Capítulo 4

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Esa tarde, Eren había terminado su turno más temprano de lo esperando, solo que antes de irse, Farlan llamo su atención.

Farlan: Eren, discúlpa que me entrometa, pero, realmente te sientes bien?, te noté algo extraño.

Eren: Emm, no jef...Farlan, me encuentro bien (sonríe forzadamente).

Farlan: Mira Eren, si no tienes con quien hablar sobre algo que te atormente, aquí estaré para lo que necesites (sonríe), cuentas conmigo!.

Poco a poco Farlan había acortado las distancias entre ambos, casi por inercia acarició la suave mejilla del joven, sientiendo allí una textura por demás extraña, y viendo cómo la expresión de Eren se tornaba a una de dolor, a la vez que, quitó su mano, y pudiedo divisar en la misma, un ematoma que, había intentado cubrir con una densa capa de maquillaje.

Farlan: Eren...que te sucedió?

La cara de preocupación de su jefe lo asustó, haciendo que esté por inercia se cubriera el rostro.

Eren: De-debo irme, lo siento.

Farlan: Eren!!! Esperaaaa!!!!.

Eren había huido de aquel lugar, su día no había sido el mejor, y estaba sientiendose atosigado, primero por su compañero de universidad Jean, luego la "visita" inesperada de Levi a su trabajo, y ahora por su jefe, no sentía ganas de dar explicaciones, no podría hacerlo de todas formas.
Sin más corrio hasta su hogar, no quedaba muy alejado de la cafetería, su cuerpo no paro hasta ingresar en la misma y estar solo, sentir que ya nadie lo jugaría ya.

Eren: Este no es mi día.

Decidió tomar un baño y recostarse, tal vez, esa noche, no debería ir al burdel.
A la mañana siguiente, sus ojos se abrieron por la luz de la mañana, agradeció que fuera sábado, ya que no tendría que ir a la universidad, sin haberse dado cuenta, ayer por la tarde había caído en un profundo sueño gracias todo el estrés provocado, si daba por hecho, que el descansar fue reparador para su cuerpo y mente.
Sin más, fue hacia su comedor, tomo café, alguna galletas, y preparo su desayuno. Mientras esté se preparaba, pasó por su tocador para ver su rostro, aun seguía con esa horrible marca, pero al menos ya no dolía, al igual que los golpes en su cuerpo, Eren agradecía mucho esto. Cuando la cafetera empezó a "silbar", Eren fue por ella y sirvió el café para acompañarlo con sus galletas, una mañana relajante y tranquila, sentía que hacia tiempo no tenía algo así, siempre iba de un lado al otro, la universidad, el trabajo, las noches en el burdel, tal vez, era el momento indicado para generar un cambio en aquella rutina que parecía ser un tanto toxica para el joven.
Casi, como si el destino lo quisiera, Hange había marcado a su teléfono, Eren al ver la llamada, decidió atender.

~~~~(inicio de llamada)~~~~

Hange: Hola Eren, como estas?

Eren: Hola Hange, hoy un poco mejor, gracias por preguntar.

Hange: Discúlpa que no llame antes, estuve atendido problemas en el burdel, sobre todo, con aquel infeliz que se propaso contigo, lo siento mucho Eren, yo... No volverá a suceder algo así de nuevo.

Eren: Jajaja Hange, está bien, se que no fue tu culpa, e ido por muchos años al burdel y jamás viví un situación de este tipo, sabía que podría suceder, gente como ese infeliz abundan tristemente.

Hange: Realmente lo siento Eren, oh, no te llamé solo para eso, quería pedirte si podemos vernos, realmente, quiero hablar contigo, a demás, como la denuncia fue hecha, tu deberás ir a declarar ya que eres la víctima, por eso mismo, quería citarte, Levi también estara allí junto con Hitch, ellos también deben dar su declaración ya que vieron gran parte de lo sucedido.

Las apariencias engañan (La vida secreta de un adolescente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora