Un Matrimonio "Ilegal" [NS] (Wattys2019)

Capítulo 13

Ese día todo iba mal.

Nuevamente, Sasuke se había vuelto a ver con Naruto en la colina la noche anterior, después de quince días de la última vez, el problema fue que no supieron medir el tiempo que estuvieron allí un tanto ocupados, y cuando volvieron, Hinata puso en duda de que en verdad Naruto estuviera trabajando todo ese tiempo, no hubo manera de persuadir su idea de que estaban juntos. El escape fue decirle que Sasuke estuvo ocupado en la agencia con Yahiko, y que Naruto vio apropiado el esperarlo, siendo así, ella solo sonrió y se alegró por lo bien que le estaba yendo en el nuevo trabajo; sin embargo, sabían que no pudieron engañar a Himiko, y aún podía percatarse de eso por la forma en que lo miró cuando les llevó los platillos en el desayuno. 

Eso había sido por un lado.

Ahora caminaba de un lado a otro en su habitación, tenía que pensar rápido, porque su madre lo estaba llamando. Él más que nadie sabe lo mal que están las cosas, y a Mikoto nunca ha logrado engañarla, incluso ella sabe que algo sucede con solo escuchar su tono de voz. Atendió la llamada, tomando aire para relajarse.

—¿Hola?

—Sasuke, hasta que respondes. ¿Todo está bien?

—Ahm, sí, ¿por qué no habría de estarlo? —trató de reírse.

—Bueno, quizá eso debería de preguntarlo yo. ¿Cómo va tu matrimonio? —su voz cambió a uno más dulce. —Tienes que estarla pasando muy bien como para no llamarnos, recuerdo haberte dicho en la nota que nos llamaras, hijo. Nos preocupamos por ti, no podemos verte cada vez que queramos. 

—Sí, todo va de maravilla. —hizo una mueca. —Quizá yo deba de ir a verlos alguna vez.

—¡Me encantaría! Claro, tienes que venir con Naruto, así conocerá a la familia. ¿Cuándo podrían venir? —se golpeó mentalmente por decir semejante estupidez. 

—Apenas podamos, yo te avisaré. 

—Estaré esperando. —escuchó otras voces al otro lado de la línea. —Tengo que irme, mi niño. Hablamos después.

—Hasta luego.

Dejó caer su celular sobre la cama, pasando ambas manos por su cabello. No quería ni imaginarse lo que diría toda su familia si se daban cuenta de lo que estaba haciendo, seguramente se tendría que tragar un enorme sermón sobre el honor de la familia y todas esas mierdas que ya ha escuchado muchas veces en su vida. No podrían concebir que se hiciera pasar por un trabajador más de la ex esposa de su esposo, aunque no era personal de ella, pero su familia lo vería como tal. Escuchó unos golpes en la puerta antes de que se abriera.

—¿Puedo pasar? —Sakura se asomó apenas por la puerta, sonriendo.

—Claro... —se sentó en la orilla de la cama.

—No te ves muy bien, ¿en serio las cosas van tan mal? —se sentó a un lado de él. —La señora Chiyo me habló un poco de todo lo que ha estado pasando, pero quiero también saberlo de ti.

—Todo va normal, como se supone que debe de ser.

—Por lo que me dijo, no te está yendo muy bien con la mamá de Hinata, ¿qué le pasa a esa mujer?

—Ojalá lo supiera, es como si tratara de convencer a todos de que Naruto y Hinata están casados, ¡y ella sabe que no es así! No entiendo por qué insiste tanto en eso, además, no le he hecho nada como para que siempre trate de hacerme sentir mal. Si tan solo la vieras, algún día de estos voy a olvidar quien es ella y no me voy a contener.

—¿No has intentado hablarlo con Naruto? Quizá él pueda hacer algo.

—No necesito que me anden defendiendo de cosas que puedo resolver por mi cuenta, y además de que ya tiene suficientes problemas como para que también tenga que cargar con los míos. —se levantó, caminó hacia la ventana, allí podía ver a Himiko y a Hinata sentadas en una banca cerca del jardín. La fina cortina blanca lo cubría de que alguna de las dos pudiese verlo. —Es cuestión de demostrarle quién soy yo, sea o no el esposo de Naruto, soy un Uchiha.