Somebody Else ♥ <Frerard> TERMINADA

VI

Desperté con un horrible dolor de ojos y cabeza, miré el reloj, 4:55 AM, cinco minutos antes que el despertador sonara, me dí cuenta que apenas domí una hora y media. Volteé a ver la cama y ví que Mikey había abarcado todo el espacio de ésta, por lo menos mi hermano había dormido bien esa noche.

Me levanté de la silla de mi escritorio rápidamente, causando que me mareara un poco y que mi trasero doliera.

Me dirigí al baño y me lavé los dientes, seguido me lavé la cara,no tenía ganas de ducharme, sólo quería un café.

La alarma sonó en el momento en que salí del baño, el estruendoso sonido sobresaltó a Mikey.

-¡Gerard! ¿Despertaste temprano?- en realidad no lo había escuchado. -mejor dicho, ¿Dormiste siquiera?

-¿Eh?

-lo que se ve no se pregunta Michael...- balbuceó repitiendo las palabras que papá solía decirnos de pequeños... O cuando aún nos dirigía la palabra...

Mientras Mikey se cambiaba, bajé a la cocina a preparar algo para ambos, cuándo una sombra en la mesa me sobresaltó.

no era una sombra, era mamá.

-¿Ma...má?

-¿Gerard? ¿Qué haces despierto a ésta hora?

-¿Acabas de llegar?- me crucé de brazos inconscientemente.

-Respóndeme, Gerard.

-¿Tienes idea de la hora que es?

-¿Las 2 AM?

-Pasa de las 5- ella se quedó en silencio, yo me dirigí al refrigerador- Tengo que ir a la escuela con Mikey.

-¿Quieren que les haga el desayuno?- preguntó después de un rato.

-No, gracias- me limité a  decir, las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, y mi voz no ayudaba, algunas gotas caían sin permiso, mas las aparté con fuerza ocasionando varios roces en mi delicada piel.

 Dejé el desayuno de Mikes en su lugar de la mesa y me senté en el mío, mi madre me observaba con detenimiento mientras ingería mis alimentos, cosa un tanto (muy) molesta para mí; para cuando Mikey bajó, ella ya había subido, ambos se cruzaron en las escaleras.

-¿Esa era Donna?

-Sí.

-¿Qué estaba haciendo?

-Mirarme comer.

-Ugh, lo siento hermano, me levantaré media hora más temprano para desayunar juntos, lo prometo.

Subí corriendo a nuestra habitación, no quería ir a la escuela esa mañana, pero tampoco quería dejar a Mikey solo, y, siendo sincero, también quería verte.

 Me puse lo primero que encontré, una remera negra de Batman y unos pantalones de mezclilla igualmente negros, si papá me hubiera visto, me hubiera hecho ponerme una de sus camisas formales y tirantes, te lo aseguro. Me puse mis converse y bajé, mi lento hermano aún no había acabado de comer.

-¡Apúrate Mikes!- dije como si no supiera que iba a tardar veinte minutos más, como mínimo.

Al estar en la entrada, te busqué casi por inercia, Mikey buscaba a Ray, y éste no tardó en aparecer.

Le pregunté por tí, y dijo que no habías llegado, seguidamente la campana hizo su detestable sonido y todos los adolescentes empezaron a comportarse como un montón de animales en una estampida.