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Lunes; 3:47 a.m.

Limpié el sudor de mis manos en mi pantalón. Nunca había estado tan nervioso como hoy.

La vi llegar hacia la plaza envuelta en su capucha y con los auriculares puestos. Desde aquí se oía su música.

—Hola.— me saludó desprendiéndose de ellos y dejándolos enredados en su bolsillo.

—Ho... Hola.— tartamudeé, con una sonrisa nerviosa.

Miró la flor que llevaba en la mano curiosa.

—¿Y eso?— preguntó haciendo un mohín con sus labios.

—Bueno.— rasqué mi nuca nervioso, bajo su mirada.

Parecía que ella empezaba a saber por dónde iba la cosa.

Las comisuras de sus labios se elevaron sin querer.

Sonreí por dentro al verla.

—Es... Es para ti.— se la ofrecí y ella aceptó.

Traté de calmar mi respiración al sentarnos en el banco. Ella alabó la flor, con los ojos brillantes.

—¿Qué es?— preguntó. Habló antes de dejarme explicárselo. —No parece una rosa ni nada de eso.—

—No, no lo es.— respondí, con la mirada fija en ella, que no se daba cuenta al mirar la planta.

Volví a retomar la conversación:

—Es una reina de la noche.— admiré su cara de confusión.

—No he oído hablar de ella nunca.— confesó tímida, girando la planta completamente para admirarla.

—También se llama Moonflower.— añadí.

Sonrío ante ese nombre.

—Podrías haberme avisado.— me miró. —así la dejaba en un jarrón.—

Puse una mueca.

—Solo vive una noche.— ella abrió su boca en forma de o.

—¿Una... Noche?— preguntó incrédula. Asentí. —Es demasiado bonita para durar solo eso.—

Me encogí de hombros, de acuerdo con ella.

—Solo florecen de noche.— murmuré, contemplando cómo sus manos envolvían con delicadeza el tallo.

—¿Por qué esta flor y no otra?— preguntó con una sonrisa.

Hubiera pagado para verla así siempre.

—Bueno, reina de la noche o moonflower, te representa.— me revolví en el banco, esperando su reacción.

Se mordio el labio inferior mirándome, intentando no sonreír más.

—Moonflower... Me gusta cómo suena. — añadió cálida, asintiendo levemente.

—Sí, Moonflower, porque me ayudabas de noche, cuando todos los girasoles agachaban la cabeza.

Se abrazó a mí, sintiendo su calor.

—Te quiero.— susurró en mi pecho, sin mirarme.

Asentí, abrazándola más fuerte y levantando su mentón para unir nuestros labios.

—Y yo.— añadí al separarnos.

Cualquiera que pasara pensaría que éramos locos.

Dos locos mirándose con una sonrisa.

Y una flor de por medio.



















❀✿❀

La reina de la noche/ Moonflower es una flor que existe de verdad y es preciosa, podéis buscarla en internet.

✿𝓜𝓸𝓸𝓷𝓯𝓵𝓸𝔀𝓮𝓻✿ 《✔️》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora