Capítulo 26

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Cuando Levi finalizó su baño, pudo notar la leve brisa ingresar por el balcón, allí, la figura de Eren brillaba por el reflejo de las luces de la ciudad, la poca luz lo hacía ver radiante, como si de un ángel se tratara, su brazos apoyados sobre el barandal, sosteniendo un cigarro en su mano derecha, tan típico de cuando está agobiado y solo quería escapar de sus problemas, lo conocía tan bien, cada gesto, pose o cosa que aquel joven castaño hiciera podría leerlo como la palma de su mano, pero está vez de eso no se trataba, sacudió un poco su cabeza, y para romper el hielo y sacar a Eren de sus pensamientos movió una silla de lugar, generando un ruido que alertó al más joven.

Eren: Levi, ya estás aseado, ven, toma asiento, pedí café...

Levi: Claro, gracias.

Finalmente podes estar sentado al lado del joven que había intentado encontrar hace meses sin estar a puras peleas, era casi increíble. Como siempre sucedía, Eren tomaba las tazas, les colocaba una cucharada de azúcar a cada una, las posaba sobre un pequeño platito y acercaba la infucion a cada uno, parecía como si el tiempo hubiera retrocedido, jamás pensó que una acción tan simple despertara en el tanta nostalgia acumulada.

Eren: Bien Levi, te escucho.

Levi: Todo lo que anteriormente te dije es cierto Eren, yo ... Tuve que viajar se imprevisto a Francia por mí madre, ella está enferma, puedes preguntarle a Mikasa, ella fue quien me lo comunicó ya que al irme de Francia el contacto estrecho que tenía con mí madre lo he perdido

Eren solo se limitaba a escuchar lo que Levi tenía para decirle.

Levi: Realmente maneje las cosas de una manera que ni yo mismo puedo creerlo, hace un rato, cuando salí de tomar un baño, te vi posado en el balcón, y realmente me si cuenta de que te conozco más de lo que quisiera conocerte, incluso más de lo que me conozco a mí mismo, que verdaderamente te amo, y si recorrí cielo y tierra para poder dar contigo Eren, es por que lo que siento es real. Y mira, se que pudiste equivocarte, lo que hiciste tampoco estuvo correcto, pero asumo completamente que mí manera de proceder jamás fue la indicada, tuve que ser sincero contigo desde el inicio, tal vez todo esto no hubiera sucedido, y no hubieras sufrido tanto.

Aquella confesión dejo completamente mudó a Eren, quien, a pesar de su gran orgullo y enojo, no supo que contestar, incluso aquella palabras que tanto formuló para un posible encuentro con el mayor, se fueron al caño. Era verdad que Levi se comportó como un completo idiota, el jamás le habría dado indicios de dudas, o desconfianza, siempre intento ser lo más cercano posible y una buena pareja para Levi, pero, también asumía que habría premeditado muchas cosas antes de saber exactamente qué sucedió, incluso, muchas noches llegó a pensar que Levi estaba muerto, que tuvo un accidente y por eso jamás se había vuelto a reencontrar, aquel pensamiento hacia arder su pecho de dolor, y la incertidumbre aún más, pero a pesar de todo, allí estaba Levi, explicando las cosas, tragando su orgullo que tantas veces le había jugado una mala pasada, las cosas iban en serio está vez.

Eren: Levi, realmente no sé que decirte...

Levi: No tienes por qué hacerlo, aquí, quien tenía mucho que explicar era yo, no encuentro la manera de poder pedirte las disculpas adecuadas y que mereces, pero... Daría todo lo que soy por poder volver el tiempo atrás, tenerte a mí lado, ser feliz y hacerte feliz, allí estaba toda mí felicidad Eren, y no supe aprovecharla.

Aquello que jamás creyó oir, llegaba a sus oídos como una cálida briza de primavera abrazándolo lentamente, borrando cualquier rastro de dolor.

Levi: Te amo, y no me caben dudas que lo que siento por ti es real, si tú quieres definitivamente terminar lo nuestro, lo entenderé, pero necesito escucharlo de tus labios para que sea un motivo real y abandonar todo lo que siento por Eren.

Las apariencias engañan (La vida secreta de un adolescente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora