Ama mis errores (Nighangel Yaoi)

10.

Tercera persona.

Luego de que Peter calmara un poco a Kurt, se sentaron y el chico azul comenzó a explicarle que pasaba entre lágrimas, a lo que peter comprendió con mucho esfuerzo debido a los constantes hipidos.

-Kurt, escucha, tu no hiciste nada, Warren solo tomo una decisión mala, pero no es tu culpa... - habla intentando calmarle.

-es... Es que... Es mi culpa...- habla limpiando su rostro- el... El me dijo... Le gustaba... Pero... Pero... Yo no... No pude...- habla llorando mientras Peter le ve atento- si hubiese aceptado... No debí... Dejar de buscar...

-no estas obligado a salir con el, de hecho, si no te gusta puedes decir siempre no, y lo que ese idiota haga es su problema, no el tuyo- habla Peter serio- no es tu culpa, Kurt.

-pero... El me gustaba... Eso creo...- susurra el chico azul bajito.

-¿Warren te gusta? ¿Ese Warren? ¿El gruñón punk?- pregunta sorprendido mientras Kurt le mira y asiente lentamente.

-eso creo... Pero... Ahora ya no me quiere ver... Me odia...- habla comenzando a llorar de nuevo y Peter le abraza para consolarlo, aunque por dentro, esta feliz, su amigo era correspondido, solo fue un mal entendido, pero se amaban en el fondo (muy al fondo) de sus corazones.

Luego de que Peter calmara, nuevamente, a Kurt, decidió ir a ver al rubio, quien, se encontraba siendo atendido por Hank.

-cuando se acabe el suero, vendré para darte un analgésico y viendo como mejoras, podemos cambiarte a tu antigua habitación- habla el castaño que ayuda al chico a recostarse de nuevo- si necesitas algo, recuerda tocar el botón que hay en la camilla, no debes levantarte o hacer esfuerzo.

Warren solo asiente, ajeno, extraño a todo lo que él chico decía, o hacia... Estaba vacío.

Peter entró sin tocar, para pararse a un lado de Hank a escuchar atento.

-entonces ¿no se morirá? ¡Que suerte! Porque tengo excelentes noticias- habla riendo mientras Hank le ve seriamente.

-no se por que me esfuerzo en corregirte- suspira Hank guardando las cosas- Warren, puedes dormir si lo deseas, a pesar de que no deberías sentir hambre, si deseas comer toca el timbre y vendré para ayudarte a levantarte.

Nuevamente el rubio asintió para mirar a la nada, hacia la ventana, viendo como todo se movía gracias a una suave brisa.

Peter se movía alrededor, impaciente, mientras Hank terminaba de anotar todo para luego salir de la habitacion, dejando un alborotado Peter que ya casi no resistía a seguir sin poder decir aquello que ocultaba.

-¡tengo increíbles noticias!- habla saltando a su alrededor- ¡le gustas a Kurt!

-no me importa- responde serio mientras mantiene la vista en la ventana.

-ahora debemos planear una cita, así te disculpas por tratarlo así y el se puede confe... ¿Qué?- pregunta viendo a Warren- espera, creo que escuché mal- ríe negando- ¿dijiste no me importa?

-Peter, dejame solo, no me importa nada lo que quieras decir- habla serio mientras se gira a mirar a Peter.

-¡pero te gusta Kurt! ¡Hiciste todo un plan para que supiera que te gusta! ¡Estuviste varios meses a su alrededor! - grita viéndole como si se tratara de una broma- ¿¡solo te vas a rendir!? ¡Como un cobarde!

-¡cállate! ¿Que sabes tú? El no me ama, nunca lo ha hecho ¡solo es lastima!- grita furioso para no verle, luego fijando la vista en la ventana- vete, no quiero hablar más contigo.

El platinado le mira molesto para luego salir de ahí, dejándole solo, mientras un chico en la puerta volvía a limpiar sus mejillas húmedas, había escuchado, no porque quería, sino, porque iba a hablar con Warren, pero terminó afuera... Escuchando todo.

Pero Kurt no se iba a rendir, su padre adoptivo le había enseñado a que siempre debía hacer frente a los problemas y cuidar a quien quería, y eso iba a hacer con Warren, aunque este no quisiera su ayuda.

Apenas estuvo más recompuesto, fue a la enfermería para ayudar a Hank con el cuidado del rubio.

Le dolía notar que Warren realmente no estaba reaccionando a su presencia, realmente era como si nada le importara.

-Warren, te quiero- habla una vez viéndole de frente, nervioso y sonrojado.

El rubio le mira, con la misma expresión, pero no dice nada más.

Kurt sonríe al notar que al menos, no le rechazo como la vez anterior.

Y así continúan los días, Kurt iba siempre a la habitación de Warren, incluso cuando le cambiaron a su habitación, se la pasaba diciéndole que lo quería, le ayudaba, mientras que Warren solo le dejaba hacer todo.

Hasta que un día, al ir a dejarle el desayuno, Warren no estaba, Kurt se quedó de pie unos segundos para luego comenzar a buscarle por todos lados. Pero ya no estaba.

Nuevamente, sentía que su corazón se detenía, la vez anterior, se había desesperado en buscarle y ahora estaba exactamente igual.

-¡Warren!- grita por los pasillos mientras todos le ven curioso.

Le pregunta a algunas personas por si le han visto pero nadie sabe de él.

Sale al patio y corre por los terrenos de la mansión... Y es ahí cuando ve algo en un árbol que no es normal.

Frente al lago, en aquel árbol que Charles cuidaba con cariño, alcanza a ver la cabellera del rubio, quien, dormía plácidamente en una de las gigantescas ramas.

Con cuidado, Kurt se acerca para verle si esta dormido, lo cual efectivamente está, lentamente, se recuesta a su lado para acariciar su rostro, quedándose ahí por varios minutos, hasta quedarse dormido.

-Warren... Te quiero...- murmura más dormido que despierto.

Lo que Kurt no sabía, era que realmente el rubio no estaba tan dormido como el pensaba que estaba, sino que, había escuchado claramente sus palabras, además de sentir sus suaves dedos acariciar sus cabellos, y como lentamente le abrazaba para dormirse.

Después de mucho tiempo, Warren se sintió cómodo con alguien además de su propio mal genio.