Capítulo 6

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Las cosas no salieron como las había previsto, no lograba encontrar a Hinata por ningún lado, y hacía casi una semana que había montado toda aquella escena en la habitación. Sin embargo, podía tener una noción del lugar en que estaba, y no quería llegar a casa de su suegra solo para insistir en que su hija firmara el documento.

—¿Y esa cara? ¿Qué traes desde hace días? Pareces en la luna. —miró a uno de sus mejores amigos en la empresa, además de Kiba, también estaba Shikamaru.

—Es Hinata.

—¿De nuevo? Cada vez que hablo contigo, siempre te quejas de sus discusiones, ¿de qué se trata esta vez?

—Le pedí el divorcio. —se dejó caer en su silla, veía bostezar a su amigo cómodamente en el sofá.

—Hasta que por fin te decidiste. Si traes esa cara, probablemente se debe a que ella no se lo tomó de la mejor manera, ¿me equivoco?

—Con decirte que no ha vuelto a casa. Estoy deseando que firme esta estúpida acta. —lanzó los papeles sobre el escritorio, ni siquiera él la había firmado. Aún no había hablado del tema con Sasuke, pero deseaba que ese momento llegara, para poder expresarle abiertamente sus sentimientos. —Le di el único motivo que tengo, y aún así se aferra a la idea de que podemos ser felices. No quiero pasar el resto de mi vida con ella, quiero poder estar al lado de alguien a quien ame. O alguien como él...

—Te refieres a Sasuke, ¿no?

—¿Cómo lo...? —Kiba llegó a su mente en cuestión de segundos, frunció el ceño, ese bocón... —Como sea, no sé qué diablos hacer.

—Dame el acta, yo me encargaré.

—¿Qué piensas hacer?

—Eso no importa ahora. —tomó el documento, leyéndolo rápidamente. —Solo te diré que mañana estarás a un paso más de poder estar con quien quieras.

Dejó que su amigo saliera de la oficina sin hacerle otra pregunta. Conocía a Shikamaru, y sabe que puede confiar plenamente en él, no por nada le tenía la extrema confianza de dejarlo a cargo de semejante lugar cada vez que tenía que dejar el país.

Miró la hora, pasaba del medio día. Decidió tomar sus cosas y retirarse, el resto de sus pendientes los haría en casa, quería estar encerrado en su oficina a esperar que ese día terminara lo más pronto posible.

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—Es increíble lo que haces sin siquiera mover un dedo, definitivamente no eres un muchacho común como todos los que he conocido.

—¿Acaso hice otra cosa? —no dejó de lavar las verduras, todas debían de estar perfectamente aseadas, al menos para él.

—Esta casa se ha vuelto un desastre. Desde que la señorita Hinata se fue, nos queda solo esperar a ver qué sucederá. 

—¿No se había ido por trabajo?

—¿De verdad te creíste esa mentira? Muy mal, es evidente que algo pasó entre ellos, no por nada el señor Naruto anda tan tenso desde que ella se fue. Puedes ir a comprobarlo en su oficina. —miró por la ventana, a esa hora es cuando Hinata tomaba su té.

—Está trabajando, no sería muy apropiado de mi parte interrumpirlo solo para ver qué tan tenso está por algo que no me incumbe. —dejó las verduras en un escurridor, secando sus manos con un trapo al lado de este.

—Te apuesto lo que quieras a que no está trabajando. Anda, ve.

Obedeció, sabía que no tenía opción cuando se trataba de Chiyo. Se animó a acercarse a la oficina de Naruto, incluso dudó por un momento si tocar la puerta o hacer de cuentas que sí lo había ido a ver. Al girarse, notó que la anciana lo estaba mirando desde la cocina, definitivamente no tenía opción. Tocó

Un Matrimonio "Ilegal" [NS] (Wattys2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora