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Tercera persona.

Bien, el café no funcionaba, o al menos no era una buena idea, pero había algo que siempre resultaba y no podía ser diferente esta vez.

Flores.

Todo el mundo ama las flores, incluso, había visto a Kurt cuidar de las flores del jardín de manera amorosa.

Tenía una idea, iría al pueblo, compraría el ramo de flores más grande y hermoso del lugar, llenaría su habitación con pétalos y haría un corazón en su cama, con el ramo en medio y una tarjeta con un te amo puesta.

No podría salir mal, de seguro a Kurt le encantaría y estaría emocionado por tener un admirador secreto.

Aunque...

Como antes hemos dicho, Warren nunca ha sido alguien afortunado, por ello, no fue sorpresa cuando al ir por las flores, todo estuviese cerrado.

Camino por horas en busca de algunas flores, pero nada, sólo habían pequeñas flores en macetas y algunos arreglos de plástico, cosa que no le gustaba para nada.

Resignado, regreso cerca de media noche a la mansión. Como era tarde, tuvo que regresar por sus propios medios.

Pero aquello fue bueno para el, porque a medida que volaba, noto una gran plantación de claveles de diversos colores.

Su idea original habían sido rosas azules, pero ante la necesidad, los claveles eran una buena opción.

Bajo cerca del final de la plantación, mirando como las flores se mecian levemente por la pequeña brisa de la noche, tomó una flor con cuidado, para dejarla a un lado y seguir cortando más.

Cuando llevaba cerca de 20, escucho un sonido fuerte, quebrando el aire, logrando que se detenga de inmediato.

-¿¡Quién anda ahí!?- un hombre con un rifle en su mano, se para a un poco de distancia, lo cual, logra hacer que su corazón se acelere debido al miedo.

Con cuidado, comienza a recoger las flores que había cortado, intentando no quebrar ninguna, además, de dejar algo de dinero por ellas. Camina encogido unos segundos para luego abrir las alas, aunque, el hombre ya le ha visto y sabe que está ahí.

-¡Alto!- grita disparando en su dirección. No le da, por poco y suerte, pero el susto es suficiente para que las flores caigan y Warren regrese sin su ''botín'' a casa.

Enojado consigo mismo y, por la grandiosa idea que había tenido, se levanta el día siguiente con intenciones de ir a buscar flores nuevamente.

Pero nada cambia al día anterior y debe esperar al tercer día, para encontrar la lotería abierta.

-quiero todas las rosas que tenga- habla con una gran sonrisa a la mujer de avanzada edad.

-¿Qué?- pregunta mirándole con algo de dificultad.

-quiero todas las rosas- habla de nuevo.

-¿Las rojas? Hay claveles rojos, tulipanes, rosas.

-¡No! ¡Las rosas!- habla un poco más fuerte.

-no tenemos flores rosas, niño- habla viéndole de nuevo.

-¡No el color! ¡La flor!- grita un poco cabreado.

-aquí tenemos varias flores- sonríe la mujer amable y Warren palmea su frente.

-¡ROSAS!- grita a su lado- ¡QUIERO ROSAS!- habla moviendo las manos para acercarse a una rosa roja- ¡ESTAS!

-oh, quieres rosas ¿Cuántas quieres?- pregunta mirándole mientras saca algunas.

-todas- habla un poco más calmado.

-¿Pocas?- pregunta y Warren desea golpearse contra la maldita pared.

Luego de muchos gritos, pudo al fin, comprar las flores. Suspiro al salir, luego de dejarle una propina a la mujer por su ayuda.

Espero a que anocheciera un poco antes de ir a la mansión, lo que menos necesitaba era que alguien le viera y su plan de anonimato se viera arruinado.

Cerca de las 10, comenzó a volar de regreso. Entró por su ventana y dejó las flores en su cama. Aún debía preparar algunas para dejarlas en la habitación del chico y dejar otras como un ramo de flores.

Pero antes, comenzó a escribir la nota.

''Te amo''. Muy simple.

''Eres el amor de mi vida''. Muy poético.

''Amo todas tus expresiones''. Muy acosador.

Así, muchas más fueron descartadas mientras las horas pasaban, sin notarlo, la mañana había llegado.

A las 7, tenía una caja llena de pétalos, además, de un ramo preparado con la tarjeta escogida al fin.

Escucho la puerta de Kurt y decidió salir, pero antes de hacerlo, se detuvo frente a la puerta.

-hay más personas en el pasillo...- susurra para mirar a todos lados- la ventana- susurra para salir por ahí y entrar a la habitación del chico.

Tiro pétalos por todo el piso, además, hizo un corazón en la cama, dejando el ramo de rosas más grande en medio, y la nota debajo de este, tiro todos los pétalos restantes en el suelo, notando algo en el suelo, parecía una foto...

Sólo veía algo blanco y al parecer, cabello rubio, pero sus intentos por tomar la foto se vieron interrumpidos cuando escucho la voz de Kurt.

-Peter, iré a buscar mi teléfono, esperame en la cocina- habla afuera de la puerta, mientras Warren corre abriendo sus alas a la ventana.

Pero no sale bien.

Al abrir sus alas, crea corrientes de aire, las cuales revuelven todo dentro.

-pero ¿Qué...?- Kurt entra sorprendido a su habitación, viendo más que nada un desorden de hojas rojas.

Se acerca a la ventana, buscando al culpable de aquello, desiste al no ver a nadie.

Seguramente había sido el viento o algún pequeño animal.

-¡soy un idiota!- grita el rubio en la azotea del lugar.

Tanto trabajo, arruinado en unos segundos, ahora, debía hacer algo mejor y más lindo para que Kurt siquiera supiera que existía.

Aunque lo que Warren no vio, mi se enteró, fue que Kurt tomó las rosas, con una sonrisa, leyendo la nota en ellas.

''Me enamoré a primera vista de ti...''

Puso la pequeña nota en su Biblia y salió con un ánimo mejor que cualquiera.

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Espero les guste, tengo una noticia importante.

Como ''regalo'' quiero escribir una historia corta con la pareja que más les guste, por eso, daré una semana para comentar y votar.

Pueden escoger la pareja que sea y sugerir la temática, por ejemplo ''Cherik- mafia'' y la pareja más mencionada ganará, la temática será al azar.

Se considera sólo un voto por persona.

Haré 4 historias especiales al final, espero voten y les gusten <3

Saludos!!

Ama mis errores (Nighangel Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora