°•Diferente•° [Naruto X Lectora]

c.13

Salía de las oficinas de una de las tres legendarias sannin.

Tsunade me había mandado a traer unas cuantas plantas medicinales desde el templo del fuego.

-_____-me llamó la rubia- porfavor ¿Podrías entregarle esto a alguien del clan Hyuga?

Vaya suerte la mia, no podía negarme, quería seguir viviendo.

Una pequeña bolsa de papel pasó a mis manos.

-muchas gracias- revisando unos papeles que tenía en mano, volvió a entrar a su pequeña oficina.

La mansión Hyuga no estaba muy lejos, así que solo tuve que caminar unas cuantas casas, distancia que se me hizo interminable.

¿Que aria si aparece Neji? ¿Y su sale su novia? ¿Y si salen los dos?

Y las preguntas se amontonaban en mi mente una tras otra.

Cuando llegue frente a la puerta le di dos golpes y trate de ocultar mi nerviosismo con una sonrisa.

La puerta tardó en abrirse, como si la persona que estaba detrás quisiera hacerme sufrir de la intriga.

-¿____-chan?-Agradecí que no haya abierto el- ¿Buscas a Neji?

-No, no-me apresure en negar- solo vine a entregarte esto, me lo mandó tsunade-san

-oh.. claro-la bolsa pasó a sus manos- muchas gracias.

Ella hizo una pequeña reverencia y en el espacio que dejó logré ver a Neji, el no estaba solo. Su novia y el se encontraban sentados en el suelo, uno al lado de otro con las manos unidas.

El sonreia junto a ella... Al parecer es feliz, debería olvidarlo y hacer lo mismo que el... Ser feliz,.

Su mirada se cruzó con la mia e inmediatamente su sonrisa fue desapareciendo.

Al parecer yo soy todo lo contrario a ella.. nisiquiera pudo mantener su sonrisa al verme.

Hanabi se enderezó y me privó de la vista.

-Bueno.. me voy- me di la vuelta y comenzar a caminar sin mirar atrás.

La puerta se cerró y nuevamente esa sensación de que mi mundo se derrumbaría apareció.

Naruto... ¿Donde estás? Te necesito.

Las lágrimas no salían pero aún así sentía un nudo en mi corazón, dolía.

Puse mi mano sobre mi pecho.

Quiero que deje de doler.

(...)

Después de salir de la mansión Hyuga fui directamente al edificio en que vuvia, no tenía ánimos de ver a nadie ¿Que mejor que ocultarme en la soledad de mi apartamento?

Apenas llegué fui directamente a ver si tenía algo de comer, si seguía así el hambre aria que coma cualquier cosa que esté en frente, no quiero enfermarme, no otra vez.

Al no ver nada más que un tazón de ramen instantáneo y una manzana suspiré resignada, debería ir a comprar víveres pronto, si no quiero morir.

Agarre la segunda opción y fui directo a mi habitación.

Me sentía triste por lo que había visto, sin embargo, no tenía los ojos llorosos, ni ganas de llorar, solo... Sentía cierto dolor en el pecho que estoy segura, es más leve que ayer.

Puse una mano sobre mi pecho y logré sentir mis pulsaciones. No tenía el ritmo cardíaco acelerado al pensar el Neji.

Me acosté en la cama y miéntras miraba el techo, le di una mordida a la manzana.