Capitulo 15

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Al llegar, tanto Eren como Armin bajaron del coche que los había traído, Eren pago la el viaje, y ambos se dirigieron a casa de su amiga. Si bien, había pasado mucho tiempo que no la visitaban, todo, se encontraba en perfecto estado, en el mismo lugar de siempre, una casa estilo alemán, con un enorme jardín e inmenso parque trasero, en el cual, aquellos tres inseparables amigos, supieron pasar grande momentos juntos, aquella casa traía bellos recuerdos a Eren.
Cuando estuvieron a tan solo unos pasos de llamar por el pequeño parlante y ser atendidos, un hombre alto, de traje y con una máscara plateada los atendió.

X: Buenas noche, por favor, les pediré que me sigan, la señorita Mikasa estará lista en unos momentos.

Ambos amigos asintieron y caminaron guiados por aquel hombre. Este los dirigió al interior de la casa, la cual, estaba totalmente ambientada como si se tratase de un viejo castillo en ruinas, mientras que, podía divisar a los demás invitados, alrededor de una enormes mesas repletas de bocadillos y bebidas.

X: Señores, pueden dejar sus pertenencias por aquí, y su regalo para la señorita Ackerman por allí (señalando un enorme cofre) disfruten la velada.

Y con aquellas misteriosas palabras aquel hombre se retiró. Ambos amigos de sentían un tanto desorientado por toda la escena.

Armin: Realmente Mikasa se lo tomo en serio!.

Eren: Ajjajaaj así parece Armin.

Ambos rieron, realmente, era una fiesta como aquellas que se puede apreciar en la televisión, o en algunos videoclip de bandas de rock, el decorado era casi perfecto y, sabían por demás que la familia de su amiga era de dinero, pero podían notar todo el personal que habían contratado para aquella noche, ambos se encontraban realmente sorprendidos con la alocada idea de su amiga, y como fue capaz de llevarla a cabo.
Habían transcurrido unos minutos, y aún más personas ingresaban a la fiesta, todas, completamente disfrazadas y acompañadas por alguien del personal, para estas alturas, aquel comedor se encontraba repleto de personas.

Eren: Esto si será una fiesta!.

Armin: Como en los viej...

No pudo completar su frase, cuando una luz alumbró la entrada, y música empezó a sonar. Todos enfocaron su vista a aquel lugar y por allí, se podía ver una silueta, y, como todos esperaban, allí estaba la homenajeada. Mikasa lucía un bello vestido negro con encajes rojos, medias de negras y unas botas cortas, a la altura del tobillo. Su cabello, se encontraba recogido con algunos pequeños bucles callendo en su rostro, llevaba un maquillaje que resaltaba su profunda mirada, y los labios completamente carmesí, tan rojos como la sangre misma. Eren, no podía creer que aquella fuese su amiga, su pequeña amiga, jamás la había visto de aquel modo, ella solía ser alguien muy simple a la hora de vestir, casi no solía maquillarse, o arreglar demaciado su cabello, solo lo dejaba para ocasiones especiales, cómo está, y debía admitir que se encontraba completamente bella, acción que no pasó desapercibida por su amigo.

Armin: Aquí tienes, puedes limpiar tu saliva con ella! jajja (mostrando una servilleta).

Eren: Pe-pero que dices.

Armin: Vamos Eren... Realmente Mikasa se encuentra preciosa...

El pequeño rubio sonrió, dejando ver un leve sonrojo. Este siempre estuvo interesado en la chica, desde la primera vez que se vieron, así como cuando empezaron cruzar pequeñas palabras en la escuela, realmente, aquella chica había robado su corazón desde hace mucho tiempo. Pero no todo es color de rosa, y Armin lo sabía mejor que nadie, ella, estaba interesada en Eren. En reiteradas ocasiones se lo había comentado al pequeño rubio, y este, con mucho dolor, acepto su realidad, el rol y papel que le tocaba jugar, aún así, Eren jamás demostró sentir algo por la joven, y ella, jamás declaró sus sentimientos por el, así fue como todos, siguieron sus vidas como siempre lo fueron, aún así y sabiendo todo esto, Armin siempre estaria allí para Mikasa, para consolarla en sus fracasos, ayudarla cuando estuviera en problemas, compartiendo sus alegrías, y tristezas, el siempre estaría para ella pasará lo que pasará, aún aceptando la realidad de que Mikasa podría encontrar una persona a quien amar, el seguiría a su lado, la quería demaciado.
Poco a poco, la joven fue acercandose a sus invitados, hasta posicionarse en el centro de la habitación, y tomando un micrófono, hablo.

Las apariencias engañan (La vida secreta de un adolescente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora