afirmó– se que le pasó algo. Hinata es muy lista, ella hubiese llegado sin problemas.

Naruto cerró los ojos odiándose a sí mismo. Todo era su culpa. Pudo haber hablado con ella desde un principio y se hubiera evitado todo aquello.

Sin decir una palabra salió de cabaret dejando a Kakashi y Sakura con la palabra en la boca.

Al llegar a la mansión, su cochero venía con una yegua a su lado.